POPOL-VUH
O LIBRO DEL CONSEJO DE LOS INDIOS QUICHÉS
O LIBRO DEL CONSEJO DE LOS INDIOS QUICHÉS
El profesor Georges Raynaud, después de más de cuarenta años de estudios e investigación, realizó su versión
francesa del
texto. En la
Escuela de Altos Estudios de París, dos alumnos: el mexicano J. M. González de Mendoza
y el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, tradujeron al español, bajo la
dirección del propio profesor Raynaud, el Popol-Vuh, y la publicaron en París, en 1927, con
el título de "Los Dioses, los Héroes y los Hombres de Guatemala
Antigua", de la que después se han hecho varias ediciones.
1
Aquí comenzaremos la
antigua historia llamada Quiché. Aquí escribiremos, comenzaremos el antiguo
relato del principio, del origen, de todo lo que hicieron en la ciudad Quiché
los hombres de las tribus Quiché. Aquí recogeremos la declaración, la
manifestación, la aclaración de lo que estaba escondido, de lo que fue
iluminado por los Constructores, los Formadores, los Procreadores, los
Engendradores; sus nombres: Maestro Mago del Alba, Maestro Mago del Día [Gran
Cerdo del Alba], Gran Tapir del Alba, Dominadores, Poderosos del
Cielo, Espíritus de los Lagos, Espíritus del Mar, Los de la Verde Jadeita, Los
de la Verde Copa; así decíase. Rogábase con ellos, invocábase con ellos, a los
llamados Abuela, Abuelo, Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora, Guarda Secreto,
Ocultadora, Abuela [que forma parte] de la Pareja [Mágica de Abuelos], Abuelo
de la [misma] Pareja. Así está dicho en la historia Quiché todo lo que ellos
dijeron, lo que ellos hicieron, en el alba de la vida, en el alba de la
historia. Pintaremos [lo que pasó] antes de la Palabra de Dios, antes del
Cristianismo: lo reproduciremos porque no se tiene [ya más] la visión del Libro
del Consejo 1 , la
visión del alba 2 de la llegada de ultramar, de nuestra
[vida en la] sombra 3, la visión del alba de la vida, como se
dice.
2
Este libro es el primer
libro, pintado antaño, pero su faz está oculta [hoy] al que ve, al pensador.
Grande era la exposición, la historia de cuando se acabaron de medir todos los
ángulos del cielo, de la tierra, la cuadrangulación, su medida, la
medida de las líneas, en el cielo, en la tierra, en los cuatro ángulos, de los
cuatro rincones 4, tal como había sido dicho 5 por
los Constructores, los Formadores, las Madres, los Padres de la vida, de la
existencia, los de la Respiración, los de las Palpitaciones, los que
engendran, los que piensan. Luz de las tribus, Luz de los hijos, Luz de la
prole 6, Pensadores y Sabios, [acerca de] todo lo que está en
el cielo, en la tierra, en los lagos, en el mar. He aquí el relato de cómo todo
estaba en suspenso, todo tranquilo, todo inmóvil, todo apacible, todo
silencioso, todo vacío, en el cielo, en la tierra. He aquí la primera historia,
la primera descripción. No había un solo hombre, un solo animal, pájaro, pez,
cangrejo, madera, piedra, caverna, barranca, hierba, selva. Sólo el cielo
existía. La faz de la tierra no aparecía; sólo existían la mar limitada, todo
el espacio del cielo. No había nada reunido, junto. Todo era invisible, todo
estaba inmóvil en el cielo. No existía nada edificado. Solamente el agua
limitada, solamente la mar tranquila, sola, limitada. Nada existía. Solamente
la inmovilidad, el silencio, en las tinieblas, en la noche 7.
Sólo los Constructores, los Formadores, los Dominadores, los Poderosos del
Cielo, los Procreadores, los Engendradores, estaban sobre el agua, luz
esparcida. [Sus símbolos] estaban envueltos en las plumas, las verdes; sus
nombres [gráficos]8 eran, pues, Serpientes Emplumadas. Son
grandes Sabios 9. Así es el cielo, [así] son
también los Espíritus del Cielo; tales son, cuéntase, los nombres de los
dioses.
Entonces vino la
Palabra 10; vino aquí de los Dominadores, de los
Poderosos del Cielo, en las tinieblas, en la noche: fue dicha
por los Dominadores, los Poderosos del Cielo; hablaron: entonces celebraron
consejo, entonces pensaron, se comprendieron, unieron
sus palabras, sus sabidurías. Entonces se mostraron, meditaron, en el
momento del alba; decidieron [construir] al hombre, mientras celebraban
consejo sobre la producción, la existencia, de los árboles, de los bejucos, la
producción de la vida, de la existencia, en las tinieblas, en la noche, por los
Espíritus del Cielo llamados Maestros Gigantes. Maestro Gigante
Relámpago es el primero. Huelia del Relámpago es el segundo. Esplendor del
Relámpago es el tercero: estos tres son los Espíritus del Cielo. Entonces se
reunieron con ellos los Dominadores, los Poderosos del Cielo. Entonces
celebraron consejo sobre el alba de la vida, cómo se haría la
germinación, cómo se haría el alba, quién
sostendría, nutriría 11. "Que
eso sea. Fecundaos. Que esta agua parta, se vacíe. Que la
tierra nazca, se afirme", dijeron. "Que la germinación se haga, que el alba
se haga en el cielo, en la tierra, porque [no tendremos] ni
adoración ni manifestación por nuestros construidos, nuestros formados, hasta
que nazca el hombre construido, el hombre formado": así hablaron, por lo
cual nació la tierra Tal fue en verdad el nacimiento de la tierra
existente. "Tierra", dijeron y en seguida nació. Solamente
una niebla, solamente una nube [fue] el nacimiento de la
materia. Entonces salieron del agua las montañas: al instante salieron
las grandes montañas. Solamente por Ciencia
Mágica, por el Poder Mágico, fue hecho lo que había sido decidido [concerniente
a] los mentes, [a] las llanuras; en seguida nacieron
simultáneamente en la superficie de la tierra los cipresales, los pinares.
Y los Poderosos del Cielo
se regocijaron así: "Sed los bienvenidos, oh Espíritus del Cielo, oh Maestro
Gigante [Relámpago], oh Huella del Relámpago,
oh Esplendor del Relámpago". "Que
se acabe nuestra construcción, nuestra
formación", fue respondido. Primero nacieron la tierra, los montes, las
llanuras; se pusieron en camino las aguas; los arroyos caminaron entre los
montes; así tuvo lugar la puesta en marcha de las aguas cuando aparecieron las
grandes montañas. Así fue el nacimiento de la tierra cuando
nació por [orden] de los
Espíritus del Cielo, de los Espíritus de la
Tierra, pues así se llaman los que primero fecundaron, estando el cielo en
suspenso, estando la tierra en suspenso en el agua; así fue fecundada cuando
ellos la fecundaron: entonces su conclusión, su composición, fueron meditadas
por ellos.
3
En seguida
fecundaron a los animales de las montañas, guardianes
de todas las selvas, los
seres de las montañas: venados, pájaros, pumas,
jaguares, serpientes, víboras, [serpientes] ganti,
guardianes de los bejucos. Entonces los Procreadores, los
Engendradores, dijeron: "¿No habrá más que silencio, inmovilidad, al pie
de los árboles, de los bejucos? Bueno es, pues, que haya
guardianes"; así dijeron, fecundando, hablando. Al instante nacieron
los venados, los pájaros. Entonces dieron sus moradas a los venados, a
los pájaros. "Tú, venado, sobre el camino de los
arroyos, en las barrancas, dormirás; aquí vivirás, en
las hierbas, en las malezas; en las selvas, fecundarás; sobre cuatro pies
irás, vivirás". Fue hecho como fue dicho. Entonces fueron
también [dadas] las moradas de los pajarillos, de los
grandes pájaros. "Pájaros, anidaréis sobre los árboles, sobre los bejucos
moraréis; engendraréis, os multiplicaréis sobre las ramas de los árboles, sobre
las ramas de los bejucos". Así fue dicho a los venados, a los pájaros,
para que hiciesen lo que debían hacer; todos tomaron sus dormitorios, sus
moradas. Así los Procreadores, los Engendradores, dieron sus casas a los
animales de la tierra. Estando pues todos terminados, venados, pájaros, les fue
dicho a los venados, a los pájaros, por los Constructores, los Formadores, los
Procreadores, los Engendradores: "Hablad, gritad; podéis gorjear, gritar.
Que cada uno haga oír su lenguaje según su clan, según su manera".
Así fue dicho a los venados, pájaros, pumas, jaguares, serpientes. "En
adelante decid nuestros nombres, alabadnos, a nosotros vuestras madres, a
nosotros vuestros padres. En adelante llamad a Maestro Gigante [Relámpago],
Huella del Relámpago, Esplendor del relámpago, Espíritus del Cielo, Espíritus
de la Tierra, Constructores. Formadores, Procreadores. Engendradores.
Habladnos, invocadnos, adoradnos", se les dijo. Pero no pudieron hablar como
hombres: solamente cacarearon, solamente mugieron, solamente
graznaron; no se manifestó [ninguna] forma de
lenguaje, hablando cada uno diferentemente. Cuando los Constructores, los
Formadores, oyeron sus palabras impotentes, se dijeron unos a otros: "No han
podido decir nuestros nombres, de nosotros los Constructores, los
Formadores". "No está bien", se respondieron unos a otros los
Procreadores, los Engendradores, y dijeron: "He aquí que seréis
cambiados 12 porque no habéis podido hablar. Cambiaremos
nuestra Palabra 13. Vuestro sustento, vuestra alimentación,
vuestros dormitorios, vuestras moradas, los tendréis: serán las barrancas, las
selvas. Nuestra adoración es imperfecta si vosotros no nos invocáis. ¿Habrá,
podrá haber adoración, obediencia, en los [seres] que
haremos? Vosotros recibiréis vuestro fardo: vuestra carne será molida entre los
dientes; que así sea, que tal sea vuestro fardo". Así les fue entonces
dicho, ordenado, a los animalitos, a los grandes animales de la superficie de
la tierra; pero éstos quisieron probar su suerte, quisieron tentar la prueba,
quisieron probar la adoración, mas no entendiendo de ningún modo el lenguaje
unos de otros, no se comprendieron, no pudieron hacer nada.
Tal fue, pues, el fardo
de su carne; así el fardo de ser comidos, de ser matados, fue [impuesto] aquí
sobre todos los animales de la superficie de la tierra. En seguida fueron
ensayados seres construidos, seres formados 14, por los
Constructores, los Formadores, los Procreadores, los Engendradores. "Que
se pruebe todavía. Ya se acerca la germinación, el alba. Hagamos a nuestros
sostenes, a nuestros nutridores. ¿Cómo ser invocados, conmemorados, en la
superficie de la tierra? [Ya] hemos ensayado con nuestra primera construcción,
nuestra formación, sin que por ella pueda hacerse nuestra adoración, nuestra
manifestación. Probemos, pues, a hacer obedientes, respetuosos sostenes,
nutridores", dijeron. Entonces fue la construcción, la formación.
De tierra hicieron la carne. Vieron que aquello
no estaba bien, sino que se caía, se amontonaba, se ablandaba, se mojaba, se
cambiaba en tierra, se fundía; la cabeza no se movía; el rostro [quedábase
vuelto] a un solo lado; la vista estaba velada; no podían mirar detrás de
ellos; al principio hablaron, pero sin sensatez. En seguida, aquello se licuó,
no se sostuvo en pie15. Entonces los Constructores, los Formadores,
dijeron otra vez: "Mientras más se trabaja, menos puede él andar y
engendrar". "Que se celebre, pues, consejo sobre eso", dijeron.
Al instante deshicieron, destruyeron una vez más, su construcción, su
formación, y después dijeron: "¿Cómo haremos para que nos nazcan adoradores,
invocadores?" Celebrando consejo de nuevo, dijeron entonces: "Digamos
a Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora, Maestro Mago del Alba, Maestro Mago del
Día: «Probad de nuevo la suerte, su formación»". Así se dijeron
unos a otros los Constructores, los Formadores, y hablaron a Antiguo Secreto,
Antigua Ocultadora. En seguida, el discurso dicho a aquellos augures, a la
Abuela del Día, a la Abuela del Alba por los Constructores, los Formadores; he
aquí sus nombres: Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora. Y los Maestros Gigantes
hablaron, así como los Dominadores, los Poderosos del Cielo. Dijeron entonces a
Los de la Suerte, los de [su] Formación, a los augures: "Es tiempo de
concertarse de nuevo sobre los signos de nuestro hombre construido, de nuestro
hombre formado, como nuestro sostén, nuestro nutridor,
nuestro invocador, nuestro conmemorador. Comenzad, pues, las Palabras
[Mágicas], Abuela, Abuelo, nuestra abuela, nuestro abuelo, Antiguo Secreto,
Antigua Ocultadora. Haced pues que haya germinación, que haya alba, que seamos
invocados, que seamos adorados, que seamos conmemorados, por el hombre
construido, el hombre formado, el hombre maniquí, el hombre moldeado. Haced que
así sea. Declarad vuestros nombres: Maestro Mago del Alba, Maestro Mago del
Día, Pareja Procreadora, Pareja Engendradora, Gran Cerdo del Alba, Gran Tapir
del Alba. Los de las Esmeraldas. Los de las Gemas, Los del Punzón, Los de las
Tablas, Los de la Verde Jadeita, Los de la Verde Copa, Los de la Resina, Los de
los Trabajos Artísticos, Abuela del Día, Abuela del Alba. Sed llamados así por
nuestros construidos, nuestros formados. Haced vuestros encantamientos por
vuestro maíz, por vuestro tzité 16. ¿Se hará, acontecerá, que
esculpamos en madera su boca, su rostro?" Así fue dicho a los de la
Suerte. Entonces [se efectuó] el lanzamiento [de los granos], la predicción del
encantamiento por el maíz, el tzité. "Suerte, fórmate", dijeron
entonces una abuela, un abuelo. Ahora bien, este abuelo era El del Tzité,
llamado Antiguo Secreto; esta abuela era La de la Suerte, la de [su] formación,
llamada Antigua Ocultadora con Gigante Abertura. Cuando se decidió la suerte,
se habló así: "Tiempo es de concertarse. Hablad; que oigamos y que
hablemos, digamos, si es preciso que la madera sea labrada, sea esculpida por
Los de la Construcción, Los de la Formación, si ella será el sostén, el
nutridor, cuando se haga la germinación, el alba". "Oh maíz, oh
tzité, oh suerte, oh [su] formación, asios, ajustaos" 17, fue
dicho al maíz, al tzité, a la suerte, a [su] formación. "Venid a picar
ahí, oh Espíritus del Cielo 18. No hagáis bajar la boca, la
faz 19 de los Dominadores, de los Poderosos del
Cielo", dijeron. Entonces dijeron la cosa recta: "Que así sean, así,
vuestros maniquíes, los [muñecos] construidos de madera, hablando, charlando en
la superficie de la tierra". —"Que así sea", se respondió a sus
palabras. Al instante fueron hechos los maniquíes, los [muñecos] construidos de
madera; los hombres se produjeron, los hombres hablaron; existió la humanidad
en la superficie de la tierra. Vivieron, engendraron, hicieron hijas, hicieron
hijos, aquellos maniquíes, aquellos [muñecos] construidos de madera. No tenían
ni ingenio ni sabiduría, ningún recuerdo de sus Constructores, de sus
Formadores; andaban, caminaban sin objeto. No se acordaban de los Espíritus del
Cielo; por eso decayeron. Solamente un ensayo, solamente una tentativa de
humanidad. Al principio hablaron, pero sus rostros se desecaron; sus pies, sus
manos, [eran] sin consistencia; ni sangre, ni humores, ni humedad, ni grasa;
mejillas desecadas [eran] sus rostros; secos sus pies, sus manos; comprimida su
carne. Por tanto [no había] ninguna sabiduría en sus cabezas, ante sus
Constructores, sus Formadores, sus Procreadores, sus Animadores. Éstos fueron
los primeros hombres que existieron en la superficie de la tierra.
4
En seguida [llegó] el
fin, la pérdida, la destrucción, la muerte de aquellos maniquíes,
[muñecos] construidos de madera. Entonces fue hinchada la inundación por los
Espíritus del Cielo, una «gran inundación fue hecha: llegó por
encima de las cabezas de aquellos maniquíes, [muñecos] construidos de madera. El tzité
[fue la] carne del hombre: pero cuando por los Constructores, los
Formadores?, fue labrada la mujer, el sasafrás 20 [fue
la] carne de la mujer. Esto entró en ellos por la
voluntad de los Constructores de los Formadores.
Pero no pensaban, no hablaban ante los de
la Construcción. Los de la Formación, sus Hacedores, sus
Vivificadores. Y su muerte fue esto: fueron
sumergidos; vino la inundación, vino del cielo una
abundante resina. El llamado Cavador de Rostros vino a arrancarles los ojos:
Murciélago de la Muerte, vino a cortarles la cabeza: Brujo-Pavo vino a comer su
carne: Brujo-Búho vino a triturar, a romper sus huesos, sus nervios:
fueron triturados, fueron pulverizados, en castigo de sus rostros,
porque no habían pensado ante sus Madres, ante sus Padres, los Espíritus del
Cielo llamados Maestros Gigantes. A causa de esto se oscureció la faz de la tierra,
comenzó la lluvia tenebrosa, lluvia de día, lluvia de noche. Los animales
pequeños, los animales grandes, llegaron: la madera, la piedra, manifestaron
sus rostros 21. Sus piedras de moler [metales], sus
vajillas de barro, sus escudillas, sus ollas, sus perros, sus pavos, todos
hablaron; todos, tantos cuantos había, manifestaron sus rostros. "Nos
hicisteis daño, nos comisteis; os toca el turno; seréis sacrificados", les
dijeron sus perros, sus pavos. Y he aquí [lo que les dijeron] sus piedras de
moler: "Teníamos cotidianamente queja de vosotros; cotidianamente, por la
noche, al alba, siempre: «Descorteza, descorteza, rasga, rasga» sobre nuestras
faces, por vosotros. He aquí, para comenzar, nuestro cargo a vuestra faz. Ahora
que habéis cesado de ser hombres, probaréis nuestras fuerzas: amasaremos,
morderemos, vuestra carne", les dijeron sus piedras de moler, Y he aquí que
hablando a su vez, sus perros les dijeron: "¿Por qué no nos dabais
nuestro alimento? Desde que éramos visto?, nos perseguíais, nos
echabais fuera: vuestro instrumento
para golpearnos estaba listo mientras comíais.
Entonces vosotros hablabais bien, nosotros no hablábamos. Sin ello no os
mataríamos ahora. ¿Cómo no razonabais? ¿Cómo no pensabais en
vosotros mismos? Somos nosotros quienes os borraremos [de la
haz de la tierra] ; ahora sufriréis los huesos de
nuestras bocas 22, os comeremos":
[así] les dijeron sus perros, mostrando "sus rostros. Y he aquí que a su
vez sus ollas, sus vajillas de barro, les hablaron: "Daño, dolor, nos
hicisteis, carbonizando nuestras bocas, carbonizando nuestras faces,
poniéndonos siempre ante el fuego. Nos quemabais sin que nosotros
pensáramos mal; vosotros lo sufriréis a vuestro turno, os quemaremos",
dijeron todas las ollas, manifestando sus faces. De igual manera las piedras
del hogar encendieron fuertemente el fuego puesto cerca de sus
cabezas, les hicieron daño. Empujándose [los hombres] corrieron, llenos de
desesperación. Quisieron subir a sus mansiones, pero cayéndose, sus mansiones
les hicieron caer. Quisieron subir a los árboles; los árboles los sacudieron a
lo lejos. Quisieron entrar en los agujeros, pero los agujeros despreciaron a
sus rostros. Tal fue la ruina de aquellos hombres construidos, de aquellos
hombres formados, hombres para ser destruidos, hombres para ser aniquilados; sus bocas, sus rostros,
fueron todos destruidos, aniquilados. Se dice que su posteridad [son] esos
monos que viven actualmente en las selvas 23; éstos fueron su
posteridad porque sólo madera había sido puesta en su carne por los
Constructores, los Formadores. Por eso se parece al hombre ese mono, posteridad
de una generación de hombres construidos, de hombres formados, pero [que sólo
eran] maniquíes, [muñecos] construidos de madera.
5
No había, pues, más
que una luz confusa en la superficie de la tierra, no había sol. Un [personaje]
llamado Principal Guacamayo se enorgullecía. Al principio existieron el cielo,
la tierra, pero ocultas [estaban] las faces del sol, de la luna. Él, pues,
decía: "En verdad, la posteridad de esos hombres ahogados es extraordinaria;
su vida es como [una vida] de Sabios 24. Yo soy, pues, grande
por encima del hombre construido, del hombre formado. Yo el sol, yo la luz, yo
la luna. Que así sea. Grande [es] mi luz. Por mí andan, caminan los hombres.
Mis ojos, en metales preciosos, resplandecen de gemas, de verdes esmeraldas.
Mis dientes brillan en su esmalte como la faz del cielo. Mi nariz resplandece a
lo lejos como la luna. De preciosos metales [está hecho] mi sitial con
respaldo. La faz de la tierra se ilumina cuando yo avanzo ante mi sitial con
respaldo. Así pues, yo soy el sol, yo soy la luna 25, para la
luz de la prole, la luz de los hijos. Así es, porque a lo lejos penetra mi
esplendor". [Así] decía Principal Guacamayo, mas en verdad Principal
Guacamayo no era el sol 26, sino que se enorgullecía de sus
jadeitas, de sus metales preciosos: pero en realidad su esplendor desaparecía
allí adonde él se sentaba 27, su esplendor no penetraba en todo
el cielo. No se veían aún, pues, las faces del sol, de la luna, de las
estrellas, aún no había claridad 28. Así, pues, Principal
Guacamayo se alababa como sol, [como] luna; la luz del sol, de la luna, todavía
no [se había] mostrado, manifestado; pero él quería sobreponerse en grandeza.
Entonces fue cuando ocurrió la inundación a causa de los maniquíes, [muñecos]
construidos de madera. Contaremos también cómo murió, fue vencido. Principal
Guacamayo [y después], en qué tiempo fue hecho el hombre por Los de la
Construcción, Los de la Formación.
6
He aquí el origen de la
derrota de Principal Guacamayo por dos engendrados, el primero llamado Maestro
Mago, el segundo llamado Brujito; [los dos] eran dioses 29. A
causa del mal que veían en el que se enorgullecía y que él quería hacer a la
faz de los Espíritus del Cielo, aquellos engendrados dijeron: "No está
bien que pase eso; ese hombre no debe vivir aquí, en la superficie de la
Tierra. Trataremos, pues, de tirar con cerbatana contra su comida; tiraremos
con cerbatana contra ella, introduciremos en ella una enfermedad que pondrá fin
a sus riquezas, a sus jadeitas, a sus metales preciosos, a sus esmeraldas, a
sus pedrerías, de las cuales se glorifica como lo harán todos los
hombres. Los metales preciosos, no son un motivo de gloria. Que así se haga,
pues". [Así] dijeron los dos engendrados, cada uno [con] su cerbatana
sobre el hombro.
Pero Principal Guacamayo
tenía dos hijos: Sabio Pez-Tierra [era] el primer hijo. Gigante de la Tierra,
el segundo hijo. La que se Torna Invisible, [era el nombre de su madre, esposa
de Principal Guacamayo. A este Sabio Pez-Tierra [servíanle] de juguetes las
grandes montañas Chicak, Hunahpu, Pecul, Yaxcanul, Macamob, Huliznab 30, se
cuenta, nombres de las montañas que existieron cuando el alba; nacieron en una
noche por [la acción de] Sabio Pez-Tierra. De igual modo por Gigante de la
Tierra eran removidas las montañas; por él eran agitadas las montañas pequeñas,
las montañas grandes. Los hijos de Principal Guacamayo hacían también de ello
una causa de Orgullo: "¡Vosotros! heme aquí, yo el sol", decía
Principal Guacamayo. "Yo hice la Tierra", decía Sabio Pez-Tierra.
"Yo sacudo al cielo, trastorno a toda la tierra", decía
Gigante de la Tierra. Así, después de su padre, los hijos de Principal
Guacamayo se atribuían la grandeza. He aquí, pues, el mal que vieron los
engendrados. Nuestras primeras madres, nuestros primeros padres no habían sido
hechos todavía. Así fue decidida la muerte [de los tres], su pérdida, por los
engendrados.
7
He aquí ahora los
disparos de cerbatana contra Principal Guacamayo por los dos engendrados; contaremos
ahora la derrota de aquellos que se enorgullecían. Este mismo Principal
Guacamayo tenía un gran árbol, el Byrsonia 31; era el alimento
de Principal Guacamayo; cada día iba al Byrsonia, subía al árbol; veía algunas
vainas comidas por Maestro Mago. Brujito. Por su parte, espiando a Principal
Guacamayo al pie del árbol, los dos engendrados venían a esconderse en el
follaje del árbol cuando Principal Guacamayo venía a comer [las frutas de] el
Byrsonia. Después fue tiroteado con cerbatanas por Supremo Maestro Mago, quien
le plantó la bala de la cerbatana en la mandíbula; gritó a voz en cuello al
caer del árbol al suelo. Supremo Maestro Mago se apresuró, corrió aprisa para
apoderarse de él; pero entonces el brazo de Supremo Maestro Mago fue asido violentamente
por Principal Guacamayo, quien al instante lo sacudió, lo arrancó bruscamente
del omoplato. Entonces Supremo Maestro Mago dejó ir a Principal Guacamayo. Así
es, así como hicieron, sin haber sido vencidos los primeros por Principal
Guacamayo. Llevando así el brazo de Supremo Maestro Mago, Principal Guacamayo
caminó hacia su casa, adonde llegó sosteniéndose la mandíbula.
"¿Qué te ha sucedido, pues?", dijo entonces La que se Torna
Invisible, esposa de Principal Guacamayo. "¿Qué? Dos engañadores 32 me
han tiroteado con su cerbatana, me han dislocado la mandíbula. A causa de eso,
se han aflojado mi mandíbula, mis dientes, que me hacen sufrir mucho.
Por de pronto
traigo [esto] sobre el fuego para que permanezca sobre
el fuego hasta que, en verdad, vengan a recogerlo, a tomarlo, esos
engañadores", respondió Principal Guacamayo, suspendiendo el brazo de
Supremo Maestro Mago. Habiendo celebrado consejo, Supremo Maestro Mago,
Brujito, hablaron con un abuelo, y verdaderamente blanca era la cabellera de
este abuelo, y con una abuela, y verdaderamente era una abuela encorvada,
quebrantada por la vejez 33. Gran Cerdo del Alba, nombre del
Abuelo; Gran Tapir del Alba, nombre de la abuela. Los engendrados dijeron,
pues, a la abuela, al abuelo: "Acompañadnos para ir a coger nuestro brazo
en casa de Principal Guacamayo, pero nosotros iremos detrás de vosotros. «Son
nuestros nietos a quienes acompañamos; su madre, su padre, han muerto 34;
por tanto, nos siguen por todas partes adonde nos conviene permitírselo,
pues sacar los animales de las mandíbulas es nuestro oficio», diréis vosotros.
Así Principal Guacamayo nos mirará como a niños, y estaremos allí para daros
consejos", dijeron los dos engendrados. "Muy bien", fue
respondido. En eguida se encaminaron hacia la punta en donde Principal
Guacamayo estaba sentado en su sitial con respaldo. La abuela, el abuelo,
pasaron entonces, [con] dos engendrados jugando detrás. Cuando
pasaron al pie de la casa del jefe, Principal
Guacamayo gritaba a voz en cuello a causa de sus dientes. Cuando Principal
Guacamayo vio al abuelo, a la abuela y a los que les acompañaban, "¿De
dónde venís, abuelos nuestros?", dijo al instante el jefe. "Buscamos
con qué sostenernos, oh Tú, Jefe", respondieron ellos. "¿Cuál es
vuestro alimento? ¿Son vuestros hijos, esos que os acompañan?" "No,
oh Tú, jefe. Éstos son nuestros nietos, pero ¿comprendes? tenemos piedad de
sus rostros, les damos y partimos la mitad [de nuestro alimento]",
respondieron la abuela, el abuelo. El jefe, pues, estaba extenuado por el
sufrimiento de sus dientes, y con esfuerzo era como hablaba. "Yo os
suplico, tened piedad de mi rostro 35.
¿Qué hacéis? ¿Qué curáis?", dijo el jefe. "Solamente sacamos de los
dientes los animales, curamos solamente los ojos, componemos solamente los
huesos, Tú, Jefe", respondieron. "Muy bien. Curadme en seguida, os
suplico, mis ." dientes, que verdaderamente me hacen sufrir. Cada día no
tengo reposo, no tengo sueño, a causa de ellos y de mis ojos. Dos engañadores
me han disparado con cerbatana, para comenzar. A causa de esto no como ya.
Tened, pues, piedad de mi rostro, pues todo se mueve, mi mandíbula, mis
dientes". "Muy bien, Tú, Jefe. Un animal te hace sufrir. No hay más
que cambiar, que sacar los dientes, Tú". "¿Será bueno quitarme mis
dientes? Por ellos soy jefe; mi ornamento: mis dientes y mis ojos".
"Pondremos al instante otros en cambio; huesos puros y netos
entrarán". Ahora, pues, esos huesos puros y netos no eran más que maíz
blanco. "Muy bien. Retiradlos pues y venid en mi ayuda", respondió
él. Entonces se arrancaron los dientes de Principal Guacamayo; no se le puso en
cambio más que maíz blanco; al instante ese maíz brilló mucho en su boca. Al
instante descendió su faz 36; no pareció ya jefe. Se acabó de
quitarle sus dientes en pedrería que, brillantes, ornaban su boca. Mientras que
se cuidaban los ojos de Principal Guacamayo se desollaron sus ojos, se acabó de
quitarle sus metales preciosos. Pero él no podía ya sentirlo; todavía veía
cuando lo que le enorgullecía hubo acabado de serle quitado por Maestro
Mago. Brujito. Así murió Principal Guacamayo cuando Maestro Mago vino a
recuperar su brazo. La que se Torna Invisible, esposa de Principal Guacamayo,
murió también. Tal fue el fin de las riquezas de Principal Guacamayo. Fue el
médico quien tomó las esmeraldas, las pedrerías, de las cuales, aquí en la
tierra, se gloriaba. La abuela Sabia, el abuelo Sabio, hicieron esto. El brazo
fue pegado; pegado estuvo bien. Ellos no quisieron obrar así más que para matar
a Principal Guacamayo; consideraban como malo que se enorgulleciese. En seguida
los dos engendrados caminaron, habiendo ejecutado la
Palabra de los Espíritus del Cielo.
8
He aquí en seguida la
Gesta de Sabio Pez-Tierra, primer hijo de Principal Guacamayo. "Yo hacedor
de montañas", decía Sabio Pez-Tierra. He aquí que Sabio Pez-Tierra se
bañaba al borde del agua cuando acertaron a pasar cuatrocientos 37 jóvenes,
arrastrando un árbol para pilar de su casa; cuatrocientos jóvenes iban
caminando, después de haber cortado un gran árbol para viga maestra de su casa.
Entonces Sabio Pez-Tierra caminó adonde estaban los cuatrocientos jóvenes.
—"Jóvenes, ¿qué hacéis?". —"Solamente, un árbol que no podemos
levantar para llevarlo sobre nuestros hombros". —"Yo lo llevaré al
hombro. ¿Adonde llevarlo? ¿Cuál trabajo hay en vuestro espíritu?"
"Solamente la viga maestra de nuestra casa".
—"Perfectamente", dijo él, [y] después tiró [del árbol], lo cargó
sobre sus hombros y lo llevó a la entrada de la casa de los cuatrocientos
jóvenes. "¡Y bien! Estáte pues con nosotros, oh joven. ¿Tienes madre,
padre?" "No tengo", dijo él. "¡Y bien! Nosotros te
emplearemos otra vez mañana para señalarte uno de nuestros árboles para pilar
de nuestra casa". "Bien", dijo él. En seguida los cuatrocientos
jóvenes celebraron consejo. "He ahí a ese joven. ¿Cómo haremos para
matarlo, pues no está bien que haga eso, que él solo levante ese árbol?
Cavaremos un gran hoyo, [y] después lo incitaremos a descender en el hoyo.
«Vete a agrandarlo. Toma y trae tierra del hoyo», le diremos, y, cuando haya
descendido y esté inclinado en el hoyo, lanzaremos un gran árbol en él;
entonces morirá en el hoyo". Así hablaron los cuatrocientos jóvenes.
Entonces cavaron un gran hoyo que descendía profundamente, y después llamaron a
Sabio Pez-Tierra. "Nosotros te estimamos. Ve pues, y cava aún la tierra,
en el sitio de donde nosotros no pasamos", le dijeron. "Muy
bien", respondió él, y después descendió al hoyo. Llamándole mientras que
él cavaba la tierra: "¿Ya has descendido muy hondo?", le dijeron.
"Sí", respondió, comenzando a cavar el hoyo, pero cavaba un
hoyo de salvamento. Él sabía que querían matarlo; mientras que cavaba el
hoyo, cavaba al lado un segundo hoyo para salvarse. "¿Está ya muy
hondo?", le fue dicho desde arriba por los cuatrocientos jóvenes. "Todavía
estoy ocupado en mi excavación, pero os llamaré desde abajo cuando haya acabado
de cavar", les respondió desde el fondo del hoyo Sabio Pez-Tierra. Mas no
cavaba el fondo del hoyo [destinado] para [su] tumba; no cavaba sino el
hoyo para salvarse. En seguida Sabio Pez-Tierra llamó, no gritando sin embargo
sino cuando estuvo en el hoyo de salvamento. "Venid a buscar, a llevar la
tierra del hoyo que he cavado. Por él he descendido verdaderamente lejos.
¿No oís mi llamada? Pero he aquí vuestra llamada
que repercute como uno, dos ecos; oigo donde estáis vosotros",
decía Sabio Pez-Tierra en el hoyo en donde
se ocultaba; y llamaba desde el fondo de aquel hoyo.
Y he aquí que con fuerza fue traído el gran árbol por los jóvenes; en seguida
lanzaron vivamente el árbol en el agujero. "Que ninguno hable. Esperemos
solamente a que grite a voz en cuello, a que muera", se dijeron unos a
otros, mas se hablaban en secreto, mas se cubrían la boca, mirándose
mutuamente, mientras lanzaban prontamente
el árbol. Ahora, pues, he aquí que Sabio Pez-Tierra habló, gritó a
voz en cuello, pero no llamó sino una sola vez mientras que el árbol caía.
"¡Oh, cómo hemos llevado a buen fin lo que le hemos hecho!
¡Muerto está! Si por desgracia hubiera continuado el trabajo del cual se había
encargado, desgraciados [de nosotros]. Se habría introducido [como] el primero
entre nosotros los cuatrocientos jóvenes", dijeron, alegrándose aún.
"Es preciso hacer durante tres días nuestra bebida fermentada, pasar tres
días más en beber por la fundación de nuestra casa, nosotros los cuatrocientos
jóvenes", dijeron. "Mañana veremos, pasado mañana también, si no
vienen de la tierra las hormigas a llevarse, cuando hieda, la inmundicia. En
seguida nuestro corazón estará en reposo, mientras bebemos nuestra bebida
fermentada", dijeron.
Ahora, pues, allá en el
hoyo. Sabio Pez-Tierra oía lo que decían los jóvenes. Después, al segundo día,
llegaron de repente las hormigas, yendo y viniendo
en muchedumbre para reunirse debajo del árbol. De todas partes trajeron
cabellos, trajeron uñas de Sabio Pez-Tierra; viendo esto los jóvenes.
"¡Acabado está, ese engañador! ¡Ved! Las hormigas se reúnen, llegan en
multitud, traen de todas partes sus cabellos, sus uñas. He aquí lo que hemos
hecho", se dijeron unos a otros. Pero Sabio Pez-Tierra estaba bien vivo:
había cortado los cabellos de su cabeza, se había recortado las uñas con los
dientes, para darlos a las hormigas. Así los cuatrocientos jóvenes lo creyeron
muerto; después, al tercer día, comenzaron su bebida fermentada; entonces se
embriagaron todos los jóvenes. Estando todos ebrios, los cuatrocientos jóvenes
no tenían ya Sabiduría; entonces su casa fue derribada sobre sus cabezas por
Sabio Pez-Tierra, y acabaron por ser todos destruidos. Ni uno ni dos
de aquellos cuatrocientos jóvenes se salvaron; fueron matados por Sabio
Pez-Tierra, hijo de Principal Guacamayo. Así murieron los cuatrocientos
jóvenes. Se dice también que entraron en la constelación llamada a causa de ellos
el Montón 38, pero esto no es quizás más que una fábula. Aquí
contaremos también la derrota de Sabio Pez-Tierra por los dos engendrados
Maestro Mago, Brujito.
9
He aquí la
derrota, la muerte de Sabio Pez-Tierra
cuando fue vencido por los engendrados Maestro Mago. Brujito. He
aquí lo que hirió el corazón de aquellos
engendrados: los cuatrocientos jóvenes matados por Sabio Pez-Tierra. Solamente
de pescados, solamente de cangrejos, se sostenía él, se nutría, al borde del
agua; ése era su alimento cotidiano. De día erraba, buscando su subsistencia;
de noche, transportaba las montañas. En seguida un gran cangrejo fue imitado
por Maestro Mago, Brujito. Le pusieron una faz en madera de Ek 39;
pues la madera de Ek se encuentra por doquiera en las selvas; hicieron con ella
las grandes patas del cangrejo; después, de Pahac 40 las
patas pequeñas. Pusiéronle un carapacho de piedra que acabó la faz
posterior del congrejo. En seguida, pusieron a esta "tortuga" 41 en
el fondo de una gruta al pie de una gran montaña; Meaván 42,
nombre de la montaña de la derrota. Después, los engendrados fueron al
encuentro de Sabio Pez-Tierra, al
borde del agua. "¿Adonde vas, oh hijo?", dijeron a
Sabio Pez-Tierra. "No voy a ninguna parte, sino que busco mi
subsistencia", respondió Sabio Pez-Tierra. "¿Cuál es tu
alimento?". "Solamente pescados, solamente cangrejos; no he podido
cogerlos aquí. Hace dos días que no he comido y ya no puedo más de
hambre", dijo Sabio Pez-Tierra a Maestro Mago, Brujito. "Allá abajo,
en el fondo de la barranca, hay un cangrejo, un cangrejo verdaderamente grande;
seria un glorioso bocado para tu subsistencia. Pero nos mordió cuando quisimos
cogerlo, y nos asustamos; por nada iríamos a cogerlo", dijeron Maestro
Mago, Brujito. "Tened piedad de mi faz. Venid a mostrármelo, oh
engendrados", dijo Sabio Pez-Tierra. "De ningún modo, no queremos;
solamente tú ve allá; no es posible perderse; ve solamente al borde del agua y
llegarás al pie de una gran montaña donde resuena en el fondo de la barranca; vete,
llega", respondieron Maestro Mago, Brujito. "¡Ah, tened piedad de mi
faz! Oh engendrados, ¿en dónde encontrarlo? Venid a mostrármelo. Hay
muchos pájaros cantores a los que podréis disparar con cerbatana; yo sé dónde
están", dijo Sabio Pez-Tierra. Su humildad complació a los engendrados.
"¿Sabrás cogerlo si volvemos [allá abajo] por tu causa? Cierto, no
probamos ya más; nos mordió cuando entramos agachados; nos asustamos cuando
entramos encorvados, pero por poco lo alcanzábamos. Es bueno, pues, que entres
allí encorvado", le dijeron. "Muy bien", respondió Sabio
Pez-Tierra. Entonces caminó en su compañía. Después, fue llegó al fondo de la
barranca. Inclinado de los dos lados, el cangrejo enderezaba hacia adelante su
dorso. En el fondo de la barranca estaba la añagaza de ellos.
"¡Perfectamente! Quisiera ya ponerla en [mi] boca", [dijo]
alegrándose Sabio Pez-Tierra, porque en verdad se moría de hambre. Así, pues,
quiso intentar, quiso encorvarse, quiso entrar. El cangrejo fue hacia lo alto.
Entonces él se retiró. "¿No lo has alcanzado"?, dijeron [los dos
engendrados]. "No está ahí, sino que subió: pero al principio por poco lo
cogía. Quizás fuera bueno que yo entrase", respondió él. Después,
encorvándose, entró; acabó de entrar; no mostró afuera más que las puntas de los
pies. La gran montaña acabó de minarse, se aplastó, descendió sobre su corazón.
Él ya no se revolvió más: Sabio Pez-Tierra fue piedra. Tal fue la derrota de
Sabio Pez-Tierra por los engendrados Maestro Mago, Brujito. "Hacedor de
Montañas", dice el relato de antaño. Primer hijo de Principal Guacamayo.
Al pie de la montaña llamada Meaván fue vencido. No es sino por Magia como fue
vencido el segundo de los que se enorgullecían. Vamos a contar la historia de
otro.
10
El tercero de los que se
enorgullecían, segundo hijo de Principal Guacamayo, llamado Gigante de la
Tierra, decía: "Yo destruyo las montañas". Y Maestro Mago, Brujito,
vencieron también a Gigante de la Tierra. Maestro Gigante [Relámpago], Huella
del Relámpago, Esplendor del Relámpago, dijeron, hablando a Maestro Mago,
Brujito: "Que también sea vencido el segundo hijo de Principal Guacamayo.
Tal es nuestra Palabra, porque no está bien lo que él hace sobre la tierra:
exaltar su gloria, su grandeza, en potencia. Que ya no sea más así". "Atraedlo
dulcemente hacia el Oriente" 43, dijeron "también los
Maestros Gigantes a los dos engendrados. "Muy bien, jefes",
respondieron éstos. "No está bien lo que vemos. ¿No sois vosotros la
Existencia, la Fundación, los Espíritus del Cielo?", dijeron los
engendrados, recibiendo la Palabra de los Maestros Gigantes. Y en aquel momento
Gigante de la Tierra destruía las montañas. Por poco que con el pie golpease la
tierra, en seguida a causa de esto se desgarraban las montañas grandes, las
montañas pequeñas 44. Entonces fue encontrado por los
engendrados. "Joven, ¿adonde vas?", dijéronle a Gigante de la Tierra.
"No voy a ninguna parte, solamente derribo las montañas, yo soy su
destructor, mientras haya días, mientras haya albas 45",
dijo él, respondió él entonces. Después, a su vez, Gigante de la Tierra [les]
dijo a Maestro Mago, Brujito: "¿Por qué venís vosotros? Yo no conozco
vuestros rostros. ¿Cuál es vuestro nombre?"; [así] dijo Gigante de la
Tierra. "No tenemos nombre. Solamente cazamos con cerbatana, solamente
cazamos con liga, en las montañas. Nosotros [somos] solamente unos pobres; nada
[es] de nosotros, oh joven. Solamente recorremos las pequeñas montañas, las
grandes montañas, oh joven. He aquí que hemos visto una gran montaña, pero en
donde está se ven precipicios; se eleva a gran altura: es tan alta que
sobrepasa a todas las montañas. No hemos podido coger, pues, en ella uno, dos
pájaros, oh joven. ¿Pero derribas verdaderamente todas las montañas, oh
joven?", dijeron Maestro Mago, Brujito a Gigante de la Tierra. "¿Visteis
verdaderamente la montaña que decís? ¿En dónde está? Yo la
veré, la derribaré. ¿En dónde la visteis?" "Está allá abajo, al
Este", respondieron Maestro Mago, Brujito. "Bien. Elegid nuestro
camino 46", dijo él a los engendrados. "No, no. Te
pondremos entre los dos en medio, y uno estará a tu izquierda, uno a tu
derecha, a causa de nuestras cerbatanas; si hay pájaros nosotros les
dispararemos con las cerbatanas", respondieron. Alegremente probaron a
disparar con sus cerbatanas. He aquí que disparando con las cerbatanas no había
bala en sus cerbatanas; solamente soplaban disparando con las cerbatanas contra
los pájaros 47; Gigante de la Tierra estaba maravillado.
Entonces los engendrados frotaron fuego 48, asaron sus pájaros
ante el fuego. Untaron con creta alrededor un pájaro, le pusieron tierra
blanca 49. "He aquí lo que le daremos para excitar su gula
por el husmo que en él encontrará. Nuestro pájaro le derrocará. De igual modo
que de tierra está envuelto todo alrededor por nosotros este pájaro, a tierra
le echaremos, en tierra le inhumaremos. Demasiada Ciencia en un construido, un
formado, cuando comienza la germinación, cuando comienza el alba", dijeron
los engendrados. "Cierto, a causa del deseo de todos los corazones de
comer, de triturar, el corazón de Gigante de la Tierra deseará lo mismo",
dijeron entre sí Maestro Mago, Brujito. Durante este tiempo asaban al pájaro,
el cual cocía y amarilleaba asándose; el jugo del pájaro goteaba, fluía por
todas partes, tenía un husmo muy suave. He aquí que Gigante de la Tierra deseó
comer de él y que se le hizo agua la boca, que bostezó, que la saliva, la baba,
corrió a causa del sabroso pájaro. Entonces preguntó: "¿Qué es este
alimento? Siento un husmo verdaderamente exquisito. Dadme pues un poco"; [así] dijo.
Se [le] dio entonces el pájaro a Gigante de la Tierra, para vencerlo.
Después de que hubo acabado [de comerse] aquel pájaro, caminaron de nuevo
dirigiéndose hacia el Oriente, en donde estaba la gran montaña. He aquí que va
Gigante de la Tierra se desvanecía de los pies, de las manos, estaba sin
fuerzas, a causa de la tierra con la cual se había untado
todo alrededor el pájaro del que había comido. No podía ya hacerles nada a las
montañas ni acabar de derribarlas. Y entonces, ligado por los engendrados,
[estando] sus manos atadas atrás, sus manos guardadas por los extranjeros, el
cuello y las piernas ligados juntamente, fue en seguida tendido en tierra, fue
inhumado. Tal fue la derrota de Gigante de la Tierra, solamente por Maestro
Mago, Brujito. Innumerables [fueron] sus acciones sobre la tierra.
He aquí que contaremos el
nacimiento de Maestro Mago, Brujito, pues hemos contado primeramente la derrota
de Principal Guacamayo y la de Sabio Pez-Tierra y la de Gigante de la Tierra,
sobre la tierra.
11
He aquí que diremos el
nombre del padre de Maestro Mago, Brujito. Musitaremos el origen, musitaremos
solamente la historia, el relato, del engendramiento de Maestro Mago, Brujito;
no diremos de esto sino la mitad y solamente una parte de la historia de su
padre. He aquí, pues, la historia de éste. Su nombre es Supremo Maestro Mago,
como se dice. Sus padres son Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora. Por ellos, en
la noche, fueron engendrados 50 Supremo Maestro Mago,
Principal Maestro Mago, por Antiguo Secreto. Antigua Ocultadora. Ahora pues, Supremo
Maestro Mago engendró dos hijos: Maestro Mono [es el] nombre del primer hijo, Maestro
Simio [es el] nombre del segundo hijo. Y el nombre de su madre, [es] éste:
Paridora de Monos; tal es el nombre de la esposa de Supremo Maestro Mago.
Principal Maestro Mago, sin esposa, célibe. Pero estos dos hijos eran muy
grandes Sabios; grande su Ciencia; augures 51 aquí en la
tierra; buenos su existencia, su nacimiento. Se mostró toda la Ciencia ante
Maestro Mono. Maestro Simio, hijos de Supremo Maestro Mago. Maestro Mono.
Maestro Simio, llegaron a ser músicos, cantantes, tiradores de cerbatana,
pintores, escultores, joyeros, orfebres. Ahora bien, Supremo Maestro Mago,
Principal Maestro Mago, no hacían cotidianamente más que [jugar al] blanco, que
jugar a la pelota 52. Cada dos días encontrábanse cuatro,
reuníanse en el juego de pelota. Para verlos venía el Gavilán, mensajero de
Maestro Gigante [Relámpago], Huella del Relámpago, Esplendor del Relámpago.
Ahora bien, este Gavilán, de no lejos de aquí en la tierra, de no lejos de
Xibalbá 53 llegaba seguidamente al cielo, junto a los
Maestros Gigantes. Mientras ellos permanecían aquí en la tierra, la madre de
Maestro Mono, Maestro Simio, murió. He aquí que, caminando hacia Xibalbá 54 jugaron
a la pelota, lo que oyeron Supremo Muerto. Principal Muerto, jefes de Xibalbá.
"¿Qué hacen sobre la tierra? ¿Quién la hace temblar? ¿Quién hace tal
batahola? Que se envíe a buscarlos, a traerlos aquí; que vengan a jugar a la
pelota a fin de que los venzamos. Verdaderamente, no somos obedecidos por
ellos: no hay obediencia, no hay respeto para nuestro ser. No hacen mas que
batallar sobre nuestras cabezas", dijo todo Xibalbá. Entonces todos
celebraron consejo. Estos llamados Supremo Muerto, Principal
Muerto, los Grandes Decidores de Palabra 55. He aquí a
todos los jefes, a quienes éstos daban sus cargos de poder; cada uno jefe por
orden de Supremo Muerto. Principal Muerto. He aquí, pues, los nombres de los
jefes: Extiende Tullidos. Reúne Sangre: su cargo: los hombres que tienen
flujos de sangre. He aquí también a los jefes Hacedor de Abscesos.
Hacedor de Ictericia; su poder: dar a los hombres tumores, darles abscesos en
las piernas y amarillearles el rostro, lo que se llama ictericia, y éste era el
poder de Hacedor de Abscesos, Hacedor de Ictericia. He aquí además a los jefes
Varilla de Huesos, Varilla de Cráneos, los de la varilla 56 de
Xibalbá; solamente de huesos [eran] sus varillas; su mayordomía: osificar a los
hombres a fin de que, no siendo más que huesos y cráneos al morir, no haya que
recoger más que sus esqueletos; tal era la función de los llamados Varilla de
Huesos, Varilla de Cráneos. He aquí también a los jefes llamados Hacedor de
Traición, Hacedor de Infortunio; he aquí sus cargos: chocar al hombre contra la
traición; sea detrás de su morada, sea delante de su morada; que tuvo la mala
suerte de caer, boca arriba, sobre el suelo: se moría; tal era el poder de
Hacedor de traición, Hacedor de Infortunio. He aquí también a los jefes
llamados Gavilán [de sangre], Opresión; he aquí su poder: el hombre moría en
camino de lo que se llama muerte súbita, viniéndole la sangre a la boca;
entonces él moría, vomitando la sangre; a cada uno [correspondía] el cargo de
romper la garganta, el corazón del hombre, para que muriese en camino,
haciéndole llegar de repente [la sangre] a la garganta mientras marchaba; tal
era el poder de Gavilán [de Sangre], Opresión. He aquí que se reunieron en
consejo para combatir, atormentar, a Supremo Maestro Mago, Principal Maestro
Mago. Xibalbá quería burlarse de Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago,
de sus escudos de cuero, de sus anillos, de sus guantes, de sus coronas y de
los cascos con que se engalanaban Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago.
He aquí, pues, que
contaremos su viaje a Xibalbá, dejando permanecer [aparte] a Maestro Mono,
[Maestro] Simio, hijos de Supremo Maestro Mago y cuya madre estaba ya muerta.
En seguida, [contaremos] la derrota de Maestro Mono, Maestro Simio, por Maestro
Mago, Brujito.
12
En seguida partieron los
mensajeros de Supremo Muerto, Principal Muerto. "En camino, oh Consejeros
de los Varones. Id a llamar a Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago.
Decidles: «Venid con nosotros —Que vengan, dicen los jefes. —Que vengan aquí a
pelotear con nosotros: que nos revivifiquemos nuestros rostros con ellos; en
verdad, admiramos sus bocas 57; así, pues, que vengan, dicen
los jefes.» —Que al venir traigan lo que tienen: sus anillos58, sus
guantes; que vengan también con su pelota, dicen los jefes." "Decidles:
—Venid". Así fue dicho a los mensajeros. He aquí a los mensajeros Búhos:
Flecha-Búho, Maestro Gigante Búho, Guacamayo-Búho, Cabeza-Búho; así se llamaban
los mensajeros de Xibalbá. Flecha-Búho era rápido como una flecha. De Maestro
Gigante Búho la naturaleza era de gigante. De Guacamayo-Búho, la
naturaleza era [tener] un dorso de fuego 59. Cabeza Búho no
tenía más que una cabeza, no tenía piernas pero sí alas. Esos cuatro mensajeros
tenían el oficio de Consejeros de los Varones. Partidos de Xibalbá, llegaron en
seguida y se posaron en el juego de pelota. Supremo Maestro Mago, Principal
Maestro Mago, peloteaban allí, en el juego de pelota llamado Juego de Pelota
Ornado con Gran Frontón. Los Búhos se posaron en el juego de pelota, [y]
formaron su discurso exactamente en el orden del discurso de todos los jefes
llamados Supremo Muerto, Principal Muerto. Hacedor de Abscesos, Hacedor de
Ictericia, Varilla de Huesos, Varilla de Cráneos, Extiende Tullidos. Reúne
Sangre, Hacedor de Traición, Hacedor de Infortunio, Gavilán [de Sangre],
Opresión, que habían formado el discurso para los Búhos. "¿Los jefes
Supremo Muerto. Principal Muerto, dijeron verdaderamente eso? ¿Dijeron
verdaderamente que debíanlos acompañaros?" —-"Que traigan sus accesorios
de juegos, dijeron los jefes." "Muy bien.
Esperadnos. Al momento nos despedimos de nuestra madre", dijeron ellos,
Fueron en seguida a la casa y dijeron a su madre, porque su padre ya había
muerto: "Oh madre nuestra, partimos. Los mensajeros de los jefes han
venido a recogernos. —Que vengan, han dicho ellos, dicen los que fueron
enviados hacia nosotros". "Pero nuestra pelota quedará como
testigo", añadieron [y] luego fueron a atarla en un agujero en lo alto de
la mansión. Después: "La recogeremos". "En cuanto a vosotros, no
haced más que absorber, cantar, pintar, cincelar, recrear vuestra casa, recrear
el corazón de vuestra abuela", dijeron a Maestro Mono, Maestro Simio.
Cuando se despidieron, su madre Antigua Ocultadora lloró de emoción. "Nos
vamos, no estamos muertos; no os aflijáis", dijeron Supremo Maestro Mago,
Principal Maestro Mago, poniéndose en camino.
En seguida, Supremo
Maestro Mago, Principal! Maestro Mago, caminaron precedidos por los mensajeros.
Después descendieron al camino que lleva a Xibalbá, de pendientes muy en
declive. Habiendo descendido así, llegaron al borde de los ríos encantados de
barrancos llamados Barranco Cantante Resonante, Barranco Cantante, que pasaron
sobre ríos encantados con árboles espinosos; innumerables [eran] los
árboles espinosos, pasaron sin hacerse daño 60. En
seguida llegaron al borde del río de la Sangre 61, [y] allí
pasaron sin beber. Llegaron a otro río, de agua solamente; no habiendo sido
vencidos, lo pasaron también. Entonces llegaron allí donde cuatro caminos se
cruzaban: allí fueron vencidos, allí donde cuatro caminos se cruzaban. Un
camino rojo, un camino negro 62, un
camino blanco, un camino amarillo 63;
cuatro caminos. He aquí que El del Camino Negro dijo: "Tomadme, yo el
camino-jefe"; [así] dijo El del Camino. Allí fueron vencidos. He aquí que
siguieron el camino de Xibalbá. Al llegar allá donde se congregaba el gobierno
de Xibalbá, fueron vencidos.
Ahora bien, los
primeros sentados eran un maniquí, [y] un [muñeco] hecho de madera,
arreglados por Xibalbá. Éstos fueron los
primeros a quienes saludaron. "Salud. Supremo
Muerto", dijeron al maniquí; "Salud, Principal
Muerto", dijeron al [muñeco] hecho de madera. Éstos no respondieron.
Entonces los jefes de Xibalbá hicieron ruido de risa: todos los jefes hicieron
ruido de risa, pues en su espíritu
eran victoriosos y Supremo Maestro Mago.
Principal Maestro Mago, estaban vencidos. Rieron primeramente. Después
Supremo Muerto, Principal Muerto, dijeron: "¡Muy bien! Habéis
venido. Que mañana se despierten vuestros rostros, vuestros
anillos, vuestros guantes": [así]
dijeron. "Sentaos en nuestro banco 64",
fue dicho, pero el banco que daban era una piedra quemante; al sentarse
en el banco, se quemaron; verdaderamente se escurrieron de aquel banco sin
encontrar alivio: verdaderamente se levantaron, aquel asiento les
quemaba. Entonces los Xibalbá se rieron otra vez; de risa tenían Ja lengua
espesa; la serpiente Risa nacía en su corazón, en su sangre,
en sus huesos. Reían, todos los Xibalbá reían.
"Id a vuestra
morada. Allí se os ofrecerá en el dormitorio vuestro pino 65,
vuestro tabaco 66", se les dijo. En seguida llegaron a la
Mansión Tenebrosa; no había más que tinieblas en el interior de la mansión.
Entonces los Xibalbá celebraron consejo. "Sacrifiquémoslos mañana; que
mueran pronto; su juego nos insulta", se dijeron unos a otros los Xibalbá.
Ahora, pues, su pino era una flecha redonda, del pino llamado Blanco Pedernal,
el pino [pedernal sacrificatorio] de Xibalbá; puntiagudo era, pues, su juego;
debía llegar aprisa a su fin y favorecer el plan de Xibalbá. Supremo Maestro
Mago, Principal Maestro Mago, entraron en la Mansión Tenebrosa. Se les dieron
sus pinos; a cada uno el pino encendido de Supremo Muerto. Principal Muerto:
con esto a cada uno llegó también de los jefes su tabaco encendido; llegóse
entonces a darlos a Supremo Maestro Mago. Principal Maestro Mago. Estaban en la
obscuridad cuando se llegó a darles sus pinos y su tabaco; desde la entrada los
pinos alumbraron. "Que cada uno queme su pino y su tabaco; que a la aurora
vengan a darlos: pero que sin gastarlos nos los devuelvan, os dicen los
jefes", díjose. Así fueron derrotados. El pino se consumió, el tabaco
también se consumió, que se les había dado. Numerosas las pruebas de Xibalbá;
muchas suertes de pruebas. La primera, la Mansión Tenebrosa, toda de oscuridad
al interior.
La segunda, llamada
Mansión de los Calofríos, en la cual un frío muy insoportable, un
frío muy picante, llenaba el interior. La tercera, llamada Mansión de los
Jaguares, donde no había más que jaguares entremezclándose, atacándose,
enseñando los dientes, mofándose, jaguares encerrados en la mansión. Mansión de
los Murciélagos, nombre de la cuarta mansión; en el interior de la mansión,
solamente murciélagos que gritaban, que aleteaban, que revoloteaban en la
mansión, murciélagos encerrados sin poder salir. La quinta. Mansión de
Obsidiana; no había más que vencedores, con sus flechas, en silencio, en lucha,
en la mansión. Éstas son las primeras pruebas de Xibalbá, pero Supremo Maestro
Mago. Principal Maestro Mago, no entraron; basta con mencionar los nombres de
las mansiones de pruebas.
Cuando Supremo Maestro
Mago, Principal Maestro Mago, llegaron ante Supremo Muerto. Principal Muerto.
"¿Dónde está mi tabaco, dónde está mi pino, que se os llevaron ayer
noche?", [les] fue dicho. "Los acabamos, oh jefes". "Muy
bien. Ahora acabaremos vuestros días, moriréis; seréis perdidos, seréis
cortados 67; aquí vuestra faz será escondida; seréis
sacrificados", dijeron Supremo Muerto, Principal Muerto.
Entonces se les sacrificó, se les enterró en el Juego de Pelota de los
Sacrificios, así llamado. Se cortó la cabeza de Supremo Maestro Mago, y
el primogénito fue enterrado con el segundón. "Que se ponga su
cabeza en el árbol que está en el camino", dijeron Supremo Muerto,
Principal Muerto. Cuando se fue a colocar la cabeza en medio del árbol,
entonces el árbol dio frutas; no
había frutas antes de que fuera puesta la
cabeza de Supremo Maestro Mago en medio del árbol. Ahora bien, esta
cabeza es la que llamamos ahora Cabeza de Supremo Maestro Mago, como se dice.
Supremo Muerto, Principal Muerto, consideraron asombrados las
frutas del árbol, frutas enteramente redondas. No se veía en dónde estaba la
cabeza de Supremo Maestro Mago, fruta idéntica a las frutas del
calabacero. Toda Xibalbá vino a mirar, a ver aquello. Grande se
volvió en su espíritu el carácter de aquel árbol a causa de lo que se había
súbitamente hecho en él cuando se había colocado en medio de él la cabeza de Supremo
Maestro Mago. Entonces los Xibalbá se dijeron entre sí:
"Que ninguno coja sus frutas. Que ninguno venga al pie del
árbol"; [así] dijeron todos los Xibalbá, vedándose
mutuamente, prohibiéndose mutuamente. Desde entonces la cabeza de
Supremo Maestro Mago no se descubrió ya más; no formó más que un todo con
las frutas del árbol llamado Calabacero.
Pero una joven oyó ese
gran relato, y he aquí, pues, que contaremos su aventura.
13
Y he aquí la historia de
una joven, hija de un jefe llamado Reúne Sangre. Y he aquí que una joven, hija
de un jefe, oyó. Reúne Sangre, [era] el nombre de su padre. La de
la Sangre, [era] el nombre de la joven. Cuando oyó la
historia de las frutas del árbol, que le fue contada por su padre, se
maravilló grandemente de tal relato. "¿Por qué no iría yo a ver ese árbol
del cual se habla? Por lo que oigo decir, esas frutas son verdaderamente
agradables", se dijo ella. Entonces partió sola, [y] llegó al pie del
árbol plantado en medio del Juego de Pelota de los Sacrificios.
"¡Ah, ah! ¿Son ésas las frutas del árbol? ¡Cuan
agradables las frutas de ese árbol! ¿Moriré, me perderé si cojo algunas?",
dijo la joven. Entonces el hueso que estaba en medio del árbol habló.
"¿Qué deseas? Estas bolas redondas en las
ramas de] árbol no son más que huesos", dijo la cabeza de Supremo Maestro
Mago, hablándole a la adolescente. "¿Las deseas todavía?",
añadió. "Ése es mi deseo",
dijo la joven. "¡Muy bien! Extiende solamente el extremo de tu
mano". "Sí", dijo la adolescente, alargando su mano que extendió
ante el hueso. Entonces el hueso lanzó con fuerza saliva en la mano extendida
de la joven; ésta, al instante, miró con mirada curiosa el hueco de su mano,
pero la saliva del hueso ya no estaba en su mano, "En esa saliva, esa
baba, te he dado mi posteridad. He aquí que mi cabeza no hablará ya más; ya no
es más que un hueso descarnado. Así son igualmente las cabezas de
los grandes jefes. Sólo la carne vuelve buena la cara, de donde [proviene],
cuando mueren, el terror de los hombres a causa de las osamentas. Lo mismo pasa
con los hijos, cuyo ser es como la saliva, la baba, la cual, sea de hijos de
jefes, sea de hijos de Sabios, de oradores, no se pierde sino que se extiende,
se continúa, sin que se extinga, sin que se aniquile la faz
del jefe, del Varón, del Sabio, del Orador.
Tal como pasa con los hijos que vienen, así he hecho contigo. Sube, pues, a la
tierra sin morir. Que en ti penetre mi Palabra 68. Que
así sea", dijo la cabeza de Supremo Maestro Mago, Principal Maestro Mago.
Ahora bien, esta Magia la habían hecho ellos por la Palabra de Maestro Gigante
[Relámpago], Huella del Relámpago, Esplendor del Relámpago.
La joven volvió entonces
a su casa, habiéndole sido hechas numerosas advertencias 69. Y
al instante, solamente por la saliva, sus hijos nacieron en su vientre. Tal fue
el engendramiento de Maestro Mago, Brujito. La adolescente llegó a su
casa. Seis lunas se acabaron. Entonces ella fue examinada por su
padre; Reúne Sangre, nombre de su padre. Después del examen de la joven por el
padre, éste vio que allí había un hijo. Entonces los jefes Supremo Muerto,
Muerto Principal, juntaron toda su sabiduría con la de Reúne Sangre. "Oh,
jefes, he aquí que por fornicación mi hija tiene un hijo", dijo Reúne
Sangre, al llegar junto a los jefes. "¡Y bien! Cava su boca70.
Si no habla que se la sacrifique, que
se vaya a sacrificarla lejos de aquí".
"Muy bien, oh grandes jefes", respondió él. Entonces [le]
preguntó a su hija: "Oh, hija mía, ¿cuál es el posesor del hijo [que hay]
en tu vientre? 71". Ella respondió: "Oh,
padre mío, ahí no hay hijo; no hay ningún hombre del cual yo conozca la
faz". Él respondió: "¡Perfectamente!
¡Verdaderamente! ¡Oh fornicadora!" "Que se la
lleven. Oh Consejeros de los Varones, sacrificadla, recoged su corazón en una
copa. Volved hoy al lado de los jefes", dijo él a los Búhos. Entonces
[los] cuatro [Búhos] fueron a coger la copa, caminaron, transportando a la adolescente
en sus brazos, llevando el Blanco Pedernal 72 para
sacrificarla. "Oh mensajeros, no haríais bien en matarme, pues sin
fornicación [concebí] lo que está en mi vientre, que se engendró cuandro fui a
admirar la cabeza de Supremo Maestro Mago, que está en el Juego de Pelota de
los Sacrificios. Así, pues, no me sacrifiquéis, oh Mensajeros", dijo la
adolescente, "hablándoles. "¿Qué pondremos en cambio en
tu corazón? Nos ha sido dicho por su padre: «Recoged su corazón, volved al lado
de los jefes; cumpliréis, [y} después
manifestaréis el cumplimiento; traed prontamente en una copa,
colocad en el fondo de la copa el corazón». ¿No nos habló así? ¿Qué
presentaremos, pues, en la copa? Sin embargo, desde luego, queremos que no
mueras", dijeron los mensajeros. "Muy bien. Este corazón no puede ser
de ellos. Vuestra casa no puede tampoco estar aquí. No solamente tendréis poder
sobre la muerte de los hombres, sino que, en verdad, vuestros serán los
verdaderos fornicadores 73. Míos serán en seguida Supremo
Muerto, Principal Muerto. Que sólo la sangre del Drago esté ante sus rostros.
Este corazón no será quemado ante ellos. Poned el fruto del árbol", dijo
la joven. Y, roja, la savia del árbol salió y fluyó en la copa; se hinchó allí
y se volvió bola en reemplazo del corazón. Brotante salió la savia del árbol
rojo; semejante a sangre; la savia salió en cambio de la sangre; entonces la
sangre, la savia del árbol rojo se formó en bola; semejante a sangre, apareció
brillante, rojiza, en bola, en la copa. Entonces el árbol se volvió célebre a
causa de la adolescente; fue llamado Árbol Rojo de Cochinilla; fue pues llamado
Sangre a causa de la sangre del Drago, así llamado. "Allí pues seréis
amados, y lo que está en la superficie de la tierra será vuestro", dijo
ella a los Búhos. "Muy bien, joven. Partimos, vamos a dar cuenta. Sigue tu
camino. Vamos a presentar ante los jefes la imagen, el sustituto, de tu
corazón", respondieron los mensajeros. Cuando llegaron ante los jefes,
todos esperaban ansiosamente. "¿Se acabó?", dijo entonces Supremo
Muerto. "Se acabó, oh jefes. He aquí ahora el corazón en la copa".
"Muy bien. Que yo vea", dijo Supremo Muerto. Entonces él levantó
aquello. La savia rojiza se esparció como sangre. "Animad bien el
resplandor del fuego. Poned esto en el fuego", agregó Supremo Muerto. Después
de que se le hubo puesto en el fuego, los Xibalbá comenzaron a oler [el olor],
todos comenzaron a estar aturdidos, pues verdaderamente agradable era el
perfume que olían del humo de la sangre. Mientras que permanecían [así], los
Búhos, advertidos por la adolescente, subieron numerosos a la cavidad sobre la
tierra, adonde subió también su [dadora de] aviso74. Así fueron
vencidos los jefes de Xibalbá por esta joven que los burló a todos.
14
La abuela 75 de
Maestro Mono, Maestro Simio, estaba allí cuando la mujer Sangre vino a casa de
la abuela de Maestro Mono, Maestro Simio. En ella vivían sus hijos, y poco
faltaba para que naciesen los llamados Maestro Mago, Brujito. Cuando la mujer
llegó a casa de la abuela, la mujer dijo a la abuela: "Llego, oh madre, yo
Tu nuera, yo Tu hija, oh Madre"; así dijo al entrar en casa de la abuela.
"¿De dónde vienes tú? ¿Dónde están mis hijos? ¿No han muerto en Xibalbá?
¿Sus dos descendientes, el signo de su Palabra, llamados Maestro Mono. Maestro
Simio, no los ves tú? Sal de aquí. Vete", fue respondido por la abuela a
la adolescente. "En verdad, yo soy ciertamente tu nuera. Yo soy de Supremo
Maestro Mago; helo aquí llevado vivo. Supremo Maestro Mago, Principal Maestro
Mago, no están muertos; su sentencia les ha hecho ilustres. Tú eres Mi suegra.
Así, ve sus rostros queridos en los que yo traigo", dijo ella a la abuela.
En seguida, Maestro Mono, Maestro Simio, se irritaron. No hacían más que
música, más que canto; su trabajo cotidiano no era sino pintura, sino
escultura; recreaban el corazón de su abuela. La abuela recomenzó:
"Ninguna necesidad [tengo] de ti para nuera mía. Sólo la fornicación [hay]
en tu vientre. Oh mentirosa, mis hijos de los cuales hablas, han muerto".
La abuela dijo otra vez: "Demasiado verdaderas son mis palabras. Pero sea,
tú eres mi nuera, a lo que entiendo. Ve pues a recoger su alimento para los que
comen; ve a coger una gran red llena. Vuelve [en seguida] puesto que eres mi
nuera, a lo que entiendo", [le] dijo a la joven. "Muy bien",
respondió ésta, [y] después tomó el camino de las sementeras que habían
sembrado Maestro Mono, Maestro Simio, por quienes había sido desmontado el
campo; la adolescente lo siguió y llegó así a las sementeras.
Un solo tallo en el
campo; no había dos tallos, tres tallos; sólo un tallo manifestaba su faz.
Entonces se angustió el corazón de la joven. "Desdichada de mí, yo,
deseadora carnal. ¿Dónde recogeré la red de alimentos que se me ha dicho?", añadió.
Entonces invocó a Guardián del Alimento 76 para
que él viniera y para que ella llevara. "¡La de la Lluvia. La de la
Madurez. La del Cacao, vosotras que preparáis el maíz, tú, Guardián del
Alimento de Maestro Mono, Maestro Simio!", dijo la adolescente. Entonces
tomó las barbas, las brácteas de la mazorca, las arrancó dulcemente, sin coger la
mazorca, [y] las arregló como mazorcas en la red; llenó la gran red. Entonces la
joven se fue. Unos animales se encargaron de la red; al llegar fueron a poner
la banastada contra la pared de la mansión. La abuela corrió para verla. Cuando
la abuela vio una gran red llena de alimento: "¿De dónde te ha venido este
alimento? ¿Has arruinado, has acabado de coger mis sementeras? Voy a ver",
dijo la abuela, poniéndose en camino, yendo a ver sus sementeras. Pero había
como siempre un tallo. Se veía dónde había sido puesta la red. Por tanto, la
abuela volvió aprisa a la casa; [y] dijo a la adolescente: "En verdad, ése
es el signo de que eres mi nuera. Aún veré tus actos, los de los muy Sabios que
están en ti"; [así] [le] dijo a la joven.
15
He aquí que
diremos la infancia de Maestro Mago, Brujito. He aquí que vamos a contar su
infancia. Cuando fue llegado el día del alumbramiento, la adolescente
llamada Sangre dio a luz. La abuela no asistió al parto. Al instante nacieron
los dos que fueron paridos, llamados Maestro Mago, Brujito; en la montaña
nacieron. Entonces entraron en la morada: pero no dormían. "Vete a
llevarlos afuera. En verdad gritan sus bocas", dijo la abuela.
Entonces se les puso sobre las hormigas, pero su sueño fue agradable. De
allí se les llevó y se les puso sobre espinas.
Ahora bien. Maestro Mono. Maestro Simio, deseaban que
muriesen allá, sobre las hormigas, que muriesen allá, sobre las espinas. Lo
deseaban porque [eran] rivales, envidiados, para Maestro Mono, Maestro Simio.
Al principio sus hermano? menores no fueron recibidos por ellos en la mansión;
ésto? no los conocieron y vivieron en la montaña. Ahora bien. Maestro
Mono, Maestro Simio, eran grandes músicos, cantantes. [Los dos recién nacidos]
crecieron, y grandes tormentos [y] penas los fatigaron, los atormentaron.
Habíanse vuelto grandísimos sabios: habíanse vuelto músicos, cantantes,
escultores: todo era bien [hecho] por ellos. Sabían su nacimiento; sabían
también [que eran] los sustitutos de su padre, quien había ido a Xibalbá, adónde
había muerto su padre. Maestro Mono. Maestro Simio, eran grandísimos sabios; en
su espíritu lo habían sabido todo desde luego, cuando habían nacido sus
hermanos menores. Pero su sapiencia no se mostró a causa de su envidia; en
ellos dominó la humillación de sus corazones. Pero ningún acto de Maestro Mago,
Brujito, les había perjudicado. En efecto, éstos no hacían
cada día más que tirar con cerbatanas. No eran amados por su abuela y por
Maestro Mono, Maestro Simio. No se les daba de comer, sino que, cuando la comida había
acabado, cuando Maestro Mono, Maestro Simio, habían comido, entonces venían
ellos. No se encolerizaban, no se irritaban, pero sufrían.
Conocían su ser y veían claro. Cada día al
venir traían pájaros que
Maestro Mono, Maestro Simio, comían sin darles nada al uno o al
otro, Maestro Mago, Brujito, Maestro Mono, Maestro Simio, no hacían
más que música, canto. Ahora bien. Maestro Mago, Brujito, habían venido
sin traer pájaros; la abuela se irritó cuando entraron: "¿Por
qué no traéis pájaros?", les dijo
a Maestro Mago, Brujito. "Madre nuestra, he
aquí que nuestros pájaros se han enredado en ¡as ramas frondosas de un
árbol", respondieron. "Abuela nuestra, no podemos subir al árbol para
cogerlos; pero que nuestros hermanos mayores suban a él, que vengan con
nosotros y que bajen los pájaros", añadieron. "Muy bien. Al alba
iremos con vosotros , respondieron los primogénitos. Ahora bien, la Sabiduría
de Maestro Mono, Maestro Simio, estaba muerta en ellos dos en lo concerniente,
a su derrota. "No cambiaremos sino su ser y su vientre.
Nuestra Palabra obrará a causa de los grandes tormentos
que nos han infligido para que
muriésemos, que fuésemos aniquilados, que nos
sobreviniese [una] desgracia a nosotros sus hermanos menores. Como
a sirvientes nos han rebajado en sus corazones; nosotros
los humillaremos lo mismo, lo cual haremos como signo", su
dijeron el uno al otro mientras iban al pie del árbol llamado
Palo-Amarillo 77. Acompañados de
sus hermanos mayores, caminaban disparando con las cerbatanas,
innumerables [eran] los pájaros que gorjeaban en el árbol, y sus hermanos
mayores se maravillaban de ver aquellos pájaros.
"He aquí pájaros,
pero ni uno sólo ha caído al pie del árbol; no ha caído ninguno de nuestros
pájaros; id a hacerlos caer", dijeron a los primogénitos. "Muy
bien", respondieron éstos. Pero cuando hubieron subido al árbol, el árbol
creció, su tronco engrosó; y cuando Maestro Mono, Maestro Simio, quisieron
bajar después, no pudieron descender de la cima del árbol. Desde la cima del
árbol dijeron: "Oh, hermanos menores nuestros, ¿cómo ha pasado esto? Tened
piedad de nuestros rostros. He aquí que este árbol espanta a los que lo miran,
oh hermanos menores nuestros"; [así] dijeron desde la cima del árbol. Y
Maestro Mago, Brujito, dijeron: "Desenrrollad vuestros taparrabos, atadlos
bajo vuestros vientres, [con] una larga punta colgando que echaréis por detrás,
y así marcharéis cómodamente", [así] respondieron los dos hermanos
menores. "Muy bien", dijeron [los primogénitos] tirando de las
extremidades de sus taparrabos, pero al instante éstas se volvieron colas, y
ellos fueron metamorfoseados en monos. En seguida caminaron por las cimas de
los árboles de las montañas pequeñas, de las montañas grandes; caminaron por
las selvas, alegrándose, balanceándose en las ramas de los árboles. Así fueron
vencidos Maestro Mono, Maestro Simio," por Maestro Mago, Brujito, quienes
no lo hicieron sino por su Ciencia Mágica. Volvieron entonces a su casa. Al
llegar dijeron a su abuela y a su madre: "Oh abuela nuestra, ¿qué les ha pasado,
pues, a nuestros hermanos mayores? Súbitamente sus rostros se han vuelto como
los de los animales", así dijeron. "Si sois vosotros quienes habéis
hecho eso a vuestros hermanos mayores, me habéis hecho infeliz, me habéis hecho
desdichada. Oh hijos míos, no haced, pues, eso a vuestros hermanos
mayores", respondió la abuela a Maestro Mago, Brujito. Ellos respondieron
entonces a su abuela: "Oh abuela nuestra, no os aflijáis; volveréis a ver
los rostros de nuestros hermanos mayores; volverán, pero esto será una prueba
para vos, nuestra abuela. Guardaos de reír. Probad ahora su suerte". En
seguida comenzaron a tocar la flauta, a tocar el "Mono de Maestro
Mago". Después cantaron, tañeron la flauta, tocaron el tambor, tomando sus
flautas, sus tambores. Sentaron entonces con ellos a su abuela; cuando tañeron
la flauta, con el canto y con la música ejecutaron el aire llamando con el
nombre de "Mono de Maestro Mago". Entonces entraron Maestro Mono,
Maestro Simio, quienes danzaron al llegar. Cuando la abuela echó de ver sus
feas caras, cuando ella los vio, entonces la abuela se rió, la abuela no pudo
contener la risa; al instante, fuéronse; ella no vio ya más sus caras.
"¡Eh, abuela nuestra, se han ido a la selva! Abuela nuestra, ¿por qué
hicisteis eso? Cuatro veces solamente probaremos. Solamente tres veces todavía
haremos resonar la flauta, el canto. Retened vuestra risa, y que la prueba
recomience", dijeron otra vez Maestro Mago, Brujito; después, tocaron de
nuevo la flauta. [Los primogénitos] volvieron entonces, danzando, al centro de
la morada, pero causaban tanto placer, incitaban tanto a reír a su abuela, que
bien pronto la abuela se rió. Verdaderamente risibles [eran] sus faces de monos
con sus anchos vientres, sus colas inquietas, sus estómagos lisos; cuando
entraron, esto hizo reír a la abuela. Entonces, volvieron a las montañas.
"Abuela nuestra, ¿qué haremos? Solamente por la tercera vez
probaremos", dijeron Maestro Mago, Brujito, quienes tocaron una vez más la
flauta. [Los primogénitos] volvieron de nuevo bailando, pero su abuela se
abstuvo de reír. Subieron a la terraza del edificio; sus ojos, muy rojos,
chispeaban; se acurrucaron; [con] sus hocicos alargados se hicieron muecas.
Entonces la abuela los miró de nuevo, y al instante la abuela estalló en risa.
A causa de la risa de la abuela no se volvieron a ver ya más sus rostros.
"Oh, abuela nuestra, los llamaremos todavía, por cuarta vez".
Entonces [los segundones] tocaron de nuevo la flauta, pero [sus hermanos mayores]
no volvieron a la cuarta vez, sino que se fueron al instante a la selva. [Los
segundones] dijeron, entonces, a la abuela: "Abuela nuestra, habíamos
probado y al principio vinieron; acabamos aún de probar a llamarlos. No os
enfadéis. Nosotros somos, nosotros, vuestros nietos y os miramos como a nuestra
madre, oh abuela nuestra, en memoria de nuestros hermanos mayores que se
distinguieron, que se llamaron Maestro Mono, Maestro Simio, así llamados";
[así] dijeron Maestro Mago, Brujito. Ahora bien, [los primogénitos] eran
invocados por los músicos, por los cantantes, entre los hombres de otros
tiempos; antaño también los pintores, los cinceladores, los invocaban. Pero se
volvieron animales, fueron hechos monos, porque se enorgullecían, porque
maltrataban a sus hermanos menores. Así fueron aminorados sus corazones; así
fueron perdidos, fueron aniquilados Maestro Mono, Maestro Simio, vueltos
animales. Ahora bien, habían estado siempre en su casa, en donde se habían
hecho grandes músicos, cantantes, cuando vivían con su abuela, con su madre.
16
[Los segundones]
comenzaron sus trabajos para manifestarse ante su abuela, ante su madre.
Primeramente hicieron su campo. "Oh abuela nuestra, oh madre nuestra,
trabajaremos en los campos", dijeron. "No os aflijáis. Nosotros
somos, nosotros, vuestros nietos, nosotros los sustitutos de
nuestros hermanos mayores", dijeron Maestro Mago, Brujito. Entonces
tomaron su hacha [para madera], su azadón, su coa 78, y
caminaron, cada uno con su cerbatana al hombro. Al salir de su casa recomendaron
a su abuela que les llevara su comida. "Oh abuela nuestra, que se nos dé a
mediodía nuestro alimento", dijeron. "Muy bien, oh nietos míos",
respondió su abuela. Llegaron en seguida allá donde estaba el campo. Por todas
partes en donde hundieron su azadón en la tierra, el azadón sólo trabajó la
tierra; ellos no trabajaban; el azadón sólo. Y golpearon con el hacha los
troncos de los árboles y las ramas de los árboles, derribando, podando,
derribándolo todo, árboles, bejucos; y cortaba aquella madera, hacía todo
aquello, un hacha sola. He aquí que el azadón arrancaba mucho; innumerables las
zarzas, los espinos, trabajados por un azadón sólo; innumerable lo que fue
arrancado en las montañas pequeñas, las montañas grandes. Entonces ordenaron a
un animal llamado Paloma Torcaz; habiéndola hecho subir a un gran tronco,
Maestro Mago, Brujito, le dijeron: "Mira cuando nuestra abuela venga a
darnos nuestro alimento; arrulla luego que llegue, arrulla y cogeremos el
azadón, el hacha". "Muy bien", respondió Paloma Torcaz. He aquí
que ellos no hicieron más que tirar con cerbatanas; en realidad no trabajaron
el campo. Después de lo cual. Paloma Torcaz arrulló. Al instante vinieron, el
uno a tomar el azadón, el otro a tornar el hacha. Habiéndose envuelto la
cabeza, el uno se cubrió falazmente de tierra las manos, ensuciándose el rostro
lo mismo, como un verdadero labrador; el otro se cubrió falazmente de astillas
de madera la cabeza, como si verdaderamente hubiera podado, carpinteado.
Entonces fueron vistos por su abuela. En seguida comieron. En verdad, no habían
trabajado el campo; llegóse, pues, sin causa, a darles su comida.
Cuando llegaron a la
casa: "Abuela nuestra, verdaderamente nos acostamos", dijeron al
entrar, estirando sin motivo sus piernas, sus brazos, delante de su abuela.
Cuando al día siguiente volvieron, llegaron al campo, todos los árboles, los
bejucos, se habían vuelto a levantar, todas las zarzas, los espinos, estaban
enmarañados, cuando llegaron. "¿Quién se ha burlado de nosotros?",
dijeron. "Los que hicieron esto son todos los animales pequeños, los
animales grandes, puma, jaguar, venado, conejo, zorro, coyote, cerdo,
puerco-espín, los pájaros pequeños, los pájaros grandes; son ellos quienes hicieron
esto y lo hicieron en una noche". En seguida comenzaron de nuevo a
trabajar el campo, hicieron lo mismo en la tierra para cortar los árboles;
celebraron consejo mientras cortaban los árboles, mientras arrancaban.
"Solamente velaremos nuestro campo. Quizás sorprenderemos a quienes
vinieron a hacer esto", dijeron celebrando consejo; después volviéronse a
la casa. "¿Qué véis? 79 ¿Se burlan de nosotros, oh abuela nuestra?
Grandes hierbas, la gran selva, [hay] allá adonde estaba nuestro campo cuando
de día fuimos, oh abuela nuestra", dijeron a su abuela, a su madre. "Volveremos,
velaremos; no [está] bien que se nos haga eso", dijeron. En seguida se
armaron, en seguida volvieron a sus árboles cortados y se ocultaron en ellos,
se abrigaron a la sombra. Entonces los animalitos se congregaron, cada especie
reuniéndose, todos los animales pequeños, los animales grandes; he aquí que a
media noche llegaron. He aquí sus Palabras: "¡Arboles, levantaos!
¡Bejucos, levantaos!"; [así] dijeron al llegar, amontonándose bajo los
árboles, bajo los bejucos; entonces avanzaron, se mostraron, ante los rostros
[de los dos segundones]. He aquí los primeros: el puma, el jaguar; [los
jóvenes] quisieron cogerlos, pero no se dieron 80 a ellos.
Entonces avanzaron, colas acercadas, el venado, el conejo; [los jóvenes] los
asieron pero no arrancaron más que la extremidad de la cola del venado, [del
conejo], que se les quedó entre las manos: habiendo asido la cola del venado,
la cola del conejo, dichas colas fueron acortadas. El zorro, el coyote, el cerdo,
el puerco-espín, no se dieron a ellos. Todos los animales se mostraron ante
Maestro Mago. Brujito. Los corazones de éstos fueron afligidos porque no
cogieron ninguno. Otro llegó, el último; llegó brincando. Entonces ellos se
pusieron de través [en su camino], cogieron en un pañuelo a la Rata. Habiéndola
cogido le apretaron vivamente la cabeza, queriendo ahogarla. Le quemaron la
cola en el fuego; entonces la rata comenzó a llevar así la cola, a no tener
pelos en la cola; sus ojos [volviéronse saltones] porque habían querido
ahogarla los engendrados Maestro Mago, Brujito. "Que yo no muera por [obra
de] vosotros. Vuestro oficio no es cultivar", les dijo la rata. "¿Qué
nos cuentas tú ahora?", respondieron a la rata los engendrados.
"Dejadme un momento. Mi Palabra está en mi vientre 81 y
yo os la contaré: dadme ahora algo de comer", dijo la rata. "Después
te daremos de comer; cuenta primero", fue dicho. "Muy bien. He aquí
que los bienes de vuestros padres llamados Supremo Mago, Principal Maestro
Mago, quienes murieron en Xibalbá, existen suspendidos en lo alto de la
mansión; sus anillos, sus guantes, su pelota; pero vuestra abuela no quiso
mostrároslo, pues vuestros padres murieron por eso". "¿Dices la
verdad?", dijeron a la rata los engendrados. Gran alegría [hubo] en sus
corazones al oír la historia de la pelota. Habiendo contado la rata, ellos
dieron de comer a la rata. "He aquí tu alimento; maíz, pimiento blanco,
frijoles, cacao [moneda]82, cacao [clase extra], serán tuyos; lo que
fuere conservado, olvidado, tuyo también y tú lo roerás", dijeron a la
rata Maestro Mago, Brujito. "Muy bien, engendrados. ¿Qué diré si vuestra
abuela me ve?", respondió. "Que tu corazón no tema. Aquí estamos
nosotros, prestos estamos nosotros para responder a nuestra abuela. Vamos
aprisa a subir a ese rincón de la mansión; vamos adonde es preciso ir; tú
subirás aprisa adonde aquello está suspendido; nosotros veremos en los cordajes
de la mansión; también veremos por nuestra comida", dijeron a la rata. Se
consultaron una noche; después de haber celebrado consejo, Maestro Mago, Brujito,
llegaron a mediodía. Sin mostrar la rata que llevaban, llegaron; el uno entró
abiertamente en la casa; el otro fue al rincón de la mansión, en donde al
instante dejó trepar a la rata. Pidieron entonces a su abuela su comida.
"Moled solamente nuestro alimento; no deseamos más que un caldo con
pimiento 83, oh abuela nuestra", dijeron. Ella les preparó
al instante una copa de caldo caliente que puso delante de sus rostros.
Solamente para engañar a su abuela, a su madre. Derramaron el agua del cántaro.
"Nuestras bocas están verdaderamente secas. Id a buscar nuestra
bebida", dijeron a la abuela. "Sí", dijo ella saliendo. Sin
embargo, comieron, verdaderamente sin hambre; no obraban sino por fingimiento.
Mientras vigilaban el caldo de pimiento para la rata, la rata trepaba junto a
la pelota suspendida en lo alto de la mansión. Mientras vigilaban el caldo de
pimiento, enviaron un Mosquito; el Mosquito, animal semejante a un cínife, fue
al borde del río; al instante agujereó el fondo del cántaro de la abuela, y el
agua se derramó por el fondo del cántaro; ella trató de tapar el fondo del
cántaro pero no pudo. "¿Qué hace nuestra abuela? Nos sofocamos, [por
falta] de agua; nos acabamos por nuestras bocas secas 84,
dijeron a su madre, enviándola afuera. La rata subió en seguida junto a la
pelota que cayó de las cuerdas de la casa con los anillos, los guantes, los
escudos de cuero; los tomaron al instante y fueron a esconderlos en el camino
que conducía al juego de pelota. Después fueron a buscar a su abuela al borde del
río; su abuela, su madre, trataban cada una de tapar el fondo del cántaro.
Llegaron ellos, cada uno con sus cerbatanas, [y] avanzaron hasta el borde del
río. "¿Qué hacéis? Nuestros corazones se cansan; venimos", dijeron.
"Ved el fondo del cántaro; no se puede tapar", respondió la
abuela 85. Al instante ellos lo taparon. Volvieron, marchando
delante de su abuela. He aquí cómo les fue entregada la pelota.
17
Ahora bien, ellos se
regocijaron de ir a pelotear en el juego de pelota. Fueron lejos a jugar solos;
barrieron el juego de pelota de su padre. Entonces los jefes de Xibalbá los
oyeron. "¿Quiénes son esos que comienzan ahora a jugar sobre nuestras
cabezas, que no se avergüenzan de hacer temblar la tierra? Supremo Maestro
Mago, Principal Maestro Mago, que quisieron enorgullecerse ante nuestros
rostros, ¿no están muertos? Que se vaya, pues, a llamar a ésos", dijeron
Supremo Muerto, Principal Muerto, a todos los jefes. Enviaron. Dijeron a sus
mensajeros: "Id a decirles: «que vengan», dicen los jefes. «Aquí queremos
pelotear con ellos; dentro de siete días jugaremos», dicen los jefes. Id a
decirles eso", fue repetido a los mensajeros. Éstos tomaron el gran camino
que los engendrados habían desmontado hasta su casa, recto hasta su casa; por
él los mensajeros llegaron directamente hasta [donde estaba] la abuela, [los engendrados]
comían [en el juego de pelota] cuando llegaron los mensajeros de Xibalbá.
"En verdad, que
vengan, dicen los jefes", dijeron los mensajeros de Xibalbá. Entonces los
mensajeros de Xibalbá indicaron el día de la venida [de los engendrados].
"Dentro de siete días se les esperará", dijeron a Antigua Ocultadora
los enviados. "Muy bien. Allí estarán, oh mensajeros", respondió la
abuela. Y los enviados se pusieron en camino y regresaron [a
Xibalbá].
Entonces se angustió el
corazón de la abuela: "¿A quién enviaría yo para hablar a mis nietos? En
verdad, ¿no es así como antaño vinieron los mensajeros a coger a sus
padres?", dijo tristemente la abuela entrando sola en la casa. Al instante
por debajo [de su vestido] cayó un Piojo. Ella lo asió, lo levantó, lo puso
en su mano en donde el piojo se movió, anduvo. "Oh nieto mío, ¿quieres que
te envíe al juego de pelota para llamar a mis nietos?", le dijo al piojo.
"Unos mensajeros han venido como heraldos a decir a vuestra abuela: «Que
se preparen y que dentro de siete días vengan»; [así] han dicho los mensajeros
de Xibalbá. Así dice vuestra abuela", le dijo al piojo. Entonces éste
caminó, se apresuró. Ahora, pues, sentado en el camino, [encontró a] un engendrado
llamado Batracio, un sapo. "¿Adonde vas?", le dijo el
sapo al piojo. "Mi palabra está en mi vientre; voy hacia [donde están] los
jóvenes", dijo el piojo a Batracio. "Muy bien. No te apresuras, por
lo que veo", fue dicho al piojo por el sapo. "¿Quieres que te trague?
Verás cómo me apresuro. Llegaremos al instante". "Muy bien",
dijo el piojo al sapo, e inmediatamente fue tragado por el sapo. Ahora bien, el
sapo anduvo largo tiempo, caminando sin darse prisa; después encontró a una
gran serpiente llamada Blanca Víbora. "¿Adonde vas, oh Batracio, oh
engendrado?", dijo Blanca Víbora al sapo. "Soy un mensajero; mi
Palabra está en mi vientre", dijo el sapo a la serpiente. "Por lo que
veo, no te apresuras. ¿Iré yo más aprisa?", dijo la serpiente al sapo.
"Ven aquí aprisa", añadió; entonces el sapo fue tragado por Blanca
Víbora. Desde entonces las serpientes toman [al sapo] como alimento; se comen
ahora a los sapos. La serpiente caminaba, corría. La serpiente fue encontrada
por el Gavilán, gran ave; al instante la serpiente fue tragada por el gavilán,
quien poco después llegó a lo alto del juego de pelota. Desde entonces el
gavilán tomó por alimento, se comió a las serpientes en las montañas. Al
llegar, el gavilán se posó en el reborde del [edificio] del juego de pelota en
donde se divertían en pelotear Maestro Mago, Brujito. Al posarse el gavilán
gritó: "¡Gavilán! ¡Gavilán!"; su grito dijo: "Gavilán".
"¿Qué es ese grito? ¡Pronto, nuestras cerbatanas", dijeron [los
engendrados], [y] después dispararon con las cerbatanas al gavilán, le enviaron
en los ojos el hueso de la cerbatana; al instante dio una vuelta sobre sí mismo
y cayó. Corrieron inmediatamente a cogerlo. | y] después lo interrogaron:
"¿Por qué vienes?", le dijeron al gavilán. "Mi mensaje está en
mi vientre, pero primero curad mis ojos [y] después os lo diré", dijo el
gavilán. "Muy bien", dijeron ellos. Tomaron un poco de la pelota de
su juego de pelota y lo aplicaron sobre la faz del gavilán. Esto fue llamado
Remedio-Pelota 86 por ellos. Al instante con eso curaron
bien la faz del gavilán. "Habla ahora", le dijeron al gavilán.
Entonces él vomitó a la gran serpiente. "Habla", le dijeron a la
serpiente. "Sí", dijo ésta, y entonces vomitó al sapo. "¿Dónde
está el mensaje anunciado?", le dijeron al sapo. "En mi vientre está
mi Palabra", dijo el sapo. Entonces trató [de vomitar], hizo esfuerzos,
pero no vomitó; la tentativa solamente cubrió de baba su boca, sin vomitar. Los
engendrados quisieron entonces maltratarlo. "Eres un engañador",
dijeron pateándole el trasero : entonces los huesos de su trasero descendieron
sobre sus piernas. Probó otra vez; solamente baba ensució su boca. Entonces
abrieron la boca del sapo; fue abierta | su boca] por los engendrados; buscaron
en su boca; ahora bien, el piojo estaba junto a los dientes del sapo; estaba en
su boca. No se lo había tragado: solamente como si se lo hubiera tragado. Así
fue vencido el sapo; no se conoce la clase de alimentos que le fue dada; no
corre; no es sino carne para serpientes. "Habla", fue dicho entonces
al piojo. Él contó su mensaje. "Oh engendrado, vuestra abuela ha dicho
esto: «Ve a llamarlos. De Xibalbá han venido a llamarlos los mensajeros de
Supremo Muerto, Principal Muerto. —Que vengan aquí a pelotear con nosotros
dentro de siete días; que vengan también sus accesorios de juego; pelota,
anillos, guantes, escudos de cuero; que aquí se vivifiquen sus rostros, dicen
los jefes. En verdad, ellos han venido», dice vuestra abuela. Entonces yo he
venido. Vuestra abuela ha dicho eso verdaderamente. Vuestra abuela llora, gime.
Yo he venido". "¿Es verdad esto?", dijeron en sus corazones los
engendrados, al escucharlo. Al instante caminaron, llegaron junto a su abuela,
solamente para despedirse de su abuela, para partir. "Oh abuela nuestra,
partimos, nos despedimos de vos. He aquí que dejamos el signo de nuestra
Palabra. Cada uno plantamos aquí una caña; las plantamos en medio de la casa.
Si se secan, signo será de nuestra muerte. «Han muerto», diréis si se secan. Si
echan yemas diréis: «Viven» 87. Oh abuela nuestra, oh madre
nuestra, no lloréis. He aquí el signo de nuestra Palabra que queda junto a
vosotras", dijeron. Partieron, luego que Maestro Mago hubo plantado una
[caña], [y que] Brujito hubo plantado una [caña]. Las plantaron, no en las
montañas, no en una tierra verdeante, sino en una tierra seca, en medio de la
casa en donde las dejaron plantadas.
18
Entonces caminaron, cada
uno con su cerbatana. Descendieron hacia Xibalbá. Descendieron aprisa la
pendiente rápida y pasaron los ríos encantados de los barrancos; los pasaron
entre pájaros; son los pájaros llamados Congregados. Pasaron el río Absceso, el
río Sangre, en donde, en el espíritu de los Xibalbá, debían ser vencidos; no
los pasaron sino sobre sus certabanas. Salidos de allí, llegaron a la encrucijada
de los Cuatro Caminos. Ahora bien, ellos conocían los caminos
de Xibalbá: el camino negro, el camino
blanco, el camino rojo, el
camino verde. Por tanto, desde allí enviaron a un animal
llamado Mosquito; éste debía recoger las noticias que ellos
le enviaban a buscar: "Pica a cada uno de ellos. Muerde primeramente
al [que esté] sentado primero,
[y] después, acaba por picarlos a todos. Tu alimento será
chupar en los caminos la sangre humana", fue dicho a Mosquito. "Muy
bien", respondió Mosquito. Entonces entró por el camino negro. Llegó junto
al maniquí, al [muñeco] labrado en madera, los primeros sentados, engalanados.
Picó al primero, que no habló. Picó al otro, picó al segundo sentado, que no
habló. Picó al tercero; el tercero era Supremo Muerto. "¡Ay!
¡Ay!", dijo Supremo [Muerto] cuando fue picado. "¿Qué, Supremo
Muerto, quién os picó?", le dijo Principal Muerto. "No sé",
respondió Supremo Muerto. "¡Ay!" dijo el cuarto sentado.
"¿Qué, Principal Muerto, quién os picó?", dijo el
quinto sentado. "¡Ay! ¡Ay!", dijo.
Extiende Tullidos. Principal Muerto le
dijo: "¿Quién os picó?". Picado, el sexto dijo:
"¡Ay!". "¿Qué, Reúne Sangre?", le dijo Extiende Tullidos.
"¿Quién os picó?", dijo el séptimo, que entonces fue picado.
"¡Ay!", dijo. "¿Qué, El del Absceso?", le dijo Reúne
Sangre. "¿Quién os picó?", dijo el octavo sentado que fue entonces
picado. "¡Ay!" dijo. "¿Qué, El de la Ictericia?", le dijo
el del Absceso. "¿Quién os picó?", le dijo el noveno sentado que
entonces fue picado. "¡Ay!", dijo. "¿Qué, Varilla de
Hueso?", le dijo el de la Ictericia. "¿Quién os picó?", le dijo
el décimo sentado, que fue entonces picado. "¡Ay!" "¿Qué,
Varilla de Cráneos?", le dijo Varilla de Huesos. "¿Quién os
picó?", dijo el undécimo sentado, que fue entonces picado.
"¡Ay!", dijo. "¿Qué?", le dijo Varilla de Cráneos.
"¿Quién os picó?", dijo el duodécimo sentado, que fue entonces
picado: "¡Ay!", dijo. "¿Qué, Opresión?", le fue dicho. "¿Quién
os picó?", dijo el decimotercero sentado que fue entonces picado.
"¡Ay!". "¿Qué. Gavilán de Sangre?", le
dijo Opresión. "¿Quién os picó?", dijo el
decimocuarto sentado que fue entonces picado.
"¡Ay!". "¿Quién os picó. Garras Sangrientas?", le dijo
Dientes Sangrientos. Así fueron nombrados sus nombres; todos se nombraron el
uno al otro; así, manifestaron sus rostros 88;
al nombrar sus nombres,
siendo nombrado cada uno de los capitanes por el otro; el nombre
de uno, sentado en el rincón, fue dicho. [No hubo] ninguno cuyo
nombre se omitiera. Se
acabó de nombrar todos sus nombres
cuando fueron picados por el pelo de la faz de la rodilla 89
de Maestro Mago; en realidad no era un mosquito quien les
había picado, quien había ido a escuchar todos sus nombres para Maestro Mago,
Brujito.
En seguida, éstos
caminaron, llegaron adonde estaban los de Xibalbá. "Saludad a los
jefes", se [les] dijo; "ésos sentados", [les] dijo un tentador.
"Ésos no son los jefes, sino un maniquí, un muñeco de madera",
dijeron ellos avanzando. Entonces saludaron: "Salud, Supremo Muerto.
Salud, Principal Muerto. Salud, Extiende Tullido. Salud. Reúne Sangre. Salud,
El del Absceso. Salud El de la Ictericia. Salud, Varilla de Huesos. Salud,
Varilla de Cráneos. Salud. Gavilán de Sangre. Salud, Dientes Sangrientos.
Salud. Garras Sangrientas", dijeron al avanzar. De todos descubrieron los
rostros, nombraron todos sus nombres; no hubo ni un nombre omitido. [Los
Xibalbá] hubieran querido que sus nombres no fuesen descubiertos por ellos.
"Sentaos", les dijeron, deseando que se pusiesen sobre un banco, pero
[los engendrados] no quisieron. "Ése no es nuestro banco sino un banco de
piedra quemante" 90dijeron, invictos. Maestro Mago.
Brujito. "Muy bien. Id a vuestra morada", se les dijo. Entonces
invictos, entraron en la Mansión Tenebrosa.
19
Ésa era la primera prueba
de Xibalbá. Entonces, en el espíritu de Xibalbá, desde la entrada comenzaban su
derrota. Primeramente entraron en la Mansión Tenebrosa. Se fue en seguida a
darles sus pinos encendidos; entonces fue entregado a cada uno su tabaco por
los mensajeros de Supremo Muerto. "El jefe dice: "He aquí
los pinos. Al alba devolverán sus pinos y sus tabacos; los devolverán intactos"; así
dice el jefe", dijeron al llegar los mensajeros. "Muy bien", se
respondió. En realidad ellos no encendieron sus pinos, sino que pusieron en su
lugar algo rojo; fue una cola de guacamayo lo que vieron, semejante a pinos
[encendidos], los veladores. Pusieron sobre su tabaco solamente bestezuelas
de fuego 91. Alumbraron con aquello una noche. "Están
vencidos", dijeron los veladores. Pero sus pinos no estaban acabados,
[tenían] el mismo aspecto, y su tabaco, que no habían encendido, la misma
forma; fuese a darlos a los jefes. "¿Cómo han hecho? ¿De dónde vienen esos
Varones? ¿Quién los llevó, quién los engendró? Verdaderamente
nuestro corazón arde por esto. No está bien lo que nos hacen. Extraños [son]
sus rostros, extraños sus seres", se dijeron entre sí.
Entonces todos los jefes
los hicieron llamar: "Vamos, juguemos a la pelota 92, oh
engendrados", dijeron. Entonces Supremo Muerto, Principal Muerto, los
interrogaron: "Oh vosotros, ¿de dónde venís? Contádnoslo todo, oh
engendrados", les dijeron los Xibalbá. "¿De dónde
venimos? No sabemos", respondieron ellos
sin responder nada más. "Bien. Lancemos pues nuestra pelota, oh
engendrados", les dijeron los Xibalbá. Ellos respondieron:
"Bien. No usarnos sino nuestra pelota, la de nosotros". Los
Xibalbá dijeron: "No usaréis la de vosotros, sino la de nosotros". Los
engendrados dijeron: "No es ésa, es la nuestra la que usaremos".
"Muy bien", dijeron los Xibalbá. Los engendrados dijeron:
"Id solamente por un Chil". Los Xibalbá
dijeron: "No, sino una cabeza de
puma". "Está dicho", dijeron los engendrados.
"No", dijeron los Xibalbá. "Muy
bien", dijo Maestro Mago. Cuando
el juego fue comenzado por los Xibalbá, éstos enviaron [la pelota] ante
el anillo de Maestro Mago. En seguida, mientras que los Xibalbá miraban su
lanzamiento de juego, la pelota se lanzó, se fue botando por todas partes en el
suelo del juego de pelota. "¿Qué, pues?", dijeron Maestro Mago,
Brujito. "Queréis pues que muramos. ¿No habéis enviado [a
decir] que viniésemos aquí? ¿Vuestros
mensajeros no vinieron? En
verdad, tened piedad de
nuestros rostros. Pero nos
vamos", dijeron los engendrados. He aquí lo que
[Xibalbá] deseaba para los engendrados: que muriesen pronto en el
juego de pelota, que fuesen vencidos. [No fue] así, sino que los
Xibalbá fueron vencidos por los engendrados. "No partáis, oh engendrados.
Juguemos a la pelota; admitimos la vuestra", se [les] dijo a los
engendrados. "Muy bien", respondieron éstos [y]
después lanzaron su pelota. Entonces cesó el juego de pelota. En seguida
apreciaron sus derrotas. "¿Cómo los venceremos?", dijeron los
Xibalbá. "Partid pues en seguida", se [les] dijo a los
engendrados. "Cogednos cuatro jarrones de
flores", dijeron los Xibalbá.
"Perfectamente. ¿Cuáles flores?",
dijeron a los Xibalbá los engendrados. "Un ramo de rojas Crotalarias 83,
un ramo de blancas Crotalarias, un ramo de amarillas Crotalarias, un ramo
de Grandes Peces 94".
dijeron los Xibalbá. "Muy bien",
respondieron los engendrados.
Entonces descendieron las flechas 95 [que
los guardaban; todas iguales en fuerza; numerosas las flechas [que guardaban] a
aquellos engendrados; pero buenos los corazones de éstos cuando se dieron a
aquellos que debían vencer a los engendrados. Los Xibalbá se regocijaban ya de
que éstos serían vencidos. "Obramos bien. Desde luego serán
vencidos", decían los Xibalbá. "¿Adonde iréis a coger las
flores?", decían en su pensamiento. "En verdad esta noche nos
daréis las flores. Venceremos ahora", dijeron los Xibalbá a los
engendrados Maestro Mago, Brujito. "Muy bien". "Esta noche jugaremos
también a la pelota", dijeron despidiéndose de ellos.
Cuando los engendrados
entraron después en la Mansión de Obsidiana, la segunda prueba de
Xibalbá, [los jefes] habían ordenado que fuesen atravesados
de parte a parte por las flechas; que esto sucediera prontamente [estaba]
en sus corazones: que muriesen [estaba] en sus corazones; pero no
murieron. [Los engendrados] hablaron entonces a las flechas,
les mandaron entonces: "He aquí. Para vosotros [serán]
todas las carnes de animales", dijeron a las flechas; éstas no se
movieron ya más, todas las flechas se inclinaron. Estuvieron ellos así [toda] la
noche en la Mansión de Obsidiana. En seguida llamaron a todas las
hormigas. "Hormigas-Obsidianas. Hormigas Zampopos 96 venid,
id todas, id a tomar todas las clases de flores que pidieron los jefes".
"Muy bien", respondieron ellas. Todas las
hormigas fueron a coger las flores del jardín de Supremo Muerto. Ya éstos habían
ordenado a los Vigilantes de las flores de Xibalbá: "Oh vosotros que
vigiláis nuestras flores, no las dejéis robar por esos engendrados [a los] que
venceremos. ¿Adonde irían ellos a ver en otra parte las [flores] que les hemos
ordenado? No hay. Velad esta noche". "Muy
bien", respondieron. Pero los vigilantes del jardín no oyeron [a las
Hormigas]. En vano gritaban entre las ramas de los árboles del jardín, con los
mismos cantos y palabras: "Se ha entrado en lo negro, se ha entrado en lo
negro", decía el uno cantando].
"Sobremos montes,
sobre los montes", decía [el otro] cantando. Sobres los Montes, nombre de
los dos Vigilantes del jardín de Supremo Muerto, Principal Muerto. Pero no
supieron que las hormigas robaban lo que ellos guardaban. Iban por filas,
cortando los arriates de flores, caminando con aquellas flores que llevaban con
sus pinzas, sobre los árboles, aquellas flores olorosas, bajo los árboles. Sin
embargo, los Vigilantes gritaban a voz en cuello, sin saber que unas pinzas
aserraban sus colas, aserraban sus alas. Era una cosecha de flores la que
cortaban las pinzas, de perfumes, la que transportaban las pinzas.
Apresuradamente se llenaron los cuatro jarrones de flores y estaban llenos al
alba. Los mensajeros fueron en seguida a llamarlos: "Que vengan, dice el
jefe, que traigan inmediatamente aquello de que hemos hablado", dijeron a
los engendrados. "Muy bien", dijeron éstos. Tenían los cuatro
jarrones llenos de flores, cuando se presentaron ante los rostros del jefe, de
los jefes; éstos tomaron las flores, agradables de ver. Así fue vencido Xibalbá.
Los engendrados no habían enviado sino hormigas. En una sola noche, las
hormigas habían cogido las flores, las habían dado | a los engendrados] en los
jarrones. Entonces todos los Xibalbá palidecieron; a causa de aquellas flores
sus rostros emblanquecieron. Al instante enviaron a buscar a los Vigilantes de
las flores. "¿Por qué dejasteis robar nuestras flores? ¡He aquí que
vemos aquí nuestras flores!", dijeron a los Vigilantes. "Nosotros no
supimos nada, oh jefes. Nuestras colas sufrieron", respondieron ellos.
Entonces se laceraron sus bocas, en pago del robo de lo que vigilaban. Así
Supremo Muerto, Principal Muerto, fueron vencidos por Maestro Mago. Brujito;
[éste fue] el comienzo de sus acciones. Desde entonces los "Se ha entrado
en lo negro" 97 tienen la boca
hendida; ahora está hendida. Después de esto se descendió a jugar a la pelota.
Todos juntos pelotearon. Entonces se previnieron para el alba; así dijo
Xibalbá. "Muy bien", respondieron finalmente los engendrados.
20
Entraron en seguida en la
Mansión del Frío 98. Incalculable el frío. Denso el granizo
menudo en la Mansión, casa del frío. El frío cesó prontamente por la Magia de
los nietos, el frío fue destruido por los engendrados. No murieron; vivían al
alba; Xibalbá deseaba sin embargo que muriesen, pero esto no sucedió y buenos
estaban sus rostros cuando llegó el alba. Salieron cuando sus vigilantes fueron
a llamarlos. "¡Como! ¡No han muerto!", dijo el gobierno
de Xibalbá, maravillándose de las acciones de los engendrados Maestro Mago,
Brujito.
Entraron después en la
Mansión de los Jaguares. Muchos jaguares en la casa: "No nos mordáis,
somos de los vuestros", dijeron a los jaguares. Arrojaron en seguida
huesos ante los animales, quienes inmediatamente pulverizaron los huesos.
"Al fin, ya están pues acabados, sus corazones son comidos, al fin se han
entregado; he aquí que son molidos sus huesos", decían los veladores,
regocijándose todos en sus corazones. Pero ellos no habían muerto; de nuevo
buenos estaban sus rostros. Salieron de la Mansión de los Jaguares. "¿De qué
naturaleza son? ¿De dónde vienen?", dijeron todos los Xibalbá.
Entraron después en el
fuego, en una Mansión de Fuego. Solamente fuego en el interior. No fueron
quemados por él, aunque asase, aunque ardiese. También [estaban] buenos sus
rostros cuando vino el alba. Sin embargo, mucho se deseaba que muriesen allá
por donde pasaban todavía; esto no sucedió, y por eso desfalleció el corazón
de Xibalbá. Entraron después en la Mansión de los
Murciélagos. Solamente murciélagos en la mansión,
una Mansión de los Murciélagos de la Muerte, grandes
animales que tenían el mismo aparato mortal que Punta Victoriosa, acabando al
instante a aquellos [que llegaban] ante sus fauces.
Estuvieron allá adentro, pero
durmieron en sus cerbatanas; no fueron mordidos por los
dientes que estaban en la Mansión. Se entregaron en seguida, pero a
un Murciélago de la Muerte que vino del cielo a manifestarles lo qué
debían hacer. Los murciélagos se interrogaron,
celebraron consejo una noche, aleteando. "Brujo Abatido, Brujo
Abatido", decían lo
dijeron una noche: cesaron sin embargo un poco. Los
murciélagos no se balancearon ya más, permanecieron en una punta de las
cerbatanas. Brujito dijo entonces a Maestro Mago: "El alba blanquea. Mira",
"Quizás blanquea. Voy a mirar", respondió. Cuando quiso mirar
desde la boca de la cerbatana, cuando quiso, ver salir el alba, al
instante su cabeza fue cortada por Murciélago de la Muerte 99, y
la grandeza de Maestro Mago permaneció débil. Brujito preguntó de nuevo: "¿No
alborea?", pero Maestro
Mago no se volvió. "¿Habrá
partido Maestro Mago? ¿Cómo hiciste eso?". Pero [Maestro Mago] no se
volvía, estaba solamente extendido allí. Entonces
Brujito tuvo vergüenza. "¡Ay!
vencidos estamos", dijo. En seguida
colocóse la cabeza del Maestro Mago en el juego
de pelota, cumpliendo la palabra do Supremo Muerto, Principal
Muerto. Todo Xibalbá se regocijó a causa de la cabeza de Maestro Mago.
21
Después Brujito llamó a
todos los animales, puerco-espines, cerdos, todos los animales pequeños, los
animales grandes, durante la noche, y la misma noche les
preguntó lo que comían. "¿Cuál es vuestro alimento de cada uno? He aquí
que os he llamado para que vayáis a tomar vuestro alimento", les dijo
Brujito. "Muy bien", respondieron. Entonces fueron a tomar el suyo,
entonces todos fueron a elegir. Hubo quienes fueron a tomar lo podrido, hubo
quienes fueron a tomar la hierba, hubo quienes fueron a tomar la piedra, hubo
quienes fueron a tomar la tierra. Diverso? los alimentos de
los [pequeño?] animales, de los grandes animales. Detrás de los oíros quedaba
la Tortuga acorazada: fue a tomar [su parte] zigzagueando, llegó
al extremo [del cuerpo], [y] se puso en el lugar
de la cabeza de Maestro Mago; al instante se esculpieron los huesos de la
faz 100. Numerosos sabios vinieron del cielo. Los Espíritus del Cielo, los
mismos Maestros Gigantes, vinieron a cernerse, vinieron encima de la Mansión de
los Murciélagos. Aunque la cabeza de Maestro Mago no se terminó en seguida,
estuvo bien hecha, apareció con una bella cabellera y también habló. Y ahora he
aquí que quiso hacerse de día que enrojeció, se coloreó el mundo, que se abrió
[el día]. "¿El Opossum 101 va a existir?".
"Si", respondió el Abuelo. Entonces abrió [sus piernas]; después hubo
de nuevo obscuridad; cuatro veces el Abuelo abrió [sus piernas]. "He aquí
que se abre el Opossum".
dicen ahora los hombres.
Cuando él iluminó, entonces comenzó la existencia. "¿La cabeza de Maestro
Mago está bien así?", se dijo. "Bien", fue respondido. Así se
hizo el molde de la cabeza, y aquello fue verdaderamente semejante a una
cabeza. En seguida tomaron sus decisiones, se recomendaron no jugar a la
pelota. "No arriesgues más que tú". "Obraré solo",
respondió Brujito. Ordenó en seguida a un Conejo. "Ve a ponerte encima del
juego de pelota, y estáte sobre el reborde", fue dicho al conejo por
Brujito. "Cuando la pelota llegue a ti, vete; yo obraré en seguida",
dijo al conejo mandándole de noche. Ya venía el alba y buenos estaban los rostros
de los dos [engendrados].
Se descendió entonces a
pelotear allá adonde estaba suspendida la cabeza de Maestro Mago,
encima del juego de pelota. "Somos vencedores. A vosotros es dada mucha
vergüenza; vosotros os habéis entregado"; fue dicho. Entonces se gritó a
Maestro Mago: "Arranca tu cabeza de la pelota", así se le dijo, pero
él no sufría con sus injurias. Y he aquí que los jefes de Xibalbá lanzaron la
pelota; Brujito fue en contra; la pelota se detuvo erguida ante el anillo y
salió al instante. La pelota pasó rápidamente por encima del juego de pelota, y
de un bote, se detuvo en el reborde. Entonces salió el Conejo quien se fue
brincando, pero al instante fue perseguido por los Xibalbá quienes corrieron
tumultuosamente, quienes chillaron detrás del conejo; bien pronto todo Xibalbá
acabó por ir [tras el conejo]. AI instante Brujito cogió la cabeza de Maestro
Mago y la puso en lugar de la tortuga: después fue a poner a la tortuga encima
del juego de pelota. En verdad, aquella cabeza era la cabeza de Maestro Mago,
lo que les regocijó a los dos. He aquí que los Xibalbá buscaban la
pelota; habiendo cogido después la pelota en el reborde, gritaron: "Venid.
He aquí la pelota; la hemos atrapado": [así] dijeron trayéndola. Entonces
vinieron los Xibalbá. "¿Qué vimos?", dijeron al recomenzar a
pelotear, Y se peloteó con igualdad, haciéndose [puntos] de los dos [lados]. La
tortuga fue en seguida golpeada por Brujito; la tortuga cayó en el juego de
pelota, se desparramó, habiendo estallado como una vasija de barro ante sus
rostros. "¿Quién de vosotros irá a cogerla? ¿Dónde está el que la
cogerá?", dijeron los Xibalbá. Así, pues, fueron vencidos los jefes de
Xibalbá por Maestro Mago, Brujito. Grandes fueron los sufrimientos [de éstos]
pero no murieron de todo lo que se les hizo.
22
He aquí ahora el recuerdo
de la muerte de Maestro Mago, Brujito; he aquí que contaremos el recuerdo de su
muerte. Habían sido advertidos de los tormentos que se les hicieron, de los
sufrimientos que se les hicieron, sin morir en las pruebas de Xibalbá, sin ser
vencidos por todos los animales mordedores que había en Xibalbá. Llamaron en
seguida a dos augures, semejantes a videntes, llamados Adivino. Descubridor,
unos sabios. Si fuereis interrogados por los jefes de Xibalbá acerca de nuestra
muerte que ellos meditan y que ellos preparan, [acerca de] por qué todavía no
estamos muertos, por qué no fuimos vencidos, no fuimos perdidos, en sus
pruebas, [decidles que es] solamente [porque] los animales no entraron [en
acuerdo] con ellos. En nuestro espíritu sabemos que una piedra quemante será el
instrumento de nuestra muerte. Todos los Xibalbá se reúnen [para esto]. Pero en
realidad no moriremos. He aquí que os decimos vuestros consejos. Si para ellos
se os interrogara acerca de nuestra muerte, cuando seamos cortados, ¿qué diréis
vosotros, oh Adivino, oh Descubridor? Si se os dice: «Si esparciésemos sus
huesos en el barranco, ¿estaría bien?» Vosotros diréis: «Así revivirán sus
rostros». Si se os dice: «Colgarlos de los árboles, ¿estaría bien?»
Vosotros diréis: «No [estaría] bien, pues volveríais a ver sus rostros». Si por
tercera vez, se os dice: «¿Estaría bien que esparciésemos sus huesos en el
río?», si eso os es dicho por ellos, «Así es como morirán. Después será bueno
moler en la piedra sus huesos como es molida en harina la mazorca seca de maíz;
que cada uno sea molido; los esparciréis en seguida en el río
allá en donde cae la fuente, a fin de que se vayan a las montañas pequeñas, a
las montañas grandes», les responderéis, repitiendo las órdenes que
os damos", dijeron Joven Maestro
Mago. Brujito. Ellos ordenaban, sabiendo que morirían. He aquí que se hizo una
gran piedra quemante semejante a un asador; Xibalbá la hizo y puso en
ellas muchas ramas grandes. Los mensajeros llegaron en seguida para
acompañarlos, los mensajeros de Supremo Muerto, Principal
Muerto. "Que se venga. Vamos con los engendrados. Que se venga
a ver que vamos a asarlos, dice el
jefe, oh engendrados", fue dicho. "Muy bien",
respondieron. Caminaron apresuradamente. Llegaron junto al horno
semisubterráneo 102. Quísose que soportasen burlas.
"Tomemos pues aquí nuestras bebidas
fermentadas, y que cuatro veces cada uno de nosotros extienda
los brazos, oh engendrados", fue dicho por Supremo Muerto. "No os
burléis así de nosotros. ¿No sabemos
que moriremos, oh jefes?", respondieron ellos. Abrazándose
rostro con rostro, alargaron sus brazos [y] fueron a
extenderse boca abajo los dos, sobre el horno semisubterráneo, [y]
después murieron los dos. En
seguida todos los Xibalbá se regocijaron, por sus
silbidos, por sus ruidos. "Al fin verdaderamente somos
vencedores; no es prontamente como ellos se
han dado", dijeron. Finalmente, llamaron a
Adivino, Descubridor, a quienes
[los engendrados] habían dejado sus órdenes. Así, se les
preguntó adonde debían ir los huesos, y, cuando hubieron adivinado, los Xibalbá
molieron los huesos, fueron a esparcirlos en el río; pero [los huesos] no
fueron lejos y descendieron a] instante al fondo del agua, en donde se
volvieron unos bellos adolescentes, de los cuales en verdad se manifestaron de
nuevo los rostros.
23
Al quinto día se
mostraron, pues, de nuevo, y fueron vistos en el agua
por los hombres. Semejantes a
dos Hombres-Peces aparecieron. Entonces sus rostros fueron vistos por los
Xibalbá, y fueron buscados en las aguas. Al día siguiente se mostraron dos
pobres, de lastimosos rostros, de lastimoso aspecto; unos lamentables
vestidos [eran] sus trajes; sin adorno sus rostros. Entonces fueron vistos por
los Xibalbá. Hicieron poco, pero danzaron el Búho,
danzaron la Comadreja, el Armadillo,
danzaron el Ciempiés y los
Zancos. Hacían muchas maravillas. Quemaban
las casas como si realmente hubieran ardido, [y] después
al instante renacían. Numerosos
Xibalbá asistieron [a ese espectáculo]. En
seguida se sacrificaban, uno [de ellos] matando al otro, [y]
después el primer matado se tendía" muerto, pero
inmediatamente su rostro revivía. Los Xibalbá asistían [al
espectáculo] de todo lo que ellos hacían. Hacían el comienzo de su
triunfo sobre Xibalbá. En seguida el relato de sus danzas llegó a las orejas de
los jefes Supremo Muerto, Principal Muerto, los cuales dijeron al
escucharlo: "¿Esos dos pobres son verdaderamente
tan divertidos?" "Verdaderamente bello es lo
que danzan y todo lo que hacen", respondió el que había contado a los
jefes lo que se ha dicho. Tentados por lo divertido de lo que escuchaban, éstos
enviaron a los [bailarines] sus mensajeros. "Que vengan para que asistamos
a lo que hacen, que nos maravillemos, que asistamos
[al espectáculo]", [les] fue dicho a los mensajeros. "Decidles
eso", [les] dijeron a los mensajeros. Éstos, al llegar junto a los
bailarines, les dijeron las palabras de los jefes. "No, no queremos, pues
verdaderamente tendríamos vergüenza. ¿No tendríamos vergüenza de subir a la
mansión de los jefes, a causa de nuestras feas caras, de nuestros grandísimos
ojos de pobres? ¿No se ha visto que solamente danzamos? ¿Qué dirían nuestros
compañeros de miseria que están allí deseando también participar en nuestras
danzas y en ellas vivificar sus rostros? No obraremos así con los jefes. No
queremos, pues, oh mensajeros", dijeron Maestro Mago. Brujito.
Excusándose, doliente el rostro, fueron, enfadados, atormentados, sin querer ir
de prisa, y numerosas veces los mensajeros los trataron con violencia, los
golpearon, para llevarlos ante los jefes. Llegaron así ante los jefes, se
humillaron, bajaron sus rostros al entrar, se humillaron, se inclinaron,
presentando un aspecto lastimoso al entrar, unos verdaderos rostros de pobres. Entonces
se les interrogó sobre sus comarcas, sus tribus; se les interrogó sobre sus
madres, sus padres. "¿De quiénes venís?", se [les] dijo. "No
sabemos, oh jefes. No conocimos los rostros de nuestras madres, nuestros
padres; éramos pequeños cuando murieron", respondieron, sin hablar más.
"Muy bien. Hacednos admiraros; lo que queráis; os
daremos vuestro pago", se les dijo. "No queremos nada. En verdad
tenemos miedo", respondieron a los jefes. "No tengáis miedo ni
vergüenza. Danzad ahora. Ejecutad primero la danza en la que os sacrificáis.
Quemad mi casa. Haced todo lo que sabéis. Que veamos todo lo que hacéis, es lo
que nuestros corazones desean. Partiréis en seguida, oh pobres, y os daremos
vuestro pago", se les dijo. Cuando ellos comenzaron sus cantos, sus
danzas, todos los Xibalbá vinieron a extenderse para asistir a todo. Al
instante danzaron. Danzaron la Comadreja, danzaron el Búho, danzaron el
Armadillo. El jefe les dijo: "Sacrificad a este perro mío, y después que
por vosotros reviva su faz"103. Así [les] dijo.
"Sea", respondieron. Sacrificaron al perro, [y
después] revivificaron su faz; en verdad el perro se regocijó
cuando revivió su faz, hizo danzar su cola cuando revivió su faz. En seguida el
jefe les dijo: "Ahora quemad mi casa"; así [les] dijo. Entonces
quemaron la casa del jefe; todos los jefes estaban tendidos en la
mansión sin arder. Inmediatamente después volvieron buena [la
casa] ; un instante solamente había sido destruida la casa de Supremo Muerto.
Todos los jefes estaban maravillados, se regocijaban mucho de la danza.
Entonces [les] fue dicho por el jefe: "Ahora matad
a un hombre, sacrificadle, sin que
muera"; así [les] fue dicho. "Muy bien", respondieron.
Entonces asieron a un hombre, ¡o sacrificaron, arrancaron el corazón de aquel
hombre y, elevándolo, lo pusieron ante los jefes. Supremo Muerto. Principal
Muerto, se asombraron, pero inmediatamente después revivió
por [los bailarines] el rostro de aquel
hombre: su corazón se regocijó grandemente cuando revivió su
rostro. Los jefes se maravillaron: "Ahora
sacrificaos vosotros mismos;
nuestro corazón desea realmente ver eso, esa danza vuestra",
[les] dijeron los jefes. "Muy bien, oh jefes",
[les] fue respondido. Se sacrificaron en seguida
el uno al otro. He aquí que Joven Maestro Mago fue sacrificado por Brujito;
sucesivamente fueron desprendidas sus piernas,
sus brazos; su cabeza [fue]
separada y llevada lejos; su
corazón, arrancado, fue colocado
ante todos los jefes
de Xibalbá. quienes giraban embriagados. Asistían a
esto: Brujito, danzando. "Levántate", dijo
él en seguida, y
revivificó el rostro [de su hermano]. Se regocijaron grandemente. Lo mismo se
regocijaron los jefes, pues lo que se hacia regocijaba los corazones de Supremo
Muerto, principal Muerto, quienes lo sentían como si hubiesen danzado ellos
mismos. En fin, en el ardiente deseo, la curiosidad, de los corazones de los
jefes por la danza de Maestro Mago, Brujito estas palabras fueron
dichas por Supremo Muerto.
Principal Muerto: "Haced [lo mismo] con
nosotros, sacrificadnos"; [así] dijeron Supremo Muerto, Principal Muerto, a Joven
Maestro Mago, Brujito. "Muy bien. Vuestros corazones revivirán. ¿La muerte
existe para vosotros? Debemos regocijarnos, oh jefes, de vuestros hijos, de
vuestros engendrados", fue respondido a los jefes. He aquí que
sacrificaron primero al jefe supremo llamado Supremo Muerto, jefe de Xibalbá.
Habiendo muerto Supremo Muerto, se apoderaron de Principal Muerto [y lo
inmolaron] sin hacer revivir su rostro. Entonces viendo a sus jefes muertos,
abiertos, los Xibalbá huyeron. En un instante estaban abiertos, de dos en dos
en castigo a sus rostros. En un instante [sucedía] la muerte de un jefe, pero
no se revivificaba su rostro. He aquí que un jefe
se humilló, se presentó ante los bailarines, sin haber sido encontrado, sin
haber sido alcanzado. "Tened piedad de mi rostro", dijo cuando se le
reconoció. Todos sus hijos, su prole, fueron a un gran barranco, llenando de
un solo bloque el gran abismo. Allí estaban amontonados cuando innumerables
hormigas se mostraron, vinieron a expulsarlos del barranco 104.
Conducidos entonces por el camino, al llegar se humillaron, se entregaron
todos; se humillaron al presentarse. Así fue vencido el gobierno de Xibalbá;
sólo los prodigios de los engendrados, sólo sus metamorfosis, hicieron esto.
24
En seguida dijeron sus
nombres, se exaltaron a la faz de todo Xibalbá. "Escuchad nuestros
nombres. Os diremos también los nombres de nuestros padres. Henos aquí
nosotros: Joven Maestro Mago. Brujito, [son] nuestros nombres. He
aquí a nuestros padres, que vosotros matasteis: Supremo Maestro Mago,
Principal Maestro Mago, [son] sus nombres. Henos aquí los vengadores de los
tormentos, de los dolores, de nuestros padres. Nosotros sufrimos también todos
los males que les infligisteis. Por tanto os acabaremos. Nosotros, nosotros os
mataremos sin que os salvéis", fue dicho. En seguida todo Xibalbá se
prosternó, gimiendo. "Tened piedad de nuestros rostros, oh Maestro
Mago, Brujito. En verdad, pecamos contra vuestros padres a los que
nombráis y que están enterrados en el Juego de Pelota de los Sacrificios",
dijo [Xibalbá]. "Muy bien. He aquí nuestra Palabra que decimos sobre
vosotros. Escuchad todos, oh Xibalbá. Puesto que ya no es grande vuestra
gloria, [puesto] que vuestra potencia ya no existe, y aunque sin gran derecho a
la piedad, vuestra sangre dominará todavía un poco, pero no vuestra sangre de
Drago en el juego de pelota 105. No [tendréis] más que tejas,
marmitas, cacharros, el desgranamiento del maíz l06.
Vuestro juego de pelota no será más que el hijo de las hierbas, el hijo
del desierto. Todos los hijos del alba, la prole del
alba, no serán de vosotros; sólo los grandes habladores se
abandonarán a vosotros. Los del Mal, Los de la Guerra, Los de la Tristeza, Los
de la Miseria, vosotros que hicisteis el mal, lloradle. Ya no se agarrará a
todos los hombres súbitamente como vosotros lo hacíais. Tened cuidado con la
pelota del Drago"; así fue dicho a todos los Xibalbá. Éste fue en seguida
el comienzo de su pérdida, de su destrucción, así como de su invocación. En
otro tiempo su gloria no era grande, pero ellos deseaban la guerra a los
hombres. [Fueron] realmente dioses antaño; pero sus espantosos rostros eran
malvados. Los de la Enemistad. Los de los Búhos, no excitaban más que al mal, más
que a ¡a guerra. Así, eran disimulados de corazón, negros - blancos 107 envidiosos,
opresores, se decía. También se pintaban los rostros, se frotaban con colores.
Su grandeza, su potencia, fueron perdidas: su dominación ya no fue grande. Esto
fue hecho por Joven Maestro Mago, Brujito.
Sin embargo, la abuela de
éstos gemía, lloraba ante las cañas que ellos habían plantado. Aquellas cañas
habían echado yemas, [y] después se habían secado; las cañas habían
echado yernas de nuevo después de que [los
engendrados] habían sido quemados en el borne semisubterráneo.
Entonces, en memoria de ellos, la abuela encendió, quemó copal ante las cañas.
El corazón de la abuela se regocijó cuando las cañas echaron
yemas por segunda vez. Entonces éstas fueron divinizadas por la abuela quien
las llamó Centro de la Mansión, Centro: [tal] [fue]
su nombre: Cañas Vivas en Tierra Allanada se volvió su nombre. He aquí que se
les llamó Centro de la Mansión. Centro, porque aquellas cañas habían sido
plantadas en el centro de lo casa. Ella llamó Tierra
Allanada, Cañas Vivas [en] Tierra Allanada, a las cañas que [los
engendrados] habían plantado. He aquí que fueron llamadas Cañas
Vivas aquellas cañas, porque habían echado
yemas; ese nombre le fue dado por Antigua Ocultadora a lo que Maestro Mago. Brujo, habían
dejado plantado a su abuela en recuerdo de ellas. He aquí
primeramente a suspadres que habían muerto en otro tiempo: Supremo Maestro Mago, Principal
Maestro Mago. [Los engendrados] vieron también allá en Xibalbá los rostros de
sus padres; los padres hablaron a sus Sustitutos, quienes habían vencido a
Xibalbá. He aquí, pues, los funerales de sus padres [hechos] por ellos. Se
hicieron los funerales de Principal Maestro Mago, se fue a hacer los funerales
al Juego de Pelota de los Sacrificios. Para ello se quiso
hacer su rostro 108; se buscó, pues, allá su nombre 109,
todo, su boca, su nariz, sus huesos, su rostro. Se consiguió primero su nombre,
sin apenas más; él no quiso decir más que eso, sin pronunciar el nombre de los
Maestros Magos; su boca no quiso decir más que eso. He aquí además que
ensalzaron el espíritu de sus padres a los que dejaban en el Juego de Pelota de
los Sacrificios. "Sed invocados en adelante", les dijeron los
engendrados a fin de reposar sus corazones. "Los primeros iréis, los
primeros también seréis glorificados por los hijos del alba, la prole del alba.
Vuestro nombre no se perderá. Que así sea", dijeron a sus padres, a fin de
reposar sus espíritus. "Somos los vengadores de vuestra muerte, de los
tormentos que se os hizo [sufrir]". Así se ordenaron a los que ellos
habían vencido, a todo Xibalbá. Se elevaron en seguida por aquí, en medio de la
luz; subieron de repente a los cielos. Y el uno fue el sol, el otro la luna, e
iluminaron la bóveda del cielo, la faz de la tierra. Habitan en los cielos.
Entonces también subieron [a los cielos] los cuatrocientos jóvenes matados por
Sabio Pez-Tierra. He aquí que éstos los acompañaron a los cielos y en ellos se
volvieron estrellas.
25
He aquí el comienzo de
cuándo se celebró consejo acerca del hombre, [de] cuándo se buscó lo que
entraría en la carne del hombre 110. Los
llamados Procreadores, Engendradores, Constructores, Formadores. Dominadores
poderosos del Cielo, hablaron así: "Ya el alba se esparce, la construcción
se acaba. He aquí que se vuelve visible 111 el
sostén, el nutridor el hijo del alba, el engendrado del alba. He aquí que se ve
al hombre, a la humanidad, en la superficie de la tierra", [así] dijeron.
Se congregaron, llegaron, vinieron a celebrar consejo en las tinieblas, en la
noche. Entonces aquí buscaron, discutieron, meditaron, deliberaron. Así
vinieron, a celebrar Consejo sobre la aparición del alba: consiguieron,
encontraron, lo que [debía] entrar en la carne del hombre. Ahora
bien, poco [faltaba] para que se manifestasen el sol, la luna, las estrellas;
encima, los Constructores, los Formadores.
En Casas sobre Pirámides,
en Mansión de los Peces, así llamadas, nacían las mazorcas amarillas, las
mazorcas blancas. He aquí los nombres de los animales que trajeron el alimento:
Zorro. Coyote, Cotorra. Cuervo, los cuatro animales anunciadores de la noticia
de las mazorcas amarillas, de las mazorcas blancas nacidas en Casas sobre
Pirámides, y del camino de Casas sobre Pirámides. He aquí que se conseguía al
fin la sustancia que debía entrar en la carne del hombre construido, del hombre
formado: esto fue su sangre: esto se volvió la sangre del hombre: esta mazorca
entró en fin [en el hombre] por los Procreadores, los Engendradores.
Se regocijaron, pues, de
haber llegado al país excelente, lleno de cosas sabrosas; muchas mazorcas
amarillas, mazorcas blancas; mucho cacao
[moneda], cacao [fino]; innumerables los zapotillos rojos,
las anonas, las frutas, los frijoles Paternoster, los zapotes
matasanos, la miel [silvestre] ; plenitud de exquisitos alimentos [había] en
aquella ciudad llamada Casas sobre Pirámides [cerca
de la] Mansión de los Peces. Subsistencias de todas clases, pequeñas
subsistencias, grandes subsistencias, pequeñas sementeras, grandes sementeras,
[de todo esto] fue enseñado el camino por los animales. Entonces fueron molidos
el maíz amarillo, el maíz blanco, y Antigua Ocultadora hizo nueve 112 bebidas.
El alimento se introdujo [en
la carne], hizo nacer la gordura, la grasa, se volvió
la esencia de los brazos, [del
los músculos del hombre.
Así hicieron los Procreadores, los Engendradores, los Dominadores,
los Poderosos del Cielo, como se dice. Inmediatamente fue [pronunciada] la
Palabra de Construcción, de Formación de nuestras primeras madres,
[primeros] padres; solamente mazorcas amarillas, mazorcas
blancas, [entró en] su carne: única alimentación de las piernas, de los
brazos del hombre. Tales fueron nuestros primeros padres,
[tales] fueron los cuatro hombres
construidos: ese único alimento
[entró] en su carne.
26
He aquí los nombres de
los primeros hombres que fueron construidos, que fueron formados. He aquí el primer
hombre: Brujo del Envoltorio; el segundo: Brujo Nocturno; después, el tercero:
Guarda-Botín; y el cuarto: Brujo Lunar. Tales eran los nombres de nuestras
primeras madres, [primeros] padres. Solamente construidos, solamente formados;
no tuvieron madres, no tuvieron padres; nosotros les llamamos simplemente
Varones. Sin [la mujer] fueron procreados, sin [la] mujer fueron engendrados,
por Los de lo Construido, Los de lo Formado, los Procreadores, los
Engendradores. Solamente por Poder [Mágico], solamente por Ciencia [Mágica],
[fue] su construcción, su formación, por los Constructores, los Formadores, los
Procreadores, los Engendradores, los Dominadores, los Poderosos del Cielo.
Entonces tuvieron apariencia humana, y hombres fueron; hablaron, dijeron, vieron,
oyeron, anduvieron, asieron: hombres buenos, hermosos; su apariencia; rostros
de Varones. La memoria fue, existió. Vieron; al instante su mirada se elevó.
Todo lo vieron, conocieron todo el mundo entero; cuando miraban, en el mismo
instante su vista miraba alrededor, lo veía todo, en la bóveda del cielo, en la
superficie de la tierra. Veían todo lo escondido sin antes moverse. Cuando
miraban el mundo veían, igualmente, todo lo que existe en él. Numerosos eran
sus conocimientos. Su pensamiento iba más allá de ¡a madera, la piedra, los
lagos, los mares.
los montes, los valles.
En verdad, hombres a los que [se les debía] amar: Brujo del Envoltorio, Brujo
Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar. Fueron entonces interrogados por Los de la
Construcción, Los de la Formación. "¿Qué pensáis de vuestro ser? ¿No veis?
¿No oís? Vuestro lenguaje, vuestro andar, ¿no son buenos? Mirad pues y ved el
inundo, si no aparecen los montes, los valles: ved para instruiros", se
les dijo. Vieron en seguida el mundo entero, y después dieron gracias a los
Constructores, a Los Formadores. "Verdaderamente dos veces gracias, tres
veces gracias. Nacimos, tuvimos una boca, tuvimos una cara, hablamos, oímos,
meditamos, nos movemos: bien sabemos, conocemos lejos, cerca. Vemos lo grande, lo
pequeño, en el cielo, en la tierra. ¡Gracias [damos] a vosotros! Nacimos, oh
Los de lo Construido, Los de lo Formado: existimos, oh abuela nuestra, oh
abuelo nuestro", dijeron, dando gracias de su construcción, de su
formación. Acabaron de conocerlo todo, de mirar a las cuatro esquinas, a los
cuatro ángulos, en el cielo, en la tierra. Los de lo Construido. Los de lo
Formado, no escucharon esto con placer. "No está bien lo que dicen
nuestros construidos, nuestros formados. Lo conocen todo, lo
grande, lo pequeño", dijeron. Por lo tanto, celebraron consejo Los
Procreadores, los Engendrados. "¿Cómo obraremos ahora para con ellos? ¡Que
sus miradas no lleguen sino a poca distancia! ¡Que no vean más que un poco la
faz de la tierra! ¡No está bien lo que dicen. ¿No se llaman solamente
Construidos, Formados? Serán como dioses, si no engendran, [si] no se propagan,
cuando se haga la germinación, cuando exista el alba; solos, no se multiplican.
Que eso sea. Solamente deshagamos un poco lo que quisimos que fuesen: no está bien
lo que decimos, ¿Se igualarían a aquellos que los han hecho, a aquellos cuya
ciencia se extiende a lo lejos, a aquellos que todo lo ven?", fue dicho
por los Espíritus del Cielo, Maestro Gigante [Relámpago], Huella del Relámpago,
Esplendor del Relámpago, Dominadores. Poderosos del Cielo. Procreadores. Engendradores.
Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora, Constructora, Formadores. Así hablaron
cuando rehicieron el ser de su construcción, de su formación.
Entonces fueron
petrificados ojos 113 [de los cuatro] por
los Espíritus del cielo, lo que los veló como el aliento sobre la faz de un
espejo; los ojos se turbaron; no vieron más que lo próximo, esto sólo fue
claro. Así fue perdida la Sabiduría y toda la Ciencia de los cuatro hombres, su
principio, su comienzo. Así primeramente fueron construidos, fueron formados,
nuestros abuelos, nuestros padres, por los Espíritus del Cielo, los
Espíritus de la Tierra.
Entonces existieron
también sus esposas, vivieron sus mujeres. Los dioses celebraron consejo. Así,
durante su sueño, [los cuatro] recibieron mujeres verdaderamente
bellas, quienes existieron con Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno.
Guarda-Botín, Brujo Lunar. Cuando se despertaron, sus mujeres existieron: sus
corazones se regocijaron al instante a causa de sus esposas.
27
He aquí los nombres de
sus mujeres: [La de] la Blanca Mansión del Mar, nombre de la mujer de Brujo del
Envoltorio; [La de] la Mansión de los
Bogavantes, nombre de la mujer de Brujo Nocturno; [La de]
la Mansión de los Colibríes, nombre de la mujer de Guarda-Botín: [La de] la
Mansión de los Guacamayos, nombre de la mujer de Brujo Lunar. Tales son los
nombres de sus mujeres: éstas fueron jefes. Ellos engendraron a los hombres, a
las tribus pequeñas, a las tribus grandes. Ellos fueron; nuestro tronco, de
nosotros los hombres quichés. Numerosos fueron también Los de las Espinas, Los
del Sacrificio, quienes no fueron más que cuatro 114 pero
esos cuatro solos [fueron] nuestros padres, de nosotros los quichés. Diversos
¡son] los nombres de cada uno de los que ellos engendraron allá lejos, en el
Este. De sus nombres vinieron [los] de los hombres de Tepeu 115, Oloman,
Cohah 116,
Quenech, Ahau, como se llamaban estos hombres allá lejos, en Oriente, donde
ellos engendraron. Se sabe también el comienzo de los de Tam 117, de
los de Iloc. Juntos vinieron de allá, lejos, del Este.
Brujo del Envoltorio,
abuelo, padre de las nueve Grandes Mansiones, de los Cavek. Brujo Nocturno,
abuelo, padre de las nueve Grandes Mansiones de los Niha. Guarda-Botín, abuelo,
padre de las cuatro Grandes Mansiones de los Ahau-Quiché. Tres fracciones de
pueblos fueron. No [están] perdidos los nombres de sus abuelos, sus padres,
quienes engendraron, se desarrollaron allá lejos, en Oriente. Vinieron también
los Tam, los Iloc, con las trece ramas de tribus, las trece Aglomeraciones,
con los Rabinal, los Cackchiquel, los de Tziquinaha; después los Zacaha; en
seguida los Lamak, Cumatz, Tuhalha, Unabaha, Los de Chumilaha, con
Los de Quiba-ha, Los de Batenaba-ha, los Hombres de Acul, Balami-ha,
los Canchahel, los Balam-Col. Solamente son las grandes tribus, las ramas de
tribus, las que decimos: no contamos más que a las grandes. Muchas otras
completaban [la población] en cada fracción de la ciudad; no hemos
escrito sus nombres, sino solamente [los de] las engendradas allá lejos, en
Oriente. Muchos hombres fueron; en la obscuridad se multiplicaron; cuando se
multiplicaron, el día, el alba, no habían sido dados a luz; todos juntos
existían; importantes eran sus seres, sus renombres, allá lejos, en Oriente. No
eran sostenes, nutridores, pero hacia el cielo erguían sus
rostros. No sabían lo que habían venido a hacer tan lejos.
Allá existían numerosos
hombres de las tinieblas, hombres del alba. Numerosos [eran] los rostros de los
hombres, numerosos los lenguajes de los hombres; dos [solamente] sus
orejas 118. "Hay linajes en el
mundo, hay regiones, en las que no se ve el rostro de los hombres; [estos] no
tienen casas, sino que recorren, como locos, las montañas pequeñas, las
montañas grandes", decíase entonces, ultrajando a los hombres de aquellos países. Así
dijeron ellos allá lejos, cuando vieron levantarse el sol. Todos no tenían
[entonces] más que una lengua; no invocaban a la madera, a la piedra; en ellos
subsistía el recuerdo de la Palabra de Construcción, de Formación, de Los
Espíritus del Cielo, de los Espíritus de la Tierra. Hablaban meditando sobre lo
que ocultaba el alba; preguntaban cómo ejecutar la Palabra de amor, aquellos
amantes, aquellos obedientes, aquellos respetuosos; erguían después sus rostros
hacia el cielo, pidiéndole sus hijas, sus hijos. "¡Salve, oh
Constructores, oh Formadores! Vosotros véis, vosotros escucháis.
Vosotros. No nos abandonéis, no nos dejéis, oh dioses, en el cielo, en la
tierra, Espíritus del Cielo, Espíritus de la Tierra. Dadnos nuestra
descendencia, nuestra posteridad, mientras haya días, mientras haya albas. Que
la germinación se haga, que el alba se haga. Que numerosos sean los verdes
caminos, las verdes sendas que nos dais. Que tranquilas, muy tranquilas, estén
las tribus. Que perfectas, muy perfectas, sean las tribus. Que perfecta sea la
vida, la existencia que nos dais, oh Maestro Gigante [Relámpago], Huella del
Relámpago, Esplendor del Relámpago. Huella del Muy Sabio, Esplendor del Muy
Sabio 119, Gavilán, Maestros Magos, Dominadores, Poderosos del
Cielo, Procreadores, Engendradores, Antiguo Secreto, Antigua Ocultadora, Abuela
del Día, Abuela del Alba. Que la germinación se haga, que el alba se
haga". Así hablaban cuando miraban, cuando invocaban la vuelta del alba,
allá en donde el sol se levanta, contemplando a Luna-Sol 120 gran
estrella que antes de la salida del sol ilumina en el cielo, sobre la tierra,
el camino de los hombres construidos, de los hombres formados.
28
Brujo del Envoltorio,
Brujo Nocturno. Guarda-Botín, Brujo Lunar, dijeron: "Esperemos que [nazca] el
alba". Así dijeron aquellos grandes Sabios. Los de las Espinas, aquellos
obedientes, como se les llama. No había ni madera ni piedra 121 para
guardar a nuestras primeras madres, [nuestros primeros] padres. Sin embargo, sus corazones
se cansaban de esperar el día. Numerosas eran ya todas las tribus, con los
hombres Yaqui 122. Los de las Espinas. Los del Sacrificio.
"Vamos a buscar, vamos a ver, adonde guardar nuestros signos: si tenemos
esto podremos encender [fuego] ante [ellos]. Desde [hace] largo tiempo que
estamos aquí no hay guardianes para nosotros". Así dijeron Brujo del
Envoltorio. Brujo Nocturno, Guarda-Botín. Brujo Lunar. Oyeron hablar de una
ciudad, [y] partieron. He aquí los nombres de los lugares adonde fueron Brujo
del Envoltorio. Brujo Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar, con los Tam, los
Iloc. Lugar de la Abundancia-Barranco-Siete Grutas-Siete Barrancos,
[es el] nombre de la ciudad adonde fueron a tomar dioses. Todos llegaron allá
lejos, a Lugar de la Abundancia; innumerables [eran] los hombres que llegaron:
numerosos los que entraron en orden. Se les entregaron sus dioses. Los
primeros, [fueron] los de Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno, Guarda-Botín,
Brujo Lunar, quienes se regocijaron. "He aquí que hemos encontrado al fin
lo que se buscaba" dijeron. He aquí el primero que salió: Pluvioso, nombre
del dios. Se suspendió su cesta 123 que se amarró Brujo
del Envoltorio. En seguida salió Sembrador, nombre del dios que descendió Brujo
Nocturno. En seguida Volcán nombre del dios que recibió
Guarda-Botín. Centro de la Llanura, nombre del dios que recibió Brujo Lunar. En
compañía de los hombres Queché,
los de Tam recibieron: igualmente.
Pluvioso de los Tam es el nombre del dios que recibió
el abuelo, el padre, de los jefes de los Tam que conocemos ahora.
En fin de Iloc el tercero: Pluvioso [fue]
también el nombre del
dios que recibieron los abuelos, los padres
de los jefes que conocemos ahora. Tales son los nombres de los tres Quichés; no
se separaron, pues único era el nombre del dios:
Pluvioso entre los Quichés. Pluvioso entre los Tam. Pluvioso entre los
Iloc: único [era] el nombre del dios, y estos tres Quichés no se separaron.
Verdaderamente grande era la
naturaleza de aquellos tres: Pluvioso. Sembrador. Volcán. Entonces
entraron todas las tribus, los Rabinal, los Cakchequel,
los de Tziquinaha, con los hombres llamados ahora Yaquí.
Allí se cambió el lenguaje de las tribus, se diversificó la lengua.
Ya no se entendieron
claramente las unas a
las otras cuando vinieron de Lugar
de la Abundancia: allá se separaron: hubo algunas que fueron al Este: muchas
vinieron aquí. Solamente unas pieles [eran] sus
vestidos: no tenían telas perfectas para
[hacer] vestidos, sino que las pieles de las
bestias [eran] su atavío. Aquellos pobres no tenían
suyo más que su naturaleza
de hombres Sabios. Cuando llegaron a Lugar de la Abundancia-Barranco-Siete Grutas-Siete-Barrancos,
dícese en el relato de antaño, habían andado mucho para llegar a Lugar de
la Abundancia.
29
No había fuego. Solos
estaban allá los de Pluvioso. Éste [era] el dios de las tribus. El
primero, él hizo nacer el fuego; este nacimiento no se muestra, pues el fuego
llameaba ya cuando lo vieron Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno. "¡Ay!
ya no hay nuestro fuego que había sido hecho; nos morimos de frío",
dijeron en seguida. Entonces Pluvioso respondió: "No os aflijáis. Vuestro
es el fuego perdido del cual habláis"; [así] les respondió Pluvioso.
"Verdaderamente, oh dios, oh sostén nuestro, oh nutridor
nuestro, oh dios nuestro", dijeron, dándole gracias. Pluvioso habló.
"Muy bien. En verdad, yo, vuestro dios; que así sea. Yo vuestro jefe; que
así sea", fue dicho por Pluvioso a Los de las Espinas. Los del Sacrificio.
He aquí que las tribus se calentaban, se regocijaban a causa del fuego.
Entonces comenzó un gran aguacero, allá adonde brillaba el
fuego de las tribus; mucho granizo menudo cayó sobre la
cabeza de todas las tribus; entonces el fuego fue apagado por el granizo;
no hubo ya fuego hecho. Entonces Brujo del Envoltorio, Brujo
Nocturno, pidieron otra vez su fuego. "Oh Pluvioso, en verdad morimos de
frío", dijeron a Pluvioso. "¡Bien! No os aflijáis",
dijo Pluvioso. En seguida produjo fuego sacando fuego [por fricción] de sus
sandalias. Entonces Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno. Guarda-Botín,
Brujo Lunar, se regocijaron y después se calentaron.
He aquí que, también se
había apagado el fuego de las tribus; éstas se morían
de frío; entonces fueron a pedir fuego a Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno,
Guarda Botín. Brujo Lunar. Intolerables [eran] sus sufrimientos por el frío, la
helada; solamente se caían de frío, se entumecían; ninguna vida en ellas; se
debilitaban; sus piernas, sus brazos, se torcían; no podían asir [nada] cuando
llegaron. "No nos avergoncéis si os pedimos que nos deis un poco de
vuestro fuego", dijeron al llegar. No se fue a [su] encuentro; entonces en
sus corazones gimieron las tribus. Diferente [del suyo] era el lenguaje de
Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar. "¡Ay!
¡Oh! Abandonamos nuestra lengua. ¿Cómo hicimos? Nos hemos perdido. ¿En dónde
nos engañamos? Único era nuestro lenguaje cuando vinimos de Lugar de la
Abundancia; única nuestra manera de sostener [el culto], nuestra manera de
vivir. No está bien lo que hicimos", repitieron todas las
tribus, bajo los árboles, bajo los bejucos.
Entonces un hombre se
mostró a la faz de Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno. Guarda-Botín, Brujo
Lunar. Aquel mensajero de Xibalbá les dijo: "En verdad, he aquí a vuestro
dios, he aquí a vuestro sostén, he aquí al sustituto, al recuerdo, de vuestros
Constructores, de vuestros Formadores. No deis su fuego a las tribus hasta que
éstas den a Pluvioso, vuestro jefe, lo que ellas deben daros, Preguntad pues a
Pluvioso lo que ellas deben darle para coger fuego"; [así] dijo aquel
Xibalbá. Su ser era como el ser de un murciélago. "Yo soy el mensajero de
vuestros Constructores, de vuestros Formadores", añadió el Xibalbá.
Entonces ellos se regocijaron; en su espíritu crecieron Pluvioso, Sembrador.
Volcán, cuando habló aquel Xibalbá. De súbito éste se borró de delante de sus
rostros, sin irse. Entonces llegaron las tribus que perecían de frío: mucho
granizo, obscuridad, lluvia, helada; incalculable el frío. Ahora, pues, todas
las tribus se encontraron tembló rosas, tartamudeantes de frío, al llegar allá
adonde estaban Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno. Guarda-Botín.
Brujo Lunar. Grande [era]
la aflicción de sus corazones: tristes [estaban] sus bocas, tristes sus
rostros. En seguida [las tribus] llegaron en secreto ante los rostros de Brujo
del Envoltorio. Brujo Nocturno. Guarda Botín, Brujo Lunar. "¿No
tendréis piedad de nuestros rostros, de nosotros que no os pedimos más que un
poco de vuestro fuego? ¿No se ha encontrado una sola casa para nosotros, un
solo país para nosotros 124, cuando fuisteis
construidos, cuando fuisteis formados? Tened piedad de nuestros rostros",
dijeron. "¿Qué nos daréis para que tengamos piedad de vuestros
rostros?", fue dicho. "Pues bien, os daremos metales preciosos",
respondieron las tribus. "No queremos metales preciosos", dijeron
Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno. "¿Qué queréis?" "Pronto
os lo pediremos". "Bien", respondieron las tribus. "Vamos a
preguntárselo a Pluvioso, y después os lo diremos", se les respondió.
"Oh Pluvioso ¿qué darán las tribus que vienen a pedir tu fuego?",
dijeron entonces Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno. Guarda-Botín, Brujo
Lunar. "Pues bien, ¿querrán ellas estar unidas [a mí]
bajo su horcajadura bajo su axila? ¿Quieren sus corazones que yo las abrace,
yo. Pluvioso? Si ellas no lo quieren, no les daré fuego" dijo Pluvioso.
"Decídselo poco a poco. "Yo no
quiero desde ahora su unión bajo su horcajadura, bajo su axila", dijo él,diréis".
Así fue dicho a Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno. Guarda-Botín.
Brujo Lunar. Entonces ellos dijeron la Palabra de Pluvioso. "Muy bien.
Bien [está], igualmente, que lo abracemos", respondieron [las tribus]
cuando oyeron, recibieron, la Palabra de Pluvioso. No tardaron. "Muy aprisa",
dijeron: entonces recibieron el fuego, y después se calentaron.
30
Sin embargo, una fracción
[de las tribus] sacó [por fricción] el fuego de la madera. Serpiente de
la Fertilidad de la Mansión de los Murciélagos, [era el] nombre del dios de los
Cackchequel: su imagen: solamente un murciélago. Cuando obtuvieron la madera
[friccionable] la frotaron [todos] juntos hasta que el fuego hubo prendido. Los
Cakchequel no pidieron luego, no se dieron por sometidos.
Todas las demás tribus se
sometieron cuando dieron la parte inferior de su horcajadura, la parte inferior
de su axila, para ser abierta; ésa era la abertura de la cual había hablado
Pluvioso; entonces se sacrificó a todas las tribus ante su rostro, entonces se
arrancó el corazón por la horcajadura, por la axila. No se había enseñado aún
esta: operación antes de que lo fuese por un oráculo de Pluvioso. Murieron por
la fuerza, [por] la dominación de Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno.
Guarda-Botín. Brujo Lunar.
De Lugar
de la Abundancia-Barranco había venido la costumbre de no comer 125.
Guardaban ayuno perpetuo; pero observaban el alba, espiaban la salida del sol,
se alternaban para ver la gran estrella llamada Luna-Sol, la primera antes del
sol cuando nace el día. La magnífica Luna-Sol estaba siempre encima de sus
rostros al salir el sol, cuando estaban en el llamado Lugar de la
Abundancia-Barranco, de don le vinieron los dioses. No fue, pues, aquí en donde
recibieron su fuerza, su poder; sino allá [fue en donde] se doblegó, se humilló
a las tribus grandes, a las tribus pequeñas, cuando se las sacrificó ante
Pluvioso, cuando se le dio a éste la sangre, la savia, la horcajadura, la
axila, de todos aquellos hombres. Por eso en Lugar de la Abundancia [les]
llegaron la fuerza, la gran ciencia, que hubo en ellos, en la obscuridad, en la
noche, y [que hubo también] en lo que ellos hicieron. Vinieron pues, se
desprendieron de allá adonde dejaron el sol levante. "No [es] aquí
nuestra casa. Vamos a ver adonde la plantaremos", dijo entonces Pluvioso.
En verdad, habló a Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno,
Guarda-Botín. Brujo Lunar. "Ante todo dad gracias. En seguida sangrad
vuestras orejas, picad vuestros codos, sacrificaos; tal será vuestra acción de
gracias a la faz de los dioses". "Muy bien",
respondieron, sangrándose las orejas. En seguida comenzaron su canto de su
venida de Lugar de la Abundancia; sus corazones lloraron cuando vinieron,
cuando se desterraron de Lugar de la Abundancia, abandonándolo.
"¡Ah! No veremos aquí el alba, el nacimiento del día, cuando se
alumbre la superficie de la tierra", dijeron. Partieron, pero
dejaron [gente] en el camino; hubo hombres dejados allá dormidos. Cada tribu se
levantaba siempre para ver la estrella señal del día. Esta señal del alba
estaba en sus corazones cuando vinieron del Oriente, y con rostro igual fueron
a una gran distancia de allí, se nos dice ahora.
31
Entonces llegaron a la
cima de una montaña. Allí se reunieron todos los hombres Queche con las tribus.
Allí se reunieron, se consultaron, y el nombre de la montaña es ahora De la
Consulta; tal es el nombre de la montaña. Se congregaron en ella para
gloriarse. "Yo, yo hombre Queche". "Tú, tú, Tam es tu
nombre", díjose a los Tam. Se dijo después a los Iloc: "Tú Iloc es tu
nombre". "Estas tres [fracciones] Queche no se perderán, y nuestras
Palabras serán iguales", dijeron al aplicarse sus nombres. Entonces se les puso
nombre también a los Cackchequel: "Fuego salido de la madera" es su
nombre. Los Rabinal tuvieron también su nombre, no perdido ahora 126.
También estaban Los de Tziquina-ha, nombre actual. Tales son los nombres con
los cuales se llamaron unos a otros. Allí se congregaron, esperando el alba, acechando
la salida de la estrella, la primera antes de que nazca el día. "De allá
lejos vinimos, pero nos separamos", se decían entre sí. He aquí que sus
corazones estaban afligidos; grandes eran sus sufrimientos allá por donde
pasaban; no había comestibles, no había subsistencias; olían solamente el
tronco de sus bastones para imaginarse que comían, pues al venir no comieron.
Su pasaje por mar no
aparece; pasaron como si no hubiera habido mar, solamente sobre piedras
pasaron, y aquellas piedras sobresalían en la arena. Entonces llamaron Piedras
Arregladas-Arenas Arrancadas, nombre [dado] por ellos, al sitio por donde
pasaron en el mar, habiéndose separado el agua allá por donde pasaron. He aquí
que estando afligidos sus corazones, se consultaron entre sí, pues no había
para alimento más que un bocado, un poco de maíz. Estaban amontonados allí en
la montaña llamada De la Consulta. Llevaban también a Pluvioso. Sembrador.
Volcán. Brujo del Envoltorio y su esposa llamada [La de] la
Blanca Mansión del Mar hicieron un gran ayuno. Lo mismo hicieron Brujo Nocturno
y su esposa [La de] la Mansión de los Bogavantes. Y Guarda-Botín y su
esposa, [La de] la Mansión de los Colibríes, hicieron un gran ayuno. Lo
mismo [hicieron] Brujo Lunar y su esposa[La de] la
Mansión de los Guacamayos. Fueron ayunos en la obscuridad, en la noche. Grande
[era] su tristeza cuando estaban en la montaña ahora llamada De la Consulta, en
donde los dioses les hablaron otra vez.
32
Entonces fue dicho por
Pluvioso. Sembrador. Volcán, a Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno.
Guarda-Botín. Brujo Lunar: "Vamonos, levantémonos, no nos quedemos aquí:
llevadnos a un escondrijo. Ya se esparce el alba. ¿No estarían tristes vuestros
rostros si fuésemos cogidos por los guerreros en sus muros 127 a
causa de vosotros, oh Los de las Espinas. Los de] Sacrificio? Llevadnos a cada
uno separadamente: [así] les dijeron cuando
les hablaron. "Muy bien. Solamente nos desprendemos [de aquí], solamente
buscamos las selvas", fue respondido por todos. En seguida cada uno de
ellos cargó con su dios. Entonces se colocó a Sembrador en el barranco llamado
Barranco del Escondrijo. [así] llamado por ellos,
en el gran barranco de la selva llamada ahora "Con Sembrador" 128, en
donde lo dejaron: fue dejado en el barranco por Brujo Nocturno. Orden del
abandono: el primero dejado fue Volcán, sobre una gran Mansión Roja 129 llamada
ahora Volcán: allí existió también su ciudad en donde estaba el dios llamado
Volcán. Guarda-Botín quedóse con su dios, el segundo dios que fue ocultado por
ellos; Volcán no fue escondido en la selva sino en la montaña deshierbada
Volcán 130. Entonces fue después
Brujo del Envoltorio; llegó a una gran selva: Brujo del Envoltorio fue a
esconder a Pluvioso: se llama ahora con el nombre de "Con
Pluvioso" 131 la montaña;
entonces celebróse el escondrijo del barranco, el abrigo secreto de Pluvioso:
muchas serpientes y muchos jaguares, víboras, [serpientes] cantíes, había allí en donde
fue escondido por Los de las Espinas, Los del Sacrificio. Juntos estaban Brujo
del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar. Juntos esperaban el
alba en el monte llamado Volcán. No muy lejos estaban los dioses de Tam y de
Iloc. Burgo de Tam, nombre del [lugar] en donde estaba el dios de los Tam; allí
fue su alba. Burgo de Uquincat, nombre del sitio en donde fue el alba de los
Iloc; no muy lejos del monte estaba el dios de los Iloc. Allí, todos los
Rabinal, los Cakchequel, Los de Tziquina-ha, todas las tribus pequeñas, las
tribus grandes, se habían detenido juntas; juntas tuvieron su alba; juntas
esperaron la salida de la gran estrella llamada Luna-Sol 132 que
sale la primera antes del día al alba, se decía. Juntos estaban allí Brujo del
Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar; no tenían ni sueño ni
reposo. Grandes [eran] los gemidos de sus corazones, de sus vientres, por el
alba, la claridad.
Allí también sus rostros
tuvieron vergüenza; vino una gran aflicción, una gran angustia; fueron abatidos
por el dolor. Allí habían llegado. "Sin alegría vinimos, ¡ay! Queríamos
ver nacer el día. ¿Cómo hicimos? Único [era] nuestro rostro en nuestro país de
donde nos hemos arrancado", decían cuando hablaban entre sí en la
tristeza, en la angustia, en el sollozar de la voz. Sin aliviar sus corazones
hablaban hasta el alba. "He aquí a los dioses sentados en los barrancos,
en las selvas, sentados en los Ek, en los Atziak 133, en donde
están sin que se les hayan dado cajas", decían. Ante todo, Pluvioso,
Sembrador, Volcán. Grande [es] su gloria, grandes [son] también su potencia, su
pensamiento, sobre todos los dioses de las tribus. Importante [es] su
Sabiduría, importantes [son] sus peregrinaciones, sus victorias en el frío, en
el espanto de su ser, en el espíritu de las tribus. Su pensamiento reposaba a
causa de Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno. Guarda-Botín, Brujo Lunar. [No
había] ningún cansancio en sus corazones por los dioses de los cuales se
encargaron al venir de Lugar de la Abundancia-Barranco, allá lejos, en Oriente.
Estaban pues allí, en la selva. "He aquí el alba En Lluvioso, En
Sembrador, En Volcán", se dice ahora. He aquí que fueron hechos jefes, que
tuvieron el alba, nuestros abuelos, nuestros padres. Contaremos el alba, la
aparición del sol, de la luna, de las estrellas.
33
He aquí, pues, el alba,
la aparición del sol de la luna, de las estrellas. Brujo del Envoltorio, Brujo
Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar, se regocijaron mucho cuando vieron a
Luna-Sol; primero salió ella; [con] la faz iluminada, salió primero ella, antes
que el sol. Desenrollaron en seguida sus copales, venidos de allá lejos, del
Oriente, pues servirse de ellos en seguida estaba en su espíritu. Los tres
desenrollaron lo que ofrecían sus corazones. Copal de Mixtán, nombre del copal
que llevaba Brujo del Envoltorio. Copal de Caviztán, nombre del copal que
llevaba Brujo Nocturno. Divino Copal se llamaba el que llevaba Guarda-Botín.
Estos tres eran sus copales; esto es lo que quemaron cuando llegaron danzando,
allá en Oriente. Agradables [fueron] sus gritos cuando danzaron quemando
copales preciosos. En seguida gimieron de no ver, de no contemplar, el
nacimiento del día. Después, cuando salió el sol, los animales pequeños, los
animales grandes, se regocijaron; acabaron de levantarse en los caminos de las
aguas, en los barrancos; se pusieron en las puntas de los montes, juntos sus
rostros hacia donde sale el día. Allí rugieron el puma, el jaguar. El pájaro
llamado Queletzú cantó el primero. En verdad todos los animales se regocijaron.
El águila, el zopilote blanco, los pájaros pequeños, los pájaros grandes,
aletearon. Ahora bien, Los de las Espinas, Los del
Sacrificio, se habían arrodillado, se regocijaban grandemente con Los de las
Espinas, Los del Sacrificio, de los Tam, de los Iloc, y de los Rabinal, de los
Cakchequel, de Los de Tziquinaha, y de [los de] Tuhalha, Uchabah, Quibah, Los
de Batenha, y de los Yaquí Dominadores; tantas tribus como ahora.
Innumerables [eran] los
hombres. El alba efectuóse sobre todas las tribus juntas. La faz de la tierra
fue en seguida secada por el sol. Semejante a un hombre [era] el sol cuando se
mostró. Su faz ardiente secó la faz de la tierra. Antes de que saliera el sol,
cenagosa, húmeda, [era] la superficie de la tierra, antes de que saliera el
sol. Enteramente parecido a un hombre salió el sol; sin fuerza [era] su calor;
solamente se mostró cuando nació; no permaneció sino como un espejo. "No
es realmente el sol que se nos aparece ahora", dicen en sus historias.
Inmediatamente después de esto se petrificaron Pluvioso. Sembrador, Volcán, y
las divinidades Puma, Jaguar, Víbora, [Serpiente] Canti, Blanco
Entrechocador; sus brazos se engancharon en las ramas de los árboles cuando se
mostraron el sol, la luna, las estrellas; por doquiera todos se petrificaron.
Quizá no estaríamos ahora desembarazados de la mordedura de los pumas,
jaguares, víboras, [serpientes] cantíes, blancos entrechocadores, quizá ahora
[estaríamos] sin nuestra gloria, si los primeros animales no hubieran sido
petrificados por el sol. Cuando sucedió esto, gran alegría hubo en el corazón
de Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno. Guarda-Botín, Brujo Lunar; estuvieron
muy alegres cuando se efectuó el alba. Los hombres no [se habían] multiplicado
entonces: no eran sino unos pocos cuando estaban en el monte Volcán, en
donde se realizó el alba, y en donde quemaron [los copales]. Allí danzaron,
[vueltos] hacia el Este de donde habían venido; allí [estaban] sus montañas,
sus valles, adonde habían venido los llamados Brujo del Envoltorio. Brujo
Nocturno. Guarda-Botín, Brujo Lunar. Pero en la montaña se multiplicaron, ella
se volvió su ciudad. Estaban aquí cuando se mostraron el sol, la luna, las
estrellas; el alba, la iluminación, existió en la faz de la tierra, del mundo
entero. Allí también comenzó su canto llamado Nosotros Vemos, que cantaron, que
gimieron sus corazones, sus vientres. En su canto decían: "¡Ay! Perdidos
fuimos en Lugar de la Abundancia, nos separamos. Nuestros hermanos mayores,
nuestros hermanos menores, quedáronse. Sí, hemos visto el sol, pero ¿en dónde
están ellos, cuando he aquí el alba?; así decían a Los de las Espinas, Los del
Sacrificio, los hombres Yaquí. De igual modo, Pluvioso era el nombre del dios
de los hombres Yaquí, llamado Yolcuat-Quetzalcuat, cuando nos separamos allá
lejos, en Lugar de la Abundancia-Barranco. "He aquí de donde salimos, he
aquí nuestra parentela, cuando vinimos", se decían unos a otros.
Entonces se acordaban de
sus hermanos mayores, de sus hermanos menores, de los hombres Yaquí cuya alba
se hizo en el [lugar] llamado ahora México. Una parte de aquellos hombres se
quedaron también allá lejos, en Oriente; Tepeu, Oliman, [son los] nombres del
sitio en donde se quedaron, se cuenta. Grande [fue] la aflicción de sus
corazones, allí, en Volcán. Lo mismo hicieron Los de los Tam, [Los] de los
Iloc; parecidamente estaban en la selva, en el poblado llamado Dan; el alba
existió sobre Los de las Espinas, Los del Sacrificio, de los Tam, con su dios,
también Pluvioso. Único [era] el nombre del dios de las tres fracciones de los
hombres Queche. Lo mismo [era] el nombre del dios de los Rabinal; poco
diferente [es] este nombre: Suprema Lluvia, así se dice el nombre del dios de
los Rabinal: se cuenta también que había unidad con la lengua Queche; pero
había diferencia con la lengua de los Cakchequel, pues diferente [era] el
nombre de su dios cuando salieron del lugar de la Abundancia-Barranco.
Serpiente que se vuelve Invisible de la Mansión de los Murciélagos, [era el]
nombre del dios; la lengua también [es] diferente ahora. Hay también los dioses
de los cuales los clanes de Ahpo-Zotzil, Ahpo-Xa, así llamados, tomaron sus
nombres. Lo mismo que los dioses, la lengua difería cuando se les entregaron
los dioses allá lejos, en Lugar de la Abundancia. Cerca de la Piedra varió la
lengua cuando vinieron de Lugar de la Abundancia en la obscuridad. Juntas se
establecieron y tuvieron su alba todas las tribus; los nombres de los dioses
[se dieron] según el rango de cada fracción. He aquí que ahora contaremos su
residencia, su morada, en la montaña en donde estuvieron juntos los cuatro
llamados Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar; sus
corazones gemían ante Pluvioso, Sembrador. Volcán, quienes por [obra de] ellos
estaban en los Ek, en los Atziak.
34
He aquí, pues, su
decisión, el origen de la colocación de Pluvioso cuando fueron ante Pluvioso.
Sembrador. Fueron a verlos, fueron a adorarlos, dieron gracias a sus rostros
por el alba. [Los dioses] resplandecían entre los peñascos, en las selvas, pero
su Sabiduría habló cuando Los de las Espinas, Los del Sacrificio, llegaron ante
Pluvioso. No [fue] gran [cosa] lo que llevaron, lo que quemaron en seguida:
solamente resina, solamente resina superfina, con anís silvestre, quemaron ante
los dioses. Entonces Pluvioso habló; sólo su Sabiduría existió cuando dio
consejo a Los de las Espinas. Los del Sacrificio: él habló, dijo: "Aquí
verdaderamente están nuestras montañas, nuestras llanuras. Nosotros [somos]
todavía vuestros. Nuestra gloria, nuestro esplendor, serán grandes para todos
los hombres. De vosotros [serán] todas las tribus. Nosotros [somos] también
vuestros compañeros. Tened cuidado de [vuestra] ciudad, nosotros os
aconsejaremos. No os manifestéis a la faz de las tribus cuando estemos
irritados por las palabras de sus bocas, [por] su existencia. No nos dejéis
cazar en la red, sino dadnos los hijos de la hierba de los caminos, los hijos
de los matorrales con las hembras de los venados, las hembras de los pájaros.
Dadnos un poco de su sangre, tened piedad de nuestros rostros, dejadnos los
pelos de los venados, velad porque se descubra a los que se hayan quedado
caídos. He aquí unos símbolos, y por consiguiente nuestros substitutos, que
manifestaréis ante las tribus. Cuando ellas os digan: "¿En
dónde está Pluvioso?", vosotros manifestaréis
ante sus rostros nuestros símbolos; no os manifestéis vosotros mismos, tendréis
otra cosa que hacer. Grande será vuestro ser. Someteréis a todas las tribus:
humillaréis su sangre, su savia, ante nuestros rostros; los que vengan a
abrazarnos serán también nuestros". Así dijeron Pluvioso. Sembrador. Volcán.
Bajo rostros de engendrados se disimulaban cuando íbase a verlos y a sacrificar
ante sus rostros. Entonces comenzó la caza a los hijos de los pájaros, a los
hijos de los venados, caza que recibían Los de las Espinas. Los del Sacrificio.
Cuando se habían encontrado pájaros, hijos de venados, iban en seguida a
derramar la sangre de los venados, de los pájaros, al borde de la piedra de
Pluvioso, Sembrador. Habiendo sido bebida la sangre por los dioses, al instante
la piedra hablaba cuando llegaban Los de las Espinas, Los del Sacrificio,
cuando iban a sacrificar. Así hacían ante los símbolos, quemando resina,
quemando anís silvestre, espinas de maguey. Sus símbolos estaban cada uno sobre
la montaña en donde habían sido colocados. De día no permanecían en sus casas sino
se iban a los montes. He aquí, pues, que no se nutrían más que [de hijos de
abejas, de hijos de avispas, de hijos de abejorros, para sostenerse; [no
tenían] ni buena alimentación ni buena bebida. Entonces no aparecían los
caminos de sus casas, no aparecía [el lugar] en donde se habían quedado sus
esposas.
35
Numerosas eran las tribus
que se habían fundado, cada una reuniéndose, cada una de las fracciones de
tribus que iban en tropeles por los caminos, [por] los caminos [que] se manifestaban. En
cuanto a Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar, no se
mostraban allá en donde estaban. Cuando veían pasar tribus por los caminos,
gritaban en la punta de los montes; no gritaban sino el grito del coyote, sino
el grito del zorro; no hacían sino el grito del puma, del jaguar. Cuando las
tribus al caminar vieron aquellos: "Solamente el grito del coyote,
solamente el grito del zorro, solamente el grito del puma, solamente el grito
del jaguar", dijeron las tribus, como si en el espíritu de: todas las
tribus no fueran hombres. Lo que hacían [los cuatro] no era más que para
engañar a las tribus. "Sus corazones desean [algo]. En verdad lo que hacen
nos asusta. Hay deseo en el grito del puma, [en] el grito del jaguar, quienes
gritan cuando ven a hombres que no caminan sino uno o dos 134.
Desean destruirnos". Cuando iban cada día a sus casas con sus esposas, no
llevaban más que hijos de abejas, hijos de avispas, hijos de abejorros,
que daban a sus esposas. Cada día iban ante Pluvioso, Sembrador, Volcán, [y]
decían en sus corazones: "He aquí a Pluvioso, Sembrador, Volcán. No les
damos sino la sangre de los venados, de los pájaros; no pinchamos sino nuestras
orejas, nuestros codos. Pedimos nuestra bravura, nuestra valentía a Pluvioso,
Sembrador.
Volcán. ¿Quién habla de
los muertos de las tribus cuando los matamos uno a uno?" [Así] se decían
entre sí cuando iban ante Pluvioso, Sembrador, Volcán. Cuando se pinchaban las
orejas, los codos, ante los dioses, enjugaban la sangre y llenaban con ella la
escudilla al borde de la piedra. En realidad no era entonces al borde de la
piedra adonde venía cada uno de los engendrados. Los de las Espinas, Los del
Sacrificio, se regocijaban de aquella sangre [sacada] de ellos cuando llegaba
aquel signo de sus acciones. "Seguid sus huellas; tal es la salvación para
vosotros. De allá lejos, de Lugar de la Abundancia, vino, cuando nos
trajisteis, la piel llamada Bandas Envolventes, dada con la sangre que nos
introdujisteis. Que se froten con sangre ante Pluvioso, Sembrador, Volcán";
[así] se dijo.
36
He aquí que comenzó el
rapto de los hombres de las tribus por Brujo del Envoltorio.
Brujo Nocturno. Guarda-Botín. Brujo Lunar. En seguida [comenzó] la matanza de
las tribus. No cogían más que a un caminante, que a dos caminantes, sin
mostrarse cuando los cogían; en seguida iban a sacrificarlos ante Pluvioso,
Sembrador. Después, cuando derramaban la sangre en el camino, arrojaban la
cabeza en el camino. Las tribus decían entonces: "el jaguar se los ha
comido"; no decían eso sino a causa de las apariencias [de huellas]de
patas de jaguar, [de huellas] de patas que ellos hacían sin mostrarse. Robaron
muchos hombres en las tribus; las tribus no comprendieron sino tardíamente.
"¿Son Pluvioso, Sembrador, quienes entran entre nosotros? Sólo ellos sostienen a
Los de las Espinas, Los del Sacrificio. ¿En dónde están sus casas? Sisamos esas
patas", dijeron entonces todas las tribus. Celebraron consejo unas con
otras, y después comenzaron a seguir las [huellas del patas de Los de las
Espinas. Los del Sacrificio: no eran claras. No vieron más que [huellas de] patas
de venado, de patas de jaguares, no [huellas] claras: aquellas [huellas
de] patas [no eran] claras porque eran como huellas de patas invertidas, para
extraviarlos. Por esta [estratagema] la [verdadera] pista no aparecía. No nacía
más que una nube, no nacía más que una lluvia tenebrosa, no nacía más que un
lodo, no nacía más que una bruma que las tribus veían ante ellas.
Los corazones
[de los cuatro] soportaron la fatiga cuando cazaron en los caminos, pues grande
[era] el ser de Pluvioso, Sembrador, Volcán; se alejaron por la montaña, al
lado de las tribus a las que mataban. Así nació allá el rapto por los brujos
cuando cogieron en los caminos a la [gente de las] tribus para sacrificarla ante
Pluvioso. Sembrador, Volcán, quienes salvaron a sus engendrados allá en la
montaña. He aquí que Pluvioso. Sembrador, Volcán, parecían tres mancebos
caminando, pues su piedra era mágica. Había allí un río. Se bañaban al borde
del río, solamente para mostrarse; [el río] se llamó pues El
Baño de Pluvioso; éste fue el nombre del río. A menudo las tribus los vieron;
se borraban tan pronto como eran vistos por las tribus. Entonces fue contado
que Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar, estaban
allí. He aquí que las tribus celebraron consejo acerca de su muerte. Ante todo
las tribus quisieron celebrar consejo para la derrota de Pluvioso. Sembrador.
Volcán. Todos Los de las Espinas, Los del Sacrificio dijeron a la faz de las
tribus: "Que todos se reúnen, se llamen; que no sea dejada una fracción,
dos fracciones". Todas se congregaron, se llamaron, celebraron consejo
entonces. Cuando se interrogaron, dijeron: "¿Cómo vencer el proceder de
los hombres Cavek Queche, pues acaban con nuestros hijos nuestra
prole? No está clara la destrucción de los hombres por ellos. Si debemos acabar
a causa de esos raptos, entonces sea. Pero si la potencia de Pluvioso.
Sembrador, Volcán, es tan grande, entonces que ese Pluvioso sea
nuestro dios: cautivadle. No han terminado ellos su victoria sobre nosotros.
¿No [somos] muchos hombres en nuestra existencia? Ahora bien, esos Cavek no son
tantos en su existencia"; así dijeron cuando se congregaron todos. Una
parte de las tribus respondió, diciendo: "¿Quién, pues, los ha visto
bañarse cada día en el río? Si son Pluvioso. Sembrador, Volcán, entonces los
venceremos primero entonces comenzará la derrota de Los de las Espinas. Los del
Sacrificio"; [así] respondió aquella parte de las tribus cuando habló.
"¿Cómo los venceremos?", díjose. "Pues bien, he aquí nuestra
victoria sobre ellos. Puesto que parecen mancebos cuando se les ve en el río
que dos doncellas vayan allá; que sean adolescentes verdaderamente bellas, muy
amables, para que venga su deseo", se respondió: "¡Excelente! Vamos a
buscar a dos adolescentes perfectas", dijeron [yéndose] a buscar a sus
hijas. Fueron verdaderamente blancas doncellas. Se les recomendó entonces a
aquellas adolescentes: "Oh hijas nuestras, id al río a lavar los vestidos.
Si en seguida veis a aquellos tres mancebos, desnudaos ante ellos. Si sus
corazones os desean, llamadles. Si os dicen: "¿Iremos con vosotras?",
responderéis: "Sí". Si os preguntan: "¿De dónde venís?",
¿De cuáles amos sois hijas?", que entonces les sea dicho: "Somos
hijas de jefes", y después: "Venga una prenda de vosotros".
Cuando os la hayan dado, si ellos desean vuestros rostros, en verdad, daos a
ellos; si entonces no os dais, os mataremos. En seguida nuestro corazón estará
bien. Cuando la prenda exista, traedla; será para nuestro espíritu el
testimonio de que ellos han ido con vosotras". Así hablaron los jefes
cuando dieron sus órdenes a las dos adolescentes. Éstas eran: Deseable, nombre
de una doncella; Agradable, nombre de la otra. Estas dos llamadas Deseable.
Agradable, fueron afuera, al río, al Baño de Pluvioso, Sembrador, Volcán. Tal
[fue] la decisión de todas las tribus. En seguida las adolescentes fueron, se
adornaron, bellas, brillantes. Al ir adonde se bañaba Pluvioso, se adornaron.
En seguida lavaron. Cuando fueron, los jefes se regocijaron, a causa de sus
hijas que iban. Al llegar al río comenzaron a lavar, se desnudaron, las dos,
hicieron ruido, patullando ante las piedras. Entonces aparecieron Pluvioso.
Sembrador. Volcán. Llegaron allá, al borde del río, un poco sorprendidos
solamente a la vista de las dos adolescentes que lavaban. He aquí que las
jóvenes tuvieron vergüenza inmediatamente que llegó Pluvioso. Pero a Pluvioso
no le vino deseo de las dos adolescentes. Entonces éstas fueron interrogadas:
"¿De dónde venís?", fue dicho a las dos jóvenes; fue
dicho: "¿Qué queréis, al venir al borde de nuestro río?" Ellas
replicaron: "Fuimos enviadas por los jefes cuando vinimos. "Id a ver
los rostros de esos Pluviosos; hablad con ellos", nos dijeron los jefes.
"Que venga en seguida una prenda, si verdaderamente visteis sus
rostros", nos fue dicho". Así dijeron las dos adolescentes,
entregando su mensaje. Ahora bien, las tribus querían que las jóvenes
fornicasen con los magos Pluvioso. Pluvioso, Sembrador, Volcán, dijeron, respondiendo
a las dos adolescentes llamadas Deseable, Agradable: "¡Bien! La prenda de
nuestra conversación con vosotras vendrá. Esperad. Iréis a llevarla a los
jefes": [así] fue dicho. Celebraron en seguida consejo con Los de las
Espinas, Los del Sacrificio. Fue dicho a Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno,
Guarda-Botín, Brujo Lunar: "Pintad tres vestidos, pintad los signos de
nuestro ser 135; que éstos lleguen a [manos de] las tribus, que
vayan con esas dos adolescentes que lavaban. Id a dárselos". [Así] fue
dicho a Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín. En seguida estos
tres pintaron. Primero Brujo del Envoltorio pintó de los jaguares la imagen, la
pintura, en la faz del vestido. En seguida Brujo Nocturno [pintó] de las
águilas, la imagen, la pintura, en la faz del vestido. Guarda-Botín pintó
entonces por todas partes abejas, por todas partes avispas; la imagen, la
pintura, en la faz del vestido. Los tres terminaron la pintura de las tres
piezas de tela que pintaban. Cuando llevaron después a las llamadas Deseable,
Agradable, los diversos vestidos, Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno,
Guarda-Botín, les dijeron: "He aquí la prenda de nuestra conversación. Id
pues ante las jefes. "Pluvioso nos ha hablado realmente", diréis. "He
aquí la prenda que "traemos", les diréis. Que se cubran con los
vestidos que les daréis". Así hablaron ellos a las adolescentes
ordenándoles que se fueran. Ahora bien, los vestidos pintados, llamados
Xcucaah, llegaron cuando ellas llegaron. Los jefes se regocijaron cuando vieron
las manos de las adolescentes suspendiendo las imágenes. Interrogaron a las
jóvenes. "¿Visteis el rostro de Pluvioso?", fue dicho.
"Ciertamente, lo
vimos", respondieron Deseable, Agradable. "Muy bien. Si es
verdad, ¿qué prenda traéis?", dijeron los jefes. En realidad los jefes
pensaban que era la señal de su pecado. Entonces los vestidos pintados fueron
desenrollados por las adolescentes: por todas partes jaguares, por todas partes
águilas, y por todas partes abejas, avispas, [era] la pintura en los vestidos
de faz brillante: apreciaron entonces la faz, se los pusieron. Nada fue hecho
por los jaguares colocados primero sobre el jefe. Entonces el jefe se puso el
segundo vestido pintado, la pintura de las águilas: el jefe pensó solamente
para sí mismo que estaba bien, e iba y venía a la faz [de los suyos]. Desnudó
sus partes secretas a la faz de todos. Entonces el tercer vestido pintado fue
colocado sobre el jefe: así las abejas, las avispas de la superficie, fueron
puestas sobre él. Inmediatamente su carne fue mordida por las abejas, las
avispas. No pudo soportar, no pudo sufrir, la mordedura de [aquellos] animales:
entonces la boca del jefe gritó a causa de los animales de los cuales sólo la
imagen estaba pintada en el vestido: la pintura de Guarda-Botín, la tercera
pintura. Entonces [los jefes] fueron
vencidos. En seguida las adolescentes Deseable, Agradable, fueron insultadas
por los jefes. "¿Qué son esos vestidos que habéis traído? ¿Adonde fuisteis
a cogerlos, oh engañadoras?", fue dicho a las jóvenes, injuriándolas a
causa de la derrota de todas las tribus por Pluvioso. Ahora bien, esas [tribus]
hubieran querido que Pluvioso fuese a tener placer con aquellas Deseable,
Agradable, que ellas fornicasen, y en el espíritu de las tribus, que esto fuese
para tentarlo. Pero su derrota no pudo acaecer a causa de aquellos hombres
Sabios. Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno. Guarda-Botín.
37
Entonces todas las tribus
celebraron de nuevo consejo. "¿Cómo los venceremos? Verdaderamente, tal
como es su ser es grande", repitieron cuando se reunieron en Consejo.
"Pues bien, los atacaremos, los mataremos; nos adornaremos con flechas,
con escudos. ¿No somos numerosos? Que ni uno ni dos de nosotros se
queden", dijeron también cuando celebraron consejo. Todas las tribus se
adornaron. Numerosos [eran] los matadores cuando para la matanza estuvieron
reunidas todas las tribus.
Ahora bien. Brujo del
Envoltorio. Brujo Nocturno. Guarda-Botín estaban en la cima del monte; Volcán,
[era] el nombre del monte; estaban allí para sus engendrados 136,
allí en la montaña. Sus hombres no eran numerosos, no [eran] una multitud como
la multitud de las tribus: un pequeño [número] solamente: la cima de la montaña
les rodeaba 137. Sin embargo, entonces fue decidida
su destrucción por las tribus cuando todas se reunieron, se congregaron, cuando
todas se llamaron. He aquí, pues, que todas las tribus se juntaron, todas
adornadas con sus flechas, con sus escudos: innumerables eran los metales
preciosos de sus ornamentos: embellecido [estaba] el aspecto de todos los
jefes, los Varones; todos en verdad cumplieron su palabra. "En verdad,
todos serán hechos realmente miserables. Ese Pluvioso, ese dios, es al que
adoraremos si, solamente, lo hacemos prisionero", se dijeron unas a otras
[las tribus]. Pero Pluvioso sabía, y Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno,
Guarda-Botín, sabían; conocían lo que estaba decidido, pues no tenían ni sueño
ni reposo desde que se habían preparado los arqueros, los guerreros. En seguida
todos aquellos guerreros se levantaron; queriendo en sus corazones atacar
nocturnamente, fueron. Pero no llegaron, sino que en camino aquellos guerreros
se durmieron, y después fueron vencidos por Brujo del Envoltorio, Brujo
Nocturno, Guarda-Botín. Juntos [se] durmieron en [el] camino; sin saberlo,
todos acabaron por dormirse, en seguida comenzó la depilación de sus cejas, de
sus barbas, por [los tres]; entonces se desprendieron los metales preciosos de
sus gargantillas, de sus coronas, de sus collares; no fue sino el asta de sus
lanzas a la que se le quitaron los metales preciosos 138. Para
la humillación de sus rostros fue hecha su depilación, señal de la grandeza de
los hombres Queche. Habiéndose despertado después, inmediatamente tomaron sus
coronas y las astas de sus lanzas: no había ya metales preciosos en las astas y
en las coronas. "¿Quién nos lo quitó? ¿Quién nos depiló así? ¿De dónde
vinieron a robarnos nuestros metales preciosos?", dijeron todos los
guerreros. "¿Serían quizás esos engañadores que roban hombres? ¿No cesarán
pronto de espantarnos? Ataquemos su ciudad; así volveremos a ver nuestros
metales preciosos; esto es lo que les haremos", dijeron todas las tribus;
todas obraron según sus palabras.
Ahora bien, en reposo
[estaban] los corazones de Los de las Espinas, Los del Sacrificio, que estaban
en la montaña. Así, Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín,
habiendo celebrado un gran Consejo, hicieron fortificaciones al borde de su
ciudad, no rodeándola más que de tablas, más que de espinos, su ciudad.
Hicieron en seguida maniquíes semejantes a hombres; esto fue [hecho] por ellos;
después los alinearon allí, en las fortificaciones; de igual modo estaban allí
sus escudos, estaban allí sus flechas, ron los cuales se les adornó; en sus
cabezas se les pusieron coronas de metales preciosos; se
les pusieron a aquellos simples maniquíes, a aquellos simples [muñecos]
construidos con madera; se les pusieron los metales preciosos que se habían ido
a coger a las tribus en el camino y con los cuales los maniquíes fueron
adornados por [los tres]. Éstos cavaron entonces alrededor de la
ciudad. Pidieron en seguida consejo a Pluvioso. "¿Moriremos? ¿Seremos
vencidos?". Sus corazones recibieron la respuesta ante Pluvioso. "No
os aflijáis. He aquí lo que pondréis contra ellos. No os espantéis", fue
dicho a Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno, Guarda-Botín.
38
Entonces vínose a
[darles] avispas, abejas que fueron a coger para erizar [la
muralla]: llegadas, fueron puestas en cuatro grandes calabazas que fueron
[colocadas] alrededor de la ciudad: se encerraron las abejas, las avispas, en
las calabazas, para combatir con ellas a las tribus.
La ciudad fue
espiada, [rodeada] de emboscadas, juzgada por los enviados de las
tribus. "No son numerosos", dijeron, pero no habían llegado a
ver más que los maniquíes, los [muñecos] construidos con madera, que dulcemente
se balanceaban, sosteniendo sus flechas, sus escudos, y parecían
verdaderamente hombres, parecían verdaderamente matadores. Cuando las tribus
los vieron, todas las tribus se regocijaron de cuán [pocos]
venían. Numerosas [eran] las tribus existentes. Innumerables [eran] los
hombres, los guerreros, los matadores, para matar a los de Brujo del
Envoltorio. Brujo Nocturno. Guarda-Botín que estaban allí en el monte Volcán,
nombre, [del monte] en donde estaban. He aquí que contaremos su llegada. He aquí que
allí estaban Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno.
Guarda-Botín. Juntos estaban en la montaña con sus esposas, sus hijos, cuando
llegaron todos los guerreros, los matadores; no solamente diez y seis mil. [ni]
veinticuatro mil 139, de entre las tribus.
Rodearon a la ciudad; vociferaban, adornados con flechas, con escudos;
golpeaban sus escudos, silbaban, aullaban. Vociferaron exclamaciones, silbidos,
cuando llegaron al pie de la ciudad. No había en esto nada que pudiera espantar
a Los de las Espinas. Los del Sacrificio: fueron simplemente a mirar desde el
reborde de las fortificaciones; fueron en orden con sus esposas, sus
engendrados. Sus espíritus [fueron] solamente al encuentro de los actos, de la música,
de las palabras de las tribus cuando éstas subieron a la faz del monte: poco
faltaba para que acabasen [de llegar] hasta la entrada de la ciudad cuando se
levantaron las cubiertas de las cuatro calabazas que estaban al borde de la
ciudad; entonces salieron las abejas, las avispas, saliendo como humo del
interior de cada una de las calabazas.
Así los guerreron fueron
acabados por los animales que se pegaban a sus ojos, que se pegaban a sus
narices, a sus bocas, a sus piernas, a sus brazos. "¿Adonde han ido a
coger, adonde han ido a reunir, todo lo que hay [aquí] de abejas, de
avispas?" Pegadas así, mordían los ojos; las bestezuelas se abatían
furiosas sobre cada uno de los hombres. Embriagados por las abejas, las
avispas, sin poder sostener sus flechas, sus escudos, [los
hombres] caían sobre la haz de la tierra. Se tendían al caer ante la montaña.
No sintieron que se les traspasaba con flechas, que se les tajaba con el hacha.
Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno, no se sirvieron más que de madera podrida 140; sus
esposas se pusieron a matar. Solamente una parte [del enemigo] regresó: las
tribus [se] fueron a la carrera. Aquellos a quienes primero se alcanzó fueron
acabados, fueron matados: no pocos hombres perecieron: [los nuestros] no
mataron tanto como sus corazones perseguían, porque los animales estuvieron
[también] en contra de ellos No emplearon toda su valentía: sin flechas, sin
escudos, mataron.
Entonces fueron
humilladas todas las tribus. Las tribus se humillaron, pues, ante la faz del
Brujo del Envoltorio. Brujo Nocturno. Guarda-Botín. "Tened piedad de
nuestros rostros. No nos matéis", dijeron. "Muy bien. Pero debíais
morir. Os volveréis, pues, tributarias», mientras haya días,
mientras haya albas", fue respondido. Tal fue la derrota de todas las
tribus por nuestras primeras madres, [nuestros primeros] padres; sucedió allá
en el monte ahora llamado Volcán.
Aquellos primeros
[antepasados] se fijaron, se multiplicaron, hicieron hijas, hicieron hijos, en
la cima del Volcán. Se regocijaron cuando vencieron a todas las tribus,
derrotadas allá en el monte. Así hicieron: humillaron a las tribus, a todas las
tribus. En seguida sus corazones reposaron. Dijeron a sus engendrados que su
muerte había estado cercana cuando se había querido matarlos. He aquí que
contaremos la muerte de los llamados Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno,
Guarda-Botín, Brujo Lunar.
39
Como ellos sabían [que
estaba] [próxima] su pérdida, su muerte, dieron órdenes acerca de ella a sus
engendrados. Ningún signo de enfermedad. No gimieron, no tuvieron angustia,
cuando dejaron su Palabra a sus engendrados. He aquí los nombres de sus
engendrados. Brujo del Envoltorio engendró dos [hijos]: Qo Caib nombre del
primer hijo, Qo Cavib nombre del segundo hijo, hijos de Brujo del Envoltorio,
abuelos, padres, de los Cavik. He aquí también los dos que engendró Brujo
Nocturno, he aquí sus nombres: Qo Acul nombre del primer hijo. Qo Acutec se
llamó el segundo hijo, de Brujo Nocturno, [abuelos, padres] de los de Niha.
Guarda-Botín no engendró más que uno, llamado Qo Ahau. Estos tres engendraron.
Brujo Lunar no tuvo hijos. En verdad, tales son los nombres de los engendrados
de Los de las Espinas, Los del Sacrificio. Entonces éstos les dejaron sus
órdenes. Juntos estaban los cuatro. Cantaron en la aflicción de sus corazones;
sus corazones gimieron mientras cantaron: "Nosotros Vemos", [es el]
nombre del canto que cantaron cuando hicieron sus recomendaciones a sus
engendrados. "Oh hijos nuestros, vamos, nos regresamos; palabras del alba,
preceptos del alba, os damos". "Oh esposas nuestras, vosotras
vinisteis también de nuestra lejana comarca", dijeron a sus esposas,
haciendo recomendaciones a cada una. "Ya está preparado, está manifiesto
en el cielo el Símbolo de los Jefes. Nosotros no hacemos más que regresar:
hemos cumplido nuestra tarea; nuestros días están acabados. Pensad en nosotros,
no nos borréis de vuestra memorial, no nos olvidéis Vosotros veréis vuestra
casa, vuestro país. Prosperad. Que así sea. Seguid vuestro camino. Ved de dónde
vinimos". Así dijo su Palabra, cuando ellos ordenaron. Y entonces Brujo
del Envoltorio dejó el signo de su existencia. "He aquí el recuerdo mío
que o? dejo. He aquí vuestra Fuerza. He ordenado, decidido", dijo.
Dejó entonces el signo de su existencia, la Fuerza Envuelta, así llamada: su
faz no se manifestaba, sino que estaba envuelta; no se la desenrollaba: a
costura no aparecía porque se la envolvía sin [que
fuese] visible. Así ordenaron ellos cuando se desvanecieron en la cima de la
montaña. No fueron inhumados por sus esposas, sus hijos. Invisible [fue] su
desaparición, su desaparecimiento: visibles sólo sus preceptos. El
Envoltorio 141 volvióse preciso para los suyos,
para quienes fue el recuerdo de sus padres; inmediatamente quemaron [copal]
ante aquel, para ellos, recuerdo de sus padres. Entonces nacieron hombres de
los jefes cuando éstos sucedieron a Brujo del Envoltorio que había comenzado,
abuelo, padre, de los Cavik: pero sus hijos llamados Qo Caib, Qo Cavib, no
desaparecieron.
Así murieron los cuatro,
nuestros primeros abuelos, padres, cuando desaparecieron, cuando dejaron a sus
engendrados, allá en el monte Volcán, allá en donde se quedaron sus hijos.
Habiendo sido humillados, habiendo sido postrada su gloria, todas
las tribus ya no tenían fuerza: no existían todas más que para servir cada día.
[Los quichés] se acordaban de sus padres: grande [era] para ellos la gloria del
Envoltorio; no la desenrollaron, sino que estaba allí en la Envoltura, con
ellos. Fue llamada por ellos Fuerza Envuelta, cuando designaron, cuando dieron
nombre a su Secreto dejado por sus padres, lo que hicieron en señal de su ser.
Tal fue la
desaparición, la pérdida, de Brujo del Envoltorio, Brujo
Nocturno, Guarda-Botín, Brujo Lunar, los primeros hombres que vinieron del otro
lado del mar, del Este. Hacía mucho tiempo que habían venido cuando murieron,
ancianos, los llamados Los de las Espinas, Los del Sacrificio.
40
[Los tres hijos
primogénitos] pensaron después en ir al Oriente, pensaron en las órdenes de sus
padres, no las olvidaron. Sus padres habían muerto hacía largo tiempo [cuando]
se les dieron esposas de la tribu, suegros, cuando aquellos tres tornaron
mujer.
Cuando partieron,
dijeron: "Vamos allá adonde el sol se levanta, de donde vinieron nuestros
padres", lo dijeron al ponerse en camino. Aquellos tres, los procreados:
Qo Caib, nombre de uno de los engendrados de Brujo del Envoltorio. El de todos
los Cavik, Qo Acutec, nombre de uno de los engendrados de Brujo Nocturno. El
de los Niha. Qo Ahau, nombre del único engendrado de Guarda-Botín, el de los
Ahau-Quiché. Tales son los nombres de aquellos que fueron allá lejos, del otro
lado del mar; entonces aquellos tres se fueron. Segura era su Sabiduría, era su
Ciencia; su ser [no era] de hombres ordinarios. Dejaron órdenes a sus
[hermanos] mayores, a sus [hermanos] menores, alegrándose de partir. "No
moriremos, regresaremos", dijeron los tres al partir. Ciertamente pasaron
por el mar al llegar allá lejos a Oriente, al ir a recibir sus poderes. He aquí
el nombre del [título del] jefe a cuyo país llegaron: el Gobierno de los
Orientales. Entonces llegaron ante el jefe Nacxit 142 nombre
del gran jefe, supremo Decididor de Palabra, de mucho poder. He aquí que él les
dio las insignias del poder, todos sus atributos. Entonces vinieron las insignias
de Consejero.
Consejero Lugarteniente;
entonces vinieron las insignias de la fuerza del poder de Consejero, Consejero
Lugarteniente. Nacxit terminó de darles los atributos del poder. He aquí los
nombres: dosel, sitial con respaldo, flauta, [tambor] cham-cham, piedras
negras y amarillas, garras, zarpas de puma, cráneo de jaguar, Búho [de orejas
de asno], [matanza de] venado, brazaletes. [Conchitas] tat, cascabeles,
cuna, pañales, caxcon, chiyom, aztapulul, todo lo que trajeron después de haber
ido del otro lado del mar a recibir la escritura de Lugar de la Abundancia, los
escritos, dícese, de lo que ellos insertaron en su historia. Cuando hubieron
llegado, después, a la cima de la ciudad llamada Volcán, todos los Tam, los
Iloc se reunieron, todas las tribus se congregaron, se alegraron
de la llegada de Qo Caib, Qo Acutec, Qo Ahau, quienes volvieron a tomar allí el
poder tribal. Los Rabinal, los Cakchequel, los de Tziquina-ha, se
alegraron. Así aparecieron ante sus rostros las insignias de la grandeza del
poder. Grande era también la existencia de las tribus antes de que ellas
hubiesen acabado de manifestar su poder. [Los tres jefes] estaban allí, en
Volcán. Con ellos estaban todos aquellos que habían ido al lejano Oriente y que
se extendieron por la montaña; todos [eran] numerosos. Allí murieron las
esposas de Brujo del Envoltorio, Brujo Nocturno. Guarda-Botín. "Cuando,
después de haber dejado, [de haber] abandonado su país, vinieron, buscaron
otros lugares de donde fijarse, innumerables [fueron] los lugares en donde se
establecieron, designándolos, dándoles nombres. Allí se amontonaron, se
reforzaron nuestras primeras madres, nuestros primeros padres",
decían antaño los hombres cuando contaban que habían abandonado, dejado su
primera ciudad llamada Volcán y [que] de allí habían llegado a otra ciudad
llamada Chi Quix. Se extendieron en cada cuartel de la ciudad, hicieron hijas,
hicieron hijos. Allí en donde estuvieron, cuatro colinas llevaban juntas el
nombre de la ciudad. Casaron a sus hijas, a sus hijos, pero por sus regalos,
solamente para concluir, solamente para acabar, pusieron precio a sus hijas, lo
recibieron; así, buena [era] la existencia que les proporcionaban. Entonces
pasaron por cada fracción de la ciudad; he aquí los nombres: Chi Quix, Chi
Chac, Humetaha, Culba-Cavinal, nombres de las colinas donde habitaron. He aquí
que escogieron las colinas de su ciudad, las colinas inhabitadas, que buscaron,
porque todos eran numerosos. Aquellos que habían recibido el poder en Oriente
habían muerto; eran viejos cuando llegaron allí, a cada ciudad; cada una [de
éstas] por donde pasaron no poseyó [mucho tiempo] sus rostros; tuvieron
dolores, tormentos, cuando llegaron a las lejanas ciudades, aquellos abuelos,
aquellos padres. He aquí el nombre de la ciudad adonde
llegaron.
41
Chi Izmachi [es el]
nombre de la colina en donde estuvo después su ciudad, en donde para siempre
estuvieron. Allí creció su fuerza; pulverizaron su cal, su tierra blanca, bajo
la cuarta generación de jefes. Decidieron Conacho, Belche Queh, y también el
Eminente Jefe. Después gobernaron los jefes Cotuha e Iztayul, nombre del
Consejero [y] del Consejero Lugarteniente; gobernaron allá en Chi Izmachi, que
se convirtió en una ciudad perfecta que ellos hicieron. Tres Grandes Mansiones
solamente se formaron en Iznachi, las veinticuatro Grandes Mansiones no se
formaron todavía. Sus tres Grandes Mansiones se formaron: una, la Gran Mansión
de los Cavek; otra, la Gran Mansión ante el" rostro de los Niha; otra
también, la de los Ahau-Quiché. Solamente [como] dos serpientes [eran] las dos
fracciones del pueblo. Ahora bien, en Izmachi su corazón era único; no había
alertas, no había dificultades; el gobierno estaba en reposo; no había guerras,
revueltas; solamente la calma, solamente la paz, en sus corazones. No había
envidia, no había odio; en sus acciones, pequeña era su fuerza; no había nada
importante, no había engrandecimiento. Entonces trataron de [hacer]
sobrepujar 143 el escudo, allí en Izmachi, como marca de
su potencia; entonces lo hicieron el signo de su fuerza, el signo también de su
grandeza. Cuando esto fue visto por los Iloc entonces la guerra nació, [hecha]
por los Iloc, que querían venir a matar al jefe Cotuha, no queriendo [tener]
sino un jefe suyo. En cuanto al jefe Iztayul, querían castigarlo, querían que
fuera castigado por los Iloc, que fuera condenado a muerte. Pero su
envidia no prevaleció contra el jefe Cotuha, quien marchó contra ellos antes de
que [él], [el] jefe, fuera matado por los Iloc, Tal fue el origen de la
revuelta y del tumulto de la guerra. Primeramente [los Iloc] atacaron
a la ciudad, fueron a matar. Querían la pérdida del rostro Queche: que ellos
solos gobernasen [era] su pensamiento. Pero no llegaron más que para morir.
Fueron [hechos] prisioneros, fueron [hechos] cautivos, sin que se salvasen
muchos. Entonces se comenzó a sacrificarlos. Los Iloc
fueron sacrificados ante los dioses: este pago de sus faltas fue hecho por el
jefe Cotuha. Muchos se convirtieron en servidores, vasallos, tributarios, habiendo
ido a entregarse a la derrota por la guerra contra los jefes, contra los
barrancos, la ciudad 144. Sus corazones habían
deseado la pérdida, el oprobio, de la faz de la jefatura Quiché: esto no pudo
hacerse. Asi nacieron los sacrificios humanos ante los dioses: entonces se hizo
el escudo de guerra, el origen, el comienzo, de la defensa de la ciudad Chi
Izmachi. Ahí también [estuvo] el comienzo, el origen, de su fuerza, porque
verdaderamente grande fue la potencia del jefe Quiché. Por todas partes jefes
Sabios, sin que nadie los humillase, sin que nadie los decentase. Kilos
hicieron grande el poder que comenzó allí en Izmachi. Allí aumentaron las
escarificaciones [ante] los dioses, y el terror:
todas las tribus, tribus pequeñas, tribus grandes, se aterrorizaron viendo la
entrada de los hombres prisioneros que sacrificaron, que mataron, para
[acrecentar] su fuerza, su dominación, el jefe Cotuha el jefe Iztayul, con los
Niha, los Ahau-Quiché. Sólo estas tres fracciones del pueblo estaban en la
ciudad llamada Izmachi. Allí comenzó también la comida, el festín para sus
hijas, cuando éstas se casaban. Por esto se regocijaron los llamados las tres
Grandes Mansiones; allí bebieron sus bebidas: allí comieron sus alimentos,
precio de sus hermanas, de sus hijas; se regocijaron en sus corazones. Hicieron
sus alimentos, sus calabazas cinceladas, en sus Grandes Mansiones.
"Solamente nuestras acciones de gracias, solamente nuestras ofrendas, como
signo de nuestro discurso, como signo de nuestra palabra sobre las esposas, los
esposos", decían. Allí designaron a sus clanes, sus siete tribus, sus
barrios. "Unámonos, nosotros los Cavik, nosotros los Niha, y nosotros los
Ahau-Quiché", dijeron los tres clanes, las tres Grandes Mansiones. Largo
tiempo habían estado allí en Izmachi cuando encontraron, cuando vieron otra
ciudad, cuando abandonaron la de Izmachi.
42
Cuando se levantaron
después para partir, fueron a la ciudad Gumarcaah, cuyo nombre fue dicho por
los quichés cuando llegaron los jefes Cotuha, Gucumatz, todos los jefes;
comenzó, [entonces] la quinta generación de hombres desde el origen del alba,
el origen de las tribus, el origen de la vida, de la existencia. Hicieron allí
numerosas casas; allí también hicieron la Casa de los Dioses; en el centro, en
la cima de la ciudad, la pusieron cuando llegaron, cuando se fijaron.
En seguida su potencia
creció todavía. Numerosas, considerables, [eran] sus Grandes Mansiones, cuando
éstas celebraron Consejo; se reunieron, se subdividieron, porque habían nacido
sus querellas; se envidiaban por el precio de sus hermanas, el precio de sus
hijas, ya no ofrecían sus bebidas ante sus rostros. He aquí el origen de sus
subdivisiones cuando se efectuó el lanzamiento de los huesos, de los cráneos de
los muertos, que ellos se arrojaron. Entonces se separaron en nueve clanes;
habiendo acabado la querella de las hermanas, de las hijas, se ejecutó la
decisión de que gobernarían veinticuatro Grandes Mansiones, y esto sucedió.
Hacía mucho tiempo que todos [los hombres] habían llegado allá a su ciudad
cuando ajustaron las veinticuatro Mansiones allí en la ciudad de Gumarcaah.
Bendecida por el Santo Obispo, esta ciudad está vacía, abandonada 145. Allí
llegaron a ser poderosas, reunieron brillantemente sus bancos, sus sitiales con
respaldo; todas las faces de su fuerza habían sido distribuidas a cada uno de
los jefes: nueve clanes fueron asignados a los nueve jefes de los Cavik, nueve
a los jefes de los Niha, cuatro a los jefes de los Ahau-Quiché; dos a los jefes
de los Zakik; llegaron a ser numerosos; numerosos también [los subalternos]
detrás de los jefes; éstos [eran] solamente los primeros a la cabeza de sus
hijos, de su prole; muchos [sub] clanes [fueron asignados] a cada uno de los
jefes. Diremos los nombres [de los títulos] de esos jefes, cada uno para cada
una de las Grandes Mansiones.
He aquí los nombres [de
los títulos] de los jefes ante la faz de los Cavik. He aquí los nombres de los
primeros jefes: Consejero, Consejero Lugarteniente, El de Pluvioso, El de los
Poderosos del Cielo, Gran Elegido de los Cavik, Hombre del Consejo de Chituy,
Colector de Impuestos de Quehnay, Hombre del Consejo del Juego de Pelota de
Tzalatz, Orador Lugarteniente. Tales son los jefes ante la faz de los Cavik,
los nueve jefes asignados [cada uno] a cada una de las Grandes Mansiones de las
cuales serán vistas [más adelante] las faces.
He aquí los jefes ante la
faz de los Niha. He aquí los primeros jefes: Jefe-Eminente, Jefe Hablador de
los Hombres, Eminente Lugarteniente, Gran Lugarteniente, Orador Lugarteniente,
Gran Elegido de los Niha, El de Sembrador, Jefe Reunidor, de los
Festines de Zaklatol, Gran Colector de Impuestos de Yeoltux; los nueve jefes
ante la faz de los Niha.
He aquí en seguida a los
Ahau-Quiché. He aquí los nombres de sus jefes: Hablador de los Hombres, Jefe
Colector de Impuestos, Jefe Gran Elegido de los Ahau-Quiché, Jefe [de Los] de
Volcán; cuatro jefes ante la faz de los Ahau-Quiché, asignados a [cuatro]
Grandes Mansiones.
Dos clanes de los Zakik
tuvieron también jefes: [El de] la Gran Mansión Florida, Eminente de los Zakik;
estos dos jefes [tenían] cada uno una Gran Mansión.
43
Así se completaron los
veinticuatro jefes, y las veinticuatro grandes Mansiones existieron. Entonces
crecieron la fuerza, la dominación, en Quiché; entonces se ilustró, entonces
dominó la grandeza de la raza Quiché. Entonces fue pulverizada la cal, fue
pulverizada la tierra blanca, para el barranco, la ciudad. Las tribus pequeñas,
las tribus grandes, vinieron adonde estaba el nombre del jefe que [hacía la]
grandeza del Quiché; entonces nacieran la fuerza, la dominación. Entonces
nacieron la Casa de los Dioses y las casas de los jefes. [Éstos] no las
edificaron, no trabajaron en ellas, no hicieron [ellos mismos] las casas; no
hicieron ni siquiera la Casa de los Dioses; [todo esto no fue hecho] más que
por sus hijos, su prole, [quienes se habían] multiplicado 146. Éstos
no fueron tomados por violencia, por astucia, por rapto; en verdad sobre cada
uno de ellos [gobernaban] sus jefes [propios] 147. Numerosos
eran los hermanos mayores, los hermanos menores. Reunieron sus existencias.
Acrecieron el renombre de cada uno de los jefes. Verdaderamente preciosa,
verdaderamente grande, [era] la potencia de los jefes; el respeto hacia los
jefes creció, y su gloria nació por los hijos, la prole, cuando se
multiplicaron también los del barranco, los de la ciudad. Ciertamente, no todas
las tribus vinieron a darse así, como cuando durante la guerra se habían
humillado los barrancos, las ciudades, sino que por los jefes Sabios se
ilustraron el jefe Gucumatz, el jefe Cotuha. En verdad, aquel Gucumatz
llegó a ser un jefe Sabio. Una hebdómada para subir al cielo; una hebdómada
caminaba para descender a Xibalbá. Una hebdómada él era serpiente, se volvía
realmente serpiente: una hebdómada se hacía águila, una hebdómada también
jaguar, se volvía verdaderamente la imagen del águila, del jaguar; una
hebdómada aún, sangre coagulada, volviéndose solamente sangre coagulada.
Verdaderamente, la existencia de aquel jefe Sabio espantaba ante su rostro a
todos los jefes. El rumor se divulgó; todos los jefes conocieron la existencia
de aquel jefe Sabio. Tal fue el origen de la grandeza del Quiché cuando el jefe
Gucumatz hizo aquellos signos de su grandeza. Su faz no se perdió en los
corazones de los nietos, de los niños. Él no hizo aquello para que hubiese un
jefe Sabio sino para, por su existencia, hacer someterse a todas las tribus,
para, por sus actos, estar solo a la cabeza de las tribus 148.
Aquellos jefes Sabios llamados Gucumatz [y Cotuha]fueron la cuarta generación
de jefes y verdaderos Consejero. Consejero Lugarteniente. Quedó su posteridad,
su descendencia, que tuvo la fuerza la dominación cuando
engendraron hijos que hicieron mucho. Así fueron engendrados Tepepul, Ztayul, cuyo gobierno
fue la quinta generación: fueron jefes: cada generación de jefes engendró.
44
He aquí ahora los nombres
de la sexta generación de jefes, los dos muy grandes jefes: E-gag-Quicab,
nombre de un jefe; Cavizimah, nombre del otro. Quicab, Cavizimah,
hicieron mucho; engrandecieron el Quiché por su existencia verdaderamente
sabia. He aquí la humillación, la destrucción, de los barrancos, de las
ciudades, de las tribus pequeñas, de las tribus grandes, muy cercanas, entre
las cuales estaban antaño la ciudad, la colina, de los Cakchequel, la
Chuvila 149 actual, y la colina de los Rabinal, la
Pamaca 150, la colina de los
Caok, la Zaka-baha 151, así como la ciudad de
Zakuleu 152, Chuvi-Migina 153, Xelahu 154,
Chuva-Tzak 155, y Tzolohche 156.
Quicab los detestaba; hizo la guerra; en verdad, él humilló, destruyó, los
barrancos, las ciudades, de los Rabinal, de los Cakchequel, de los Zakuleu.
Llegó, venció, a todas las tribus. Quicab llevó lejos sus armas. Cuando una
fracción, dos fracciones, no traían el tributo de todos sus bienes, él
humillaba a sus ciudades. Las tribus trajeron el tributo ante Quicab,
Cavizimah. Entraron en servidumbre; fueron desangradas, fueron asaetadas en los
árboles; no tuvieron ya gloria, no tuvieron ya renombre. Tal fue la destrucción
de las ciudades, al instante destruidas sobre la tierra. Como hiere el
relámpago y destruye a la piedra, [Quicab] aterrorizaba de súbito, sometía a
las tribus. Delante de Colché, un montículo de piedras es hoy la señal de una
ciudad; poco falta para que no esté tallada como si él la hubiera cortado con
el hacha; allá, en el valle llamado Petatayub, está visible ahora; todos los
hombres vieron al pasar ese testimonio de la bravura de Quicab. No se le pudo
matar, no se le pudo vencer. Verdaderamente era un Varón; tomó los tributos de
todas las tribus. Cuando, habiendo celebrado consejo, todos los jefes fueron a
fortificar los contornos de los barrancos, los contornos de las ciudades, él
humilló a las ciudades de todas las tribus. Después salieron los guerreros
exploradores, fueron creados los clanes que debían habitar en las colinas
[abandonadas]. "Si la tribu volviera a habitar la ciudad", decían
todos los jefes, uniendo sus Sabidurías. [Los guerreros] iban entonces a los
lugares designados. "Como nuestra muralla, como nuestro clan, como
nuestras empalizadas, nuestras fortalezas, será esto. Que ésta sea nuestra
valentía, nuestra bravura", decían todos los jefes en los lugares
indicados, cada uno para su clan, para combatir a los guerreros [enemigos].
Cuando esto fue ordenado, fueron a los lugares designados a habitar el país de
las tribus; fueron para esto a aquellas regiones. "No os asustéis si hay
guerreros que marchan contra vosotros para mataros; venid aprisa a decir [me]
lo; yo iré y los mataré", les dijo Quicab cuando dio sus órdenes a todos y
al Eminente, al Hablador de los Hombres. Entonces fueron los arqueros, los
honderos, así llamados; no fueron más que los antepasados, los padres, de todos
los hombres Queche; estaban en cada colina, solamente para guardar las colinas,
solamente para velar sobre las flechas, las hondas, para guardar [las] [contra]
la guerra, cuando fueron. Sin alba diferente, sin dioses diferentes, solamente
para fortificar sus ciudades 157.
Entonces todos aquellos [ocupantes] salieron: Los de Uvila, Los de Chutimal,
Zakiya, Xahbaquieh, Chi-Temah, Vahxalahuh, con los de Cabrakán,
Chabicak-Chi-Hunahpu, con Los de Maká, Los de Xoyabah, Los de Zakcabaha, Los de
Zihaya, Los de Migina, Los de Zelahub, de las llanuras, de los
montes; salieron a velar sobre la guerra, a guardar la tierra adonde iban por
[orden de] Quicab, Cavizimah,Consejero, Consejero Lugarteniente, y del
Eminente, el Hablador de los Hombres, los cuatro jefes. Fueron enviados para
velar sobre los guerreros [enemigos] de Quicab. Cavizimah, nombres de los dos
jefes ante los Cavik; de Quemá, nombre del jefe ante los Niha; de
Achak-lboy, nombre del jefe ante los Ahau-Quiché. Tales son los nombres de los
jefes que enviaron, que expidieron, cuando sus hijos, su prole, fueron a las
colinas, a cada colina. Primero fueron. [En seguida] llegaron prisioneros,
llegaron cautivos, ante Quicab. Cavizimah el Eminente, el Hablador de los
Hombres. Los arqueros, los honderos, hicieron la guerra, hirieron prisioneros,
hicieron cautivos. Aquellos guardianes llegaron a ser Varones; su renombre, su
memoria, se acrecentaron por los jefes cuando regresaron a darles lodos sus
prisioneros, sus cautivos. En seguida se
unieron los consejos de los jefes: Consejero.
Consejero Lugarteniente. Eminente, Hablador de los Hombres. De allí
salió la Decisión de que aconteciere lo que
aconteciere, ellos serían los primeros, sus
cargos representarían a los
clanes. "Yo Consejero, yo Consejero Lugarteniente: Consejero
es mi dignidad, como tú Jefe Eminente: la potencia de los
Eminentes existirá", dijeron todos los jefes cuando tomaron
su Decisión. Lo mismo hicieron
los Tam, los Iloc. De rostros iguales
[fueron] las tres fracciones del Quiché, cuando tomaron
posesión, cuando fueron escogidos, los primeros
de sus hijos, de su prole. Tal fue la Decisión tomada,
pero no fue tomada allí, en el Queche. Los nombres subsisten de las colinas en
donde tomaron posesión los primeros de los hijos, de la prole, estando entonces
cada uno en su colina y habiéndose reunido
juntos. Xebalax, Xecamac, [son los ] nombres de las
colinas en donde tomaron posesión en donde llegaron
al poder. Esto se hizo en Chulimal.
Tales fueron su elección, su loma de posesión, y
la designación de veinte Eminentes, de veinte Consejeros, por el Consejero,
el Consejero Lugarteniente. El Eminente, el Hablador de los Hombres.
Tomaron posesión de su cargo todos los Eminentes, Consejeros, once Grandes
Elegidos. Eminente Jefe, Eminente de los Zakik, Eminente de los Varones,
Consejeros de los Varones, Carpinteros de los Varones, Cima de los Varones;
tales son los nombres [de las dignidades] de Varones que ellos crearon, que
ellos escogieron, que ellos nombraron, en sus bancos, sus sitiales con
respaldo, los primeros de los hijos, de la prole, de los hombres Quiché, los
exploradores, los oidores, los arqueros, los honderos; murallas, puertas,
empalizadas, fortalezas, [hubo] alrededor del Quiché. Lo mismo hicieron los
Tam, los Iloc; los primeros de los hijos, de la prole, que estaban en cada
colina, tomaron posesión, fueron escogidos.
Tal fue el origen de los
Eminentes-Consejeros, de las dignidades de cada clan hoy; así fue su aparición
cuando éstas aparecieron por [orden de los] Consejero, Consejero Lugarteniente,
y del Eminente, del Hablador de los Hombres, cuando éstas surgieron.
45
He aquí que diremos los
nombres de las Casas de los Dioses. En verdad, la casa se llamaba con el nombre
del dios. Grandísimo Edificio de Pluvioso, [era el] nombre del edificio,
de la casa de Pluvioso, de los Cavik. Sembrador, nombre del edificio, de la
casa de Sembrador, de los Niha. Volcán, nombre del edificio,
de la casa del dios de los Ahau-Quiché. Mansión Florida que
se ve en Cahbaha, nombre de otro grandísimo edificio en donde estaba una
piedra 158 adorada por los jefes Quichés, adorada por toda
la tribu. La tribu comenzaba el sacrificio ante Pluvioso;
en seguida el Consejero, el
Consejero Lugarteniente, adoraba también; finalmente íbase a dar las plumas, los
tributos, ante los jefes. He aquí los jefes que ellos sostenían, que ellos
alimentaban; el Consejero, el Consejero Lugarteniente. Ellos habían fundado la
ciudad, aquellos grandes jefes, aquellos
hombres Sabios, aquellos jefes Sabios, Gucumatz, Cotuha,
así como los Sabios jefes Quicab, Cavizimah. Sabían si la guerra se
haría. Todo se les manifestaba; veían si habría muerte o hambre o revuelta.
Igualmente sabían adonde estaba la manifestación, adonde estaba el Libro
llamado por ellos Libro del Consejo. No solamente así era grande la existencia de
los jefes, [sino que] grandes también [eran] sus
ayunos, pago de los edificios, pago del poder por
ellos. Largo tiempo ayunaban, sacrificaban ante sus dioses. He aquí su modo de
ayunar. Nueve hombres ayunaban; otros nueve sacrificaban, incensaban; trece
hombres más ayunaban, y trece sacrificaban, incensaban, ante Pluvioso, ante su
dios; no comían más que zapotillos rojos, zapotes matasanos, frutas; no
[tenían] tortillas para comer; o diecisiete hombres sacrificaban o diez [y
siete] 159 ayunaban; no comían verdaderamente mientras
cumplían los grandes preceptos, ese signo del ser de los jefes 160. No
tenían esposas con las cuales dormir; permanecían solos, se guardaban de ellas,
ayunaban; solamente estaban a diario en la Casa de los Dioses, no haciendo más
que adorar, incensar, sacrificar. Allí estaban por la tarde, al alba. Solamente
gemían sus corazones, solamente gemían sus vientres, pidiendo la felicidad, la
vida, para sus hijos, su prole, y también su potencia, levantando sus rostros
al cielo. He aquí su ruego a los dioses cuando pedían, he aquí el gemido de sus
corazones: "¡Salve, Bellezas del Día, Maestros Gigantes, Espíritus del
Cielo, de la Tierra, Dadores del Amarillo, del Verde, Dadores de Hijas, de
Hijos! Volveos [hacia nosotros], esparcid el verde, el amarillo 161, dad
la vida, la existencia, a mis hijos, [a] mi prole. Que sean engendrados, que
nazcan vuestros sostenes, vuestros nutridores, que os invoquen en el camino,
[en] la senda, al borde de los ríos, en los barrancos, bajo los árboles, bajo
los bejucos. Dadles hijas, hijos. Que no haya desgracia, ni infortunio. Que la
mentira no entre detrás de ellos, delante de ellos. Que no caigan, que no se
hieran, que no se desgarren, que no se quemen. Que no caigan ni hacia arriba
del camino, ni hacia abajo del camino. Que no haya obstáculo, peligro, detrás
de ellos, delante de ellos. Dadles verdes caminos verdes sendas. Que no hagan
ni su desgracia ni su infortunio vuestra potencia, vuestra hechicería. Que sea
buena la vida de vuestros sostenes, de vuestros nutridores, ante vuestras
bocas, ante vuestros rostros, oh Espíritus del Cielo, oh Espíritus de la
Tierra, oh Fuerza Envuelta, oh Pluvioso, Sembrador, Volcán, en el cielo, en la
tierra, en los cuatro ángulos, en las cuatro extremidades. En tanto que exista
el alba, en tanto que exista la tribu, que estén ellos ante vuestras bocas,
[ante] vuestros rostros, oh dioses". Así [rogaban] los jefes cuando
adentro [de la Casa de los Dioses] ayunaban los nueve hombres, los trece
hombres, los diecisiete hombres. Ayunaban durante el día. Sus corazones gemían
sobre sus hijos, su prole, y sobre todas las esposas, los engendrados, cuando
cada uno de los jefes hacía su oficio. Ese era el precio de su
"blanca" vida, el precio de su poder, de aquel poder de Consejero,
Consejero Lugarteniente, Eminente, Hablador de los Hombres 162.
De dos en dos entraban [en funciones], se reemplazaban, encargados de la tribu y
de todos los hombres Queche. Única [era] la fuente de su historia, la fuente de
su sostén, [de su] alimento. Semejante [era] la fuente de su historia,
semejantes también las acciones de los Tam, de los Iloc, y de los Rabinal, de
los Cakche-quel, [de] Los de Tziquinaha, Tuhalaha, Uchabaha; entonces única
palabra y oído [había] entre los Queche cuando
hacían todo aquello. No solamente gobernaban así, sino que [además] no ponían
aparte los dones de sus sostenes, de sus nutridores, sino que [con ellos]
hacían alimentos, bebidas 163. No les pagaban. Habían ganado,
habían arrebatado su poder, su fuerza, su dominación 164. No
solamente se humillaron así los barrancos, las ciudades, [sino que] las tribus
pequeñas, las tribus grandes, dieron de buen grado 165,
llegaron jadeítas, llegaron metales preciosos y llegaron ámbar, gigantescos
puñados, gigantes con esmeraldas, con piedras preciosas, llegaron verdes
guirnaldas;estos tributos de todas las tribus llegaron ante los jefes Sabios
Gucumatz, Cotuha, y ante Quicab, Cavizimah, Consejero, Consejero Lugarteniente, [y ante]
el Eminente, el Hablador de los Hombres. Ciertamente, aquello no era poca
[cosa], y no eran pocas las tribus que [aquellos jefes] habían vencido; de
numerosas fracciones de tribus venía el tributo al Queche: y ellas sintieron,
sufrieron pesadumbre. [No fue] aprisa, sin embargo, como nació
la Fuerza [de aquellos jefes] Gucumatz fue el origen de
la grandeza del poder, el comienzo del engrandecimiento, y el engrandecimiento
del Quiché. He aquí que pondremos en orden las generaciones de los jefes
con sus nombres; nombraremos a todos los jefes.
46
He aquí las generaciones,
el orden, de todos los gobiernos que tuvieron su alba en Brujo del Envoltorio,
Brujo Nocturno. Guarda-Botín, Brujo Lunar, nuestros primeros abuelos, nuestros
primeros padres, cuando se mostró el sol, cuando se mostraron la luna, las
estrellas. He aquí que vamos a comenzar las generaciones, el orden de los
gobiernos, desde el origen de [su] tronco hasta la entrada [en funciones] de
los jefes, y cuando entraba [en posesión del cargo], cuando moría, cada
generación de jefes, de abuelos, con la jefatura de toda la ciudad, cada uno de
los jefes. He aquí que se manifestará el rostro de cada uno de los jefes, he
aquí que se manifestará cada rostro, de cada uno de los jefes quichés.
GRANDES
MANSIONES DE LOS CAVIK
Brujo del Envoltorio, origen de los Cavik.
Qo Caib, segunda generación, después de
Brujo del Envoltorio.
Balam Conaché 166 comenzó
[las funciones de] Consejero; tercera generación.
Cotuha, Ztayul 167,
cuarta generación.
Gucumatz, Cotuha, origen de los jefes
Sabios, fueron la quinta generación.
Tepepul, Ztayul, sexto orden.
Quicab 168 Cavizimah 169,
el séptimo cambio del poder; igualmente Sabios.
Tepepul e Iztayub, octava generación.
Tecum 170,
Tepepul, novena generación de jefes.
Vahxaki-Caam 171, Quicab,
décima generación de jefes.
Vukub-Noh 172, Cavatepech 173 undécimo
grado de jefes.
Oxib-Quieh 174,
Beleheb-Tzi 175, duodécima generación de jefes; gobernaban
cuando vino Donadiú; fueron ahorcados por el jefe Caxtilan.
Tecum, Tepepul, fueron tributarios ante los
hombres Caxtilan; dejaron hijos; decimotercia generación de jefes.
Don Juan de Rojas, don Juan Cortés,
decimocuarta generación, fueron engendrados por Tecum, Tepepul.
He ahí las generaciones, el orden, del
gobierno de los jefes Consejero, Consejero Lugarteniente, ante la faz de los Cavik-Quiché.
He aquí que diremos otra vez los clanes. He
aquí las Grandes Mansiones de cada uno de los jefes 176 después
del Consejero, del Consejero Lugarteniente; he aquí los nombres
de las nueve Grandes Mansiones y los nombres de las jefaturas de cada Gran
Mansión.
Jefe
Consejero, [jefe supremo de Gran Mansión: Cu Ha, nombre de la Gran Mansión.
Jefe Consejero Lugarteniente: Tziquiná,
nombre de la Gran Mansión [de la cual era jefe supremo].
Gran Elegido de los Cavek. [jefe] supremo
de Gran Mansión.
Jefe El de Pluvioso, [jefe]
supremo de Gran Mansión.
Jefe El de los Poderes del Cielo, [jefe] supremo
de Gran Mansión.
Hombre del Consejo de Chituy [jefe;
supremo de Gran Mansión.
Colector de Impuestos de Quehnay, [jefe]
supremo de Gran Mansión.
Hombre del Consejo en la Sala [del juego]
de Pelota de Tzalatz-Xcuhxeha, [jefe supremo de Gran Mansión.
Dominador de los Extranjeros,
[jefe] supremo de Gran Mansión.
Tales son los nombres de los clanes de los
Cavik. Numerosos los hijos, los engendrados, detrás de esas nueve Grandes
Mansiones.
GRANDES
MANSIONES DE LOS NIHA
He aquí las nueve Grandes Mansiones
de los Niha. Diremos primero las generaciones de su gobierno. Único fue el
tronco, el origen, antes del nacimiento del día, del nacimiento del alba, para
los hombres.
Brujo Nocturno, primer abuelo, padre.
Qo-Acul, Qo-Acutec, segunda generación.
Qo-Chahuh, Qo-Tzibaha 177,
tercera generación.
Beleheb Gih 178, cuarta
generación.
Cotuha, quinta generación de jefe.
Batza, sexta generación.
Ztayul, en seguida, séptima generación.
Cotuha, octavo orden de gobierno.
Beleheb Gih, noveno grado.
Quema, así llamado, décima generación.
Ahau-Cotuha 179, undécima
generación.
Don Christóval, así llamado, gobernó ante
la faz de los hombres Caxtilan.
Don Pedro de Robles 180, Jefe Eminente,
ahora.
Éstos son todos los jefes habidos
sucesivamente [como] Jefes Eminentes.
He aquí que diremos en seguida la jefatura
de cada Gran Mansión.
Jefe Eminente, el primer jefe ante los
Niha, [jefe] supremo de Gran Mansión.
Jefe Hablador de los Hombres [jefe] supremo
de Gran Mansión.
Jefe Eminente Lugarteniente, [jefe] supremo
de Gran Mansión.
Gran Lugarteniente [jefe] supremo de
Gran Mansión.
Orador Lugarteniente, [jefe] supremo de
Gran Mansión.
Gran Elegido de los Niha, [jefe] supremo de
Gran Mansión.
Jefe [El de] Sembrador, [jefe] supremo de
Gran Mansión.
Jefe de los Festines, [jefe] supremo de
Gran Mansión.
Gran Colector de Impuestos de Yeoltux,
[jefe] supremo de Gran Mansión.
Tales son las Grandes Mansiones de la faz
de los Niha, tales son los nombres que designan a los clanes de los Niha.
Numerosos [son] también los hombres de los
clanes de cada uno de los jefes de quienes dijimos primero los nombres.
GRANDES
MANSIONES DE LOS AHAU-QUICHÉ
He aquí también a los de los Ahau-Quiché.
He aquí al abuelo, al padre:
Guarda-Botín, primer hombre.
Qo-Ahau, nombre del jefe de la
segunda generación.
Caklacán 181.
Qo-Cozom.
Comahcun.
Vukub-Ah 182.
Qo-Camel183.
Coyabacoh.
Vinak-Bam.
Tales son los jefes ante la faz de los
Ahau-Quiché, y tales [son] las generaciones, los grados.
He aquí los nombres [de los títulos] de los
jefes en las Grandes Mansiones; cuatro Grandes Mansiones solamente:
Hablador de los Hombres, nombre del primer
jefe, [jefe] supremo de Gran Mansión.
Colector de Impuestos de los Ahau [Quiché],
segundo jefe, [jefe] supremo de Gran Mansión.
Gran Elegido, de los Ahau [Quiché], tercer
jefe, [jefe] supremo de Gran Mansión.
[El de] Volcán, cuarto jefe, [jefe] supremo
de Gran Mansión.
Así cuatro Grandes Mansiones de la faz de
los Ahau-Quiché.
Había pues tres Grandes Elegidos como
padres escogidos por todos los jefes quichés. Juntos se reunían los tres
Elegidos, aquellos engendradores, aquellas madres, de la palabra,
aquellos padres de la palabra. Bastante grande [era] el ser de los tres Elegidos 184.
[El primero], Gran Elegido ante la faz de los Niha; el segundo. Gran Elegido de
los Ahau [Quiché], ante la faz de los Ahau-Quiché; el tercero, Gran Elegido [de los
Cavek]; tres Elegidos, cada uno ante la faz de su clan.
Tal fue la existencia del Quiché, porque ya
no hay está perdido, aquello que hacía ver lo que fueron antaño los primeros
jefes. Así, pues, es el fin de todo el Quiché llamado Santa Cruz 185.
NOTAS
1 Popol-Vuh: Consejo
[de los Jefes]. Libro.
2 Zac: "blanco, blancura, luz, alba del día, alba [comienzo] de una cosa y más especialmente de la civilización
sedentaria, bello, bien, bueno, belleza,
felicidad, etc.; marca de superlativo [los otros nombres de color
también]". Por la multiplicidad de sus sentidos esta palabra es una incomodidad
para la traducción.
3 "Sombra": opuesta aquí a
"alba", indica los tiempos precedentes a la civilización sedentaria,
y particularmente la época de las emigraciones.
4 El universo, compuesto de tres
cuadriláteros [cielo, tierra,mundo subterráneo], [Con el hombre central
se tienen, pues, 13 puntos, De ahí, 4 ángulos, 4 puntos cardinales para la
tierra.
5 "Dicho": ordenado, mandado.
Dioses de un pueblo constructor hacen medir.
6 Hijo, prole: subordinados,
administrados, vasallos.
7 Antes de los mundos solares actuales,
hay mundos en la noche, noche a medias alumbrada por una luz difusa, emanada de
los dioses: en esos mundos, una
humanidad, a veces inferior, a veces semidivina [Cf. Perú, California, etc.]; pero, antes de esta humanidad, antes de la
creación [que no es ex nihilo], la materia preexistente está revuelta en el agua.
8 Sus jeroglíficos, y también el nombre
de los símbolos envueltos [ver más lejos: Bandas Envolventes. Fuerza Envuelta]
que transportan las tribus en su emigración; puede tratarse aquí de una forma
serpentina y de un envoltorio emplumado.
9 Sabiduría. Ciencia, Pensamiento,
siempre mágicos.
10 La palabra, la palabra de mando,
de construcción, de formación, la palabra que instantáneamente da la forma
a la materia; la pronunciación del nombre exacto, del nombre "justo de
voz", obra sobre la materia, forma, "crea"; habiendo dicho los
dioses la palabra justa para tierra, ésta nace al instante. [Cf. el ñispa peruano.]
11 El "Do ut des" obra
siempre. Si el hombre invoca a los dioses para que ellos le sostengan, le
nutran, éstos le "crean" para que espiritual y materialmente, él les
sostenga, les nutra.
12 Descontentos de su propio error, los
dioses "cambian" sus promesas, castigan a las víctimas de su torpeza.
13 Palabra: Decisión.
14 Construidos, formados:
criaturas [pero no ex nihilo].
15 No hay aquí, ciertamente, una
alusión, ni siquiera irónica [Cf. otros pasajes del Libro y de otros textos], a
la creación cristiana, sino más bien la experiencia de pueblos modeladores,
escultores.
16 El "Tzité" [Erythrina
corallodendron. Árbol de Coral, vulgarmente llamado Pito, en Guatemala] y el
maíz servían y sirven para la disposición que presenten después de ser
arrojados, para predecir el porvenir. [Cf. Códices.]
17 "Disponeos para el augurio.
"
18 Qtz significa picar y avergonzar.
Aquí se ruega a los Espíritus del Cielo que piquen los granos, que los
dispongan bien; sería inadmisible que se les invitara a avergonzar. Los grandes
dioses, pues, pueden mandar a la suerte o, por lo menos, influir sobre ella.
19 "Ni avergoncéis",
expresión muy frecuente.
20 Zibak: sasafrás. [Un vocabulario da:
el corazón de la hierba con que se hacen las esteras "petates"].
21 Manifestar su
rostro: mostrarse.
22 "Nuestros dientes. "
23 Qoy, mono muy pequeño que vive, sobre todo, en las alturas de la Vera-Paz.
24 Esta lisonjera apreciación de una
humanidad frustrada no tiene nada de sorprendente en boca de un personaje que
el autor presenta como un falso dios y al cual, en consecuencia, hace
desempeñar un papel más bien ridículo. Es justamente esta idea de depreciación
de Guacamayo y de sus hijos lo que ha arrastrado al escritor a colocar su
historia en este lugar, a fin de unirlos a eso? hombres frustrados que no
pueden vivir sino antes del alba de la civilización y antes de la aparición de
los astros. Lógicamente, en efecto, este episodio, quizás de origen extranjero,
hubiera debido estar colocado entre las luchas de la primera y de la segunda,
generación de dioses engendrados contra los dioses de las tinieblas, y después
del nacimiento y de los primeros actos de los Maestros Magos de la segunda
generación, es decir, entre los párrafos 15 y 16.
25 ¿ Puede hacerse una aproximación entre Principal Guacamayo- dios
no quiché, a la vez Sol y Luna, y el mexicano y bimorfo Texcatlipoca
"Brillante Espejo; Astro"? Cierto es que Tlatlauhaut Tezcatlipoca es el Rojo Astro, el Sol, pero
Yayauqui Tezcatlipoca "Negro [Obscuro, Pálido] Astro" es el Sol
de la Obscuridad, del Mundo Subterráneo, que va del Oeste al Este durante la
noche. No parece haber desempeñado el papel de Luna; si lo ha desempeñado ha
debido ser un efecto del sincretismo de los últimos tiempos aztecas. Algunas
variantes del Yamato Rumi hacen nacer de un espejo a la diosa japonesa del Sol.
26 Esta designación como falso dios lo demonio] se aplica
apropiadamente a las divinidades de las religiones enemigas, sobre todo
vecinas. Siendo el Guacamayo símbolo del fuego solar, era dios-sol entre los
mayas, los zotziles, etc.
27 Su esplendor no va más allá de
su sitial.
28 El mundo semitenebroso señalado en una
nota precedente.
29 Al parecer, se precisa que son "dioses" por oposición a
Guacamayo. Numerosos pueblos han practicado un doble evemerismo presentando
como históricos hechos y seres míticos, y transformando en mitos a hechos y a
seres históricos. [Cf. por ejemplo, en el Kalevala: la lucha de Kaleva y de
Pohja, de los finlandeses y de los lapones.] Aquí la leyenda mítica de la lucha
de los dioses celestes contra dioses terrestres contiene una parte histórica.
30 Casi todos los pueblos describen a sus propios países en sus
leyendas de creación. Así, las montañas aquí designadas existen en Guatemala o
están próximas a Guatemala. Sin embargo, no a todas se las ha identificado con seguridad. Yaxicanul
parece ser el Gag-zanul de los Cakchiqueles; Gagxanul puede traducirse por
"desnudado, despojado por el fuego", lo que responde a la leyenda de
los Anales de los Xahil; si se leyera Yaxcanul en lugar de Yax-canul, canul significaría "desnudado". Es el Volcán de Santa María
cerca de Quetzaltenango. Hunahpu, "Maestro Mago", parece ser el
Volcán de Agua, y no el de Fuego, cerca de Antigua. Propongo las traducciones
siguientes: Mocamob "Espanto? [terrores]", Pecul, "Cavernoso",
Chírak "Mora de Fuego".
31 Tapal, el nanche de México, árbol de pequeñas frutas amarillas,
agradables y perfumadas.
32 Qaxtok: "engañador, embustero" y, por tanto, astuto,
taimado; epíteto honorable, sobre todo para dioses; los españoles lo dieron al
Maligno, al Diablo.
33 Precisión de carácter antiguo de la Pareja Mágica de Abuelos.
34 Uno de los más antiguos principios de la magia en todos los países
es que el conocimiento exacto del nombre [sagrado] de un individuo, de un
pueblo, de una ciudad, de un dios, vuelve dueño de lo nombrado: esto es, una
consecuencia lógica de la potencia [creadora, destructora, etc.] atribuida a la
palabra; por tanto, los héroes del Libro ocultan con cuidado sus nombres
verdaderos y aun
sus parentescos, sus países; cuando se conocen sus nombres, se arreglan para
que los adversario? los apliquen mal como en la lucha de las dos
generaciones de Maestros Magos engendrados contra los dioses de la muerte.
35 "Tened piedad de mí. "
36 "Perdió su
importancia. "
37 400, en numeración vigesimal, es la unidad de tercer orden. En
"literatura" de la América Media, significa "grandísima
cantidad, muchedumbre" [Cf. "10. 000" en China]. La mayoría de
los americanistas asimila esos 400 jóvenes- a los dioses mexicanos de las bebidas
fermentadas. Esta interpretación carece de base, pues la embriaguez final, y, menos aún, el número 400, no son pruebas. Yo los
acercaría más bien [no afirmo nada] a los cuatrocientos Huitznahua "Brujos
Meridionales" de la leyenda de Huitzilopochtli. "el Diestro
[Guerrero] que mira al Sur".
38 Motz: Brasseur y Ximénez ven en ella a las pléyades; los
mexicanos llamaban Montón o Mercado a esta constelación.
39 Ek Aunque en maya sea
ese el "palo Campeche", la asociación, con el Alziak [Fillandisis
usneoides] en
el párrafo 32 me hace aceptar la definición del Ek dada por Brasseur: planta
silvestre de grandes hojas, que los indios actuales emplean
para adornar sus arcos de triunfo.
40 Pahac: significado desconocido. [Paac: anona.]
41 Es decir, el carapacho vacío, semejante así a la concha de una tortuga.
42 Meaván. De nuevo, un empréstito a la geografía real; montaña muy
alta, bañada al Sur y al Oeste por el Chixoy. Podría traducirse su nombre por
"Sembrados [Garillas, Campos] Rotos
[doblados, encorvados]", pues la leyenda dice que el monte se dobló, se
encorvó, se rompió.
43 El domicilio predilecto, y por tanto el lugar de mayor potencia,
de los dioses luminosos, es el Este.
44 Gigante de la Tierra, está aquí en el papel especial de dios de
los temblores de tierra. [En
Guatemala hay 30 volcanes].
45 Siempre.
46 "Marchad delante, guiadnos".
47 Disparan con cerbatana mágicamente; por lo demás, enviados de los
Maestros Gigantes, deben poder lanzar el rayo.
48 Exactamente: "Horadaron fuego", id est "obtuvieron fuego" por fricción
de madera.
49 Zak cabs,
"blanca tierra", el
tizalt "creta de los
mexicanos; es el polvo con el cual se pintaba a la víctima; estar untado con
ella o comer lo que estaba untado con ella, equivalía a sacrificarse.
50 Después de los dioses
primordiales, sin padres ni madres, vienen, como en otros muchos países, los
dioses engendrados; aquí hay dos generaciones de ellos. Maestros Magos como sus padres. Estas dos generaciones son
engendradas en la noche, antes de la aparición de los astros.
51 Nicbachin: "augur": aquí sería preferible quizá, en
vista de sus conocimientos variados, traducir por "asimiladores".
52 Muchos pueblos de la Tierra tienen en gran favor el juego de pelota; simbolismo múltiple:
religioso [en la
América Media: templos en las extremidades del juego, ceremonias, sacrificios],
mágico, astronómico, social, guerrero, vital. [Cf. numerosas imágenes esquemáticas del juego de pelota en los Códice].
53 Xibalbá, "Lugar del Desvanecimiento, de la Desaparición, de los Muertos". Excepcionalmente conservo esta palabra, corta y que indica
a veces el lugar, a veces sus habitantes.
54 Como en una multitud de otros pueblos, el orificio [barranco,
caverna] del mundo subterráneo de ultratumba está en el país real.
55 Los jefes supremos, los que deciden en
última instancia.
56 No siendo la varilla [de justicia, de policía], la vara [de
ujier], el bastón [de mariscal], el cetro [de rey], etc., sino los derivados,
vueltos más o menos simbólicos, del antiguo bastón [para golpear] de los jefes,
han sido inventados independientemente en cada país.
57 Sus bocas [sus rostros]: Ellos.
58 Esos anillos móviles que atravesaba la pelota no han debido ser
reemplazados sino tardía y localmente por anillos de piedra fijados
perpendicularmente en los muros laterales del recinto. Esto explica por qué en
la América Central dichos anillos de piedra son raros y modernos; de su falta
se ha deducido equivocadamente la de los recintos destinados al juego.
59 Como el Guacamayo.
60 Sin hacerse daño, sin pincharse, sin enrojecer, "sin ser vencidos";
por esto es preciso preferir, para Zimah, la traducción "árboles
espinosos" a la de "calabaceras"; hay aquí una suerte de juego
de palabras; esos ríos son en realidad trampas, pruebas, que, como va a
decirse, los Maestros Magos logran pasar "sin ser vencidos".
61 La Sangre es la Raza. Beber la sangre de este río sería beber las razas muertas.
62 Xibalbá está bajo tierra, en el nadir; pero el camino por el cual
entran el sol, la luna, los osiris divinos y humanos, está al oeste. Es, pues,
un camino negro, color conveniente. El Libro de Chilam Balam de Chumayel
atribuye el negro al oeste. Los diversos nombres [Hozan, Bacab, Pauah-Tun,
Xib-Chac, u-Ua-yeyab] de los Bacab-Tlaloc del oeste tenían el epíteto de Ek
"negro". En la Misa milpera
[misa pagana con adiciones
cristianas] que celebran los actuales mayas, el Pauah-tun "piedra, alzada,
menhir" del oeste, identificado con Santiago, es llamado "el
Negro". El camino de salida, que parte también de la misma encrucijada,
debe naturalmente dirigirse hacia el este y ser amarillo.
63 Otro pasaje dice: negro, blanco, rojo, verde. Esta variación del
verde al amarillo [Cfr. los Códices] parece indicar que el autor tenía a la
vista, por lo menos, un antiguo manuscrito pintado.
64 El banco de los grandes jefes.
65 Astilla de pino resinoso
["ocote" en México] que sirve de antorcha.
66 Tabaco, cigarro.
67 Cercenados.
68 Aquí la Palabra es casi el Logos.
69 Avisos, instrucciones y consejos [N. de los T.]
70 Interrógala; "sondéala", diríamos nosotros.
71 "Posesor, propietario del hijo" por "Padre",
revela una concepción social quiché.
72 Zaki Tok: "Blanco Pedernal", el cuchillo de los
sacrificios de Xibalbá, que en los Códices orna a menudo al dios-esqueleto de
la Muerte.
73 Los Búhos se vuelven, pues, en nombre de los dioses celestes, los
castigadores de la impudicia.
74 En el doble sentido de
"noticia dada" y de
"consejo". [N. de los T.]
75 El texto quiché llama aquí "madre" a la abuela. El texto
francés corrige: [grand] mere". [N. de los T.]
76 Podría pensarse que hay aquí un femenino sobreentendido y un
singular colectivo, y podría leerse "Guardianas del Alimento",
considerando esto como un epíteto de las tres diosas designadas en seguida. Ese
título de Guardián no puede asombrarnos. En efecto, Román y Zamora [Repúblicas
de Indias, 1, 19] habla de un Chahal Ha [se ha impreso Huc]. "Guardián de
la Mansión", dios de las casas; cuando se hacía una nueva construcción se
le consagraba ésta, y sobre su altar se sacrificaban animales cuya sangre se
ponía en las paredes. ¿No daría esa aplicación de sangre en las paredes la
sencillísima explicación de las manos rojas [dibujo completo] muy a menudo
encontradas y a propósito de las cuales tanto se ha discutido? Dichas manos
serían quizás la marca de la dedicación del edificio al Guardián; el Kab-Ul de
Lizana, sería la Mano Operatoria del arquitecto. No creo que esto se haya dicho
antes.
77 Can-te: Amarilla Madera [Chorophora tinctorialis].
78 Coa, coya, en México [de coatí, cohuatl], así llamado a causa de
la forma de serpiente, de cayado, de su mango: jan en Cuba.
79"¿Qué pensáis de esto?"
80 "Darse",
por "entregarse, someterse".
81 "En mi vientre": en mí.
82 Pek: cacao de calidad inferior; las cargas de estos granos
constituían a menudo una especie de moneda de trueque.
83 Cutumic, el Chilmolli de los
mexicanos.
84 "Morimos de sed".
85 En presencia de los magos superiores [y contra sus actos] los
otros pierden total o parcialmente su sabiduría.
86 El xocoyolli de los nahuas, el
xarimbacuas de los tarascos: Oxalis [angustifolia y otras]. Según Brasseur, los indígenas lo emplean contra la
catarata.
87 Procedimiento que se encuentra
también en los cuentos de todos los países: los "testigos": puñal o
sable cuya hoja se empañará, espejo que no reflejará, flor que se marchitará,
etc., si el héroe
muere o si es metamorfoseado.
88 Se dieron a conocer, sin advertirlo. [N. de los T.]
89 Parte delantera de la rodilla; rodilla.
90 Chohim-abah: Piedra quemante, especie de horno semisubterráneo.
91 El mundo tenebroso de los muertos no puede tener sino una luz
negra, un fuego muerto; cuando más, una luz-ilusión, un fuego-ilusión. Si el
pino y el tabaco se
consumieran, murieran, deberían pasar sobre la tierra. Estamos, pues, muy lejos
del infierno cristiano.
92 La página 80, sin texto, del Códice Magliabecchiano XIII-3 comprendida entre dos páginas
consagradas al dios de la Muerte, representa un juego de pelota con dos
jugadores vivos y siete cráneos; bien pudiera ser éste el juego de pelota de Mictlan, el Xibalbá
mexicano. [Es de notarse que Mictlan significa literalmente "lugar de los
matados", pues para los mexicanos no existía la muerte natural.]
93 Muchih, flores del género Chipilli de los nahuas [Grotularia Guatemalensis].
94 El juego de los colores parece indicar que esos Carinimuk
"Grandes Peces" son flores negras.
95 La promesa de darles carne como alimento, hecha más adelante,
indica que se trata realmente de
flechas animadas, y no de arqueros.
96 Chequen-Zanic,
gruesas hormigas noctívagas,
cortadoras de tallos, llamadas Zampopos
por los indígenas.
97 El actual Parpuak, un pájaro nocturno.
98 Ligera diferencia de nombre [Frío en lugar de Calofrío], con la
lista de las Mansiones de prueba dada precedentemente.
99 Este Murciélago de la Muerte es un enviado de los dioses luminosos;
ha advertido a los engendrados. La muerte de éstos no es sino aparente; es
necesaria para que revivan plenamente fuera del mundo de los muertos; es una
trampa para Xibalbá.
100 En el carapacho de la tortuga.
101 El Opossum: el Alba. Más exactamente parece que, abriendo sus
piernas, el Abuelo deja pasar el día naciente, el alba; su cuerpo mismo ataja
el paso a la luz mientras que él no "abra".
102 Todo Xibalbá puede comprobar, pues, que la decapitación y la
muerte de Maestro Mago no eran sino apariencia. Debe ciertamente faltar un
episodio, pues, aun siendo ilógicos en el fondo [para nosotros], los mitos, los
cuentos, deben parecer siempre "razonables" a sus auditores.
103 "Resucitadlo". [N. de los T.]
104 Hasta el último momento los animales ayudan a los Magos. Esto
confirma la impresión que se, desprende de este largo relato. Es la historia de la lucha [contada también por otros pueblos]
de los dioses celestes, luminosos, contra los dioses subterráneos, tenebrosos,
todos universales, no nacionales, por la conquista de la tierra. Tienen como
auxiliares a los habitantes de la tierra. En el Libro del Consejo estos últimos
son los animales porque todavía no hay humanidad, al menos en el sentido en
que, como tantos otros pueblos, los maya-quichés definen a los hombres: sólo
ellos y sus antepasados.
105 La traducción de este discurso es difícil, a causa del equívoco
intencional pobre la palabra Quiq que significa "sangre, raza, posteridad,
etc. ", y también "pelota del juego de pelota", juego que,
además, simboliza a veces las luchas, las victorias y las derrotas de la vida
terrestre, celeste, astronómica, subterrestre. Añádase a esto, que el sentido
"savia de árbol, savia del drago, etc. ", que hace alusión a la madre
de los dioses victoriosos, acrece las dificultades.
106 Oficios de vasallos, y por tanto de pueblos que ya no tenían
derechos de guerra, de dominio, y debían proporcionar tributos en
especie. Oficios de mujeres.
107 La "lengua hendida" de los indígenas del Canadá.
108 "Se quiso hacer su rostro". La momia egipcia llevaba una
máscara-retrato. Los mayas-quichés reconstituían sobre el cráneo, moldeándolo,
el rostro del difunto.
109 El nombre es el individuo, lo mismo entre los dioses [nuniva noniva] que entre los hombres y los
animales. Así, pues, conocer el nombre exacto de alguno es conocerlo espiritual
y materialmente, y por tanto poder reconstituir su nariz, sus ojos, su boca,
etc.
110 El hombre no es ya una obra de arte, modelada, esculpida; su
alimento hará su carne; ¿cuál alimento?: indudablemente, el maíz.
111 Visible para el espíritu.
112 Nueve, número sagrado, más especialmente de las cosas nocturnas, ocultas, misteriosas.
113 Fue disminuida considerablemente su visión física y psíquica.
114 Son numerosos los de todas las tribus reunidas, pero solamente
cuatro los de los quichés. [N. da los T.]
115 "Dominadores Abundantes [?]". La mayoría de estos
nombres de pueblos, de lugares, a menudo muy antiguos y desfigurados,
pertenecientes a veces a otras lenguas, no pueden ser traducidos con seguridad.
116 "Los de los Pumas o de las Máscaras".
117 O bien Tan "Unidos". Quizás de origen huasteca.
118 Esto está muy claro: múltiples lenguajes, en tanto que el hombre
no tiene más que dos orejas para oírlos.
119 Para este "Muy Sabio" [¿Sol?] que no aparece más que
aquí, véase el Pequeño Vocabulario de Nombres Sagrados.
120 Iqo Gih:
"Luna-Sol", conviene bien a la "estrella" de la tarde y de
la mañana, a Venus.
121 Aquí, "madera, piedra", significa "estatuas de los
dioses, ídolos".
122 Yaqui:
"extranjero". Todos los pueblos han despreciado a sus
vecinos, los han llamado "animales, farfulladores, etc." Por tanto,
pueden aceptarse para Yaquí los sentidos "levantados, en pie,
despiertos" [para huir o espiar] o, todavía mejor, el de "Langostas,
Saltamontes". A menudo ese nombre designa particularmente a la gente de
México.
123 Especie de esportilla, o más bien, de cajita, de arca portátil, de
la cual se sirven hoy los indios, manteniéndola con una correa frontal, para
transportar sobre la espalda las cosas sagradas.
124 "¿No hemos tenido el mismo origen que
vosotros?" [N. de los T.]
125 De ayunar ritualmente.
126 "Conservado todavía". [N. de los T.]
127 Hacer prisioneros a los dioses del enemigo y hacerles sacrificios,
es quitarle su protección al enemigo. Así procedieron México, Roma y otras
ciudades conquistadoras.
128 A la derecha del camino que va de Santa Cruz del Quiché a San
Andrés Zakabaha.
129 Nombre dado a las casas construidas sobre pirámides truncadas.
130 Al Norte de Rabinal.
131 En la llanura, a dos leguas de Santa Cruz.
133 Este acecho no es solamente simbólico; era real, y uno de los
principales deberes de los jefes, por ejemplo, el Jefe Supremo de México.
Algunos Códices mexicanos, el Códice Dresdensis, y diversas inscripciones, muestran la enorme importancia del planeta
Venus.
133 Fillandsis usneoides, planta parásita cuyas fibras filamentosas se
empleaban para ornar los templos. [Pachtli, en náhuatl, de donde viene el
nombre de paste, que se le da en Centro América.]
134 "Cuando ven a uno o dos caminantes solos. " [N. de
los T.]
135 Es decir, "lo que será el
testimonio de nuestra potencia".
136 Para la protección de su pueblo.
137 Bastaba para contenerlos.
138 No les quitan la punta de la lanza, sino los adornos del asta solamente, por burla. [N. de los T.]
139 400 es ya un gran número; 16.000 y 24.000, es decir, el doble y el triple de
8.000 [unidad del cuarto orden en la numeración vigesimal] son, pues, enormes:
ahora bien, los enemigos eran todavía más numerosos.
140 Para golpear.
141 Parece, sobre todo según otras obras, que la Fuerza Envuelta había
sido traída de Lugar de la Abundancia por Brujo del Envoltorio; de ella tomaba
él su nombre.
142 Repito aquí que Nacxit, "Pedrerías-gemas", no tiene
nada de náhuatl y es, como lo prueba entre otros documentos el Título de Totonicapán, el Sol, jefe supremo de Lugar de la
Abundancia. Cfr. Tezozómoc. Por otra parte, el Oriente es hacia Honduras[¿Copan?] y no hacia México.
143 Poner a la ciudad en primera
línea, dominar.
144 "El barranco, la ciudad", es una fórmula; es la ciudad
con su foso defensivo,
natural, o más o menos artificial.
145 Breve frase,
terriblemente irónica [ignoro si ya ha sido notada]. Este primer obispo de
Guatemala era don Francisco Marroquín.
146 Hacen construir por los vasallos, los tributarios.
147 Como en México y en el Perú,
autonomía de los vasallos, de los vencidos. Aquí, por lo demás, él texto indica
vasallos voluntarios, no vencidos en una guerra.
148 No por gloriosa, sino como medio de dominación.
149 "Lugar de las Ortigas".
La actual Chichicastenango.
150 La actual Tzacualpa.
151 "Mansión de Piedra Blanca Bella"; la actual San Andrés.
152 "Blanca lo Bella; Tierra"; a una legua de Huehuetenango.
153 "Encima de las aguas calientes". Ruinas cerca de
Totoni-capán.
154 O también Xelahu Queh, "Al
pie de los Diez Venados [o símbolos, o Brujos]". Al pie del volcán Santa
María.
155 "Ante las construcciones". La actual Momostenango.
156 "Saúco",
157 Sin tocar a la civilización ni a la religión.
158 Un ídolo. Nada indica que sea esa la piedra translúcida que servía
de oráculo, dada por el Nacxit.
159 El texto no da aquí más que diez ayunadores. Yo rectifico poniendo
diecisiete, como está indicado algunas líneas más adelante. Diecisiete, aunque
no sea un número sagrado como nueve y trece, parece, según los Códices, haber
tenido cierta importancia. Había pues, en total, treinta y nueve [o tres veces
trece] ayunadores y treinta y nueve sacrificadores.
160 En todas partes de la Tierra los jefes realizan los grandes actos
religiosos en nombre de la tribu.
161 Las riquezas, simbolizadas por el verde y el amarillo [maíz].
162 En resumen, había cuatro jefes supremos de la tribu, de dos
clases: 1a el
Consejero [Jefe] y el Consejero
Lugarteniente; 2a el Eminente y el Hablador de los Hombres.
163 ¿Habrá aquí una crítica indirecta de los Jefes españoles
acaparadores de riquezas?
164 Por derecho de conquista.
165 Otra vez tributarios por propia voluntad.
166 "Brujo. Que es un
modelo [un ejemplo]. "
167 O bien Iztayul o Xtayul, "Opresor".
168 E-Gag-Quicab. "De numerosas manos de
fuego. "
169 "Calabazas adornadas", dice Brasseur; "Estacas
cambiadas [empalizadas rehechas]" sería posible.
170 "Amontonador".
171 "8 Bejuco"; esto muy bien puede ser el signo del día de
su nacimiento, si se
admite para los glifos del calendario, como para los otros, la polifonía.
172 "7 Temperatura", nombre de día.
173 "Ornado con el anillo", dice Ximénez.
174 "3 Ciervo", nombre de día.
175 "9 Perro", nombre de día.
176 Cada Gran Mansión tenía su jefe
supremo con jefes adjuntos; dicho jefe supremo llenaba, por derecho de clan y
no por derecho personal, tal función en la tribu; lo mismo pasaba con el
presidente del Consejo de la tribu, el "rey" de nuestros benditos
autores [podría llamársele el Presidente de la República], que era
simultáneamente jefe supremo de la Gran Mansión de Ca-Ha.
177 "Pinturas, escrituras"
178 "9 Sol".
179 Se podría traducir aquí por "Jefe-Cotuha o Jefe de los [hombres]
Cotuha o jefe de la Mansión de los Baños de Vapor".
180 Si se tuvieran las fechas exactas del gobierno de este Robles y de
la llegada del obispo Marroquín, se podría precisar cuándo fue redactada esta
obra.
181 "Roja bandera de guerra".
182 "7 caña", nombre de día.
183 "El mortal" o "el humilde".
184 Estos Grandes Elegidos, designados por todos los jefes, tenían,
pues, una alta situación, por su elocuencia y por su elección mediante sufragio
restringido.
185 Para terminar, una ironía más; la historia quiché ha terminado,
todo el Quiché ha concluido, su ciudad ha desaparecido, ya no es más que un
pueblecillo, pero... se llama Santa Cruz.
VOCABULARIO DE LOS NOMBRES SAGRADOS QUE SE CITAN EN LA OBRA
A fin
de evitar la excesiva multiplicidad de las notas, ya muy numerosas —dice
Georges Raynaud—, doy aquí los nombres propios de los dioses, héroes, animales
míticos y lugares sagrados o fabulosos; mi traducción de ellos sólo contiene su
interpretación. Cuando supongo que ésta es nueva, añado a continuación una (R).
En este vocabulario sigo el orden de la aparición de dichos nombres en el
texto, indicando simplemente los números de los párrafos.
1. Tzakol:
Constructores. Bitol: Formadores. Alom: Procreadores. Qaholom: Engendradores.
Hun Ahpu Vuch: Maestro Mago del Alba; símbolo fonético. 1—Tirador de
Cerbatana-Opossum. Hun Ahpu Utiu: Maestro Mago del Día (R); símbolo fonético: 1
— Tirador de Cerbatana-Coyote [Brinton ha creído que el Coyote representaba a
la noche]; no siendo de fácil escritura la palabra Pu [z], la
magia [y más especialmente el acto mágico por excelencia, el sacrificio humano
o divino] ha sido representada fonéticamente por Pu [b], la cerbatana; de ahí
viene que la cerbatana sea el arma de esos dioses. [El Vocabulario N° 41
del Fondo Americano de la Biblioteca Nacional de París da para Hunahpu el sentido secundario
de "Flor Fragante"; ahora bien: en el calendario cackchiquel, Hunahpu
corresponde al día Xóchitl, "Flor" del mes mexicano y a Ahau,
"Jefe", de los yucatecos. Debe advertirse, además, que Román y Zamora
acopla Hun Ahpu y no Hun Batz a Hun Chuen.]—Zaki Nima Ak: el Gran Cerdo
del Alba (R). Zaki Nima Tzyz: el Gran Tapir del Alba (R). [Éstas son las dos
únicas divinidades a las cuales he conservado la, quizás primitiva, forma animal.
No creo, sin embargo, que sean esas las interpretaciones que les daban los
quichés del siglo XVI y que se deba
considerar a esos dos nombres como una supervivencia de los dioses animales y,
por consiguiente, como si designaran un celeste Cerdo y un celeste Tapir] [Pisote:
Nasua Narica]. [Aquí, como en el resto de la obra, empleo indiferentemente
Pisóte y Tapir, aunque estos dos nombres indiquen dos animales bien diferentes;
todos los vocabularios que he podido consultar dan las dos traducciones por
Tzyiz, y por tanto me es imposible precisar, por el momento. Haré notar,
además, que la palabra Tzyis sólo aparece tres veces.] Los Vocabularios
permitirían otras dos interpretaciones: 1° Ak:
"lengua [de la boca]" y Tzik: "hablar", de donde podría
obtenerse: Gran Hablador del Alba y Gran Orador del Alba, para los dos nombres
completos; 2° Ak: "pimiento [chile]" y
Tzys: "picar", de donde saldría: el Gran Mortificador [por lo
picante del pimiento] del Alba y el Gran Escarificador del
Alba. — Tepeu: Dominadores. Gucumatz: el Kukulkan "Poderosos del
Cielo" (R) de los mayas. Este último nombre
era uno de los epítetos, el principal quizá, de los antiguos dioses supremos:
los diversos pueblos de la América Media tradujeron en sus lenguas [Quetzalcohuatl de
los nahuas] la lectura puramente fonética del
peroglifico-símbolo "Emplumada Serpiente" de este nombre divino
que acabó por no ser aplicado, al menos entre los mexicanos, más que a un dios
del viento, especialmente del viento del Este, aunque de origen solar. —Qux Cho:
Espíritus de los Lagos. Kux Palo: Espíritus del Mar. — Ah Rax Lak: Los de la
Jadeíta Verde [o Rica], los de la Tierra Llana y Verde [o Rica] (R). Ah
Rax TzeI: Los de la Verde [o Rica] Copa [de las Aguas]. — lyom:
Abuela. Mamom: Abuelo. —Xpiyacoc: Antiguo Secreto. Antiguo Misterio (R).
Xmucane: Antigua Ocultadora. [Cipactonal [o Cipactli] y Oxomoco
de los mexicanos]. —Matzonel: Guarda-Secreto (R). Chukanel: Ocultadora (R). — Camel
lyom: Abuela [que forma parte] de la Pareja [Mágica de Abuelos (R). Camel Mamom:
Abuelo [que forma parte] de la Pareja [Mágica de
Abuelos] (R). La cifra 2 [Ome en náhualt: Ca, Camel en quiché: etc.]
añadida como prefijo a un nombre sagrado implica casi siempre la idea de
pareja, de par. — Dios [en español en el texto quiché]. Entre los actuales
indios mayas de Yucatán. El Gran Dios está al frente de un Panteón puramente
pagano.
2. Qux Cali: Espíritus del
Cielo. — Hurakán: Maestro Gigante. El símbolo fonético: 1 — pierna, ha causado
el error de Brasseur y de sus traductores, y emparienta quizás, si no a este
dios supremo, por lo menos a su símbolo, con uno de los símbolos del muy grande
dios mexicano Tezcatlipoca. — Cakulha Hurakán: Maestro Gigante Relámpago;
frecuentemente "Relámpago", se sobrentiende. Chipi Cakulha: Huella
[Surco] del Relámpago. Raxa Cakulha: Esplendor del Relámpago.
3. Qux Uleu:
Espíritus de la Tierra. — Camuy Alom: Pareja
Procreadora (R). Camul Qaholom: Pareja
En-gendradora (R). — Ah Cuval: Los de las Esmeraldas. Ah Yamanic; Los de
las Gemas. — Ah Chut: Los del Punzón. Ah Tzalam: Los de las
Tablas [Arquitectos]; Brinton traduce: "Los de las
Tabulas" [Archivistas]. — Ah Gol: Los de las Resinas [fabricación u
ofrenda]. — Ah Toltec: El Edén de la América Media, en general, se llama Tulan
o Tul-lan: Lugar de la Abundancia; jeroglífico fonético mexicano: Lugar de las
Espadañas. Los habitantes fabulosos de esa imaginaria ciudad, llamados
toltecas, pasaban por ser grandes artistas, incomparables artesanos. Así, Ah
Toltec puede traducirse por "Los del Lugar de la Abundancia",
o interpretarse por "los Artistas". [Los mexicanos
tenían otros Edenes, particularmente Aztlán.
"Lugar del Alba" (R),
cuyo jeroglífico fonético: "Lugar de las Garzas Blancas",
ha sido tomado por la traducción. Diego Duran traduce Aztlán por
"Lugar de la Blancura"]. — Chirakán Xmucané:
Antigua Ocultadora con Gigante Abertura
[¿Boca? ¿Vagina?] [Cf. Códice Troano]. — Alay:
Procreadores. — Quxlay: Animadores.
4. Ah Tzak: Los de la
Construcción. Ah Bit: Los de la Formación. — Banal: Hacedores. Vinakirizay:
Vivificadores. — Xecotcovach: Cavador de Rostros: epíteto [juego de
palabras] del águila [Qot], sobre todo del águila divina [Cf. Códice Troano].
Camazotz [y no Ca-malotz]: Murciélago de la Muerte. Cotzbalam: Brujo Pavo (R);
El pavo es el ave de Tlaloc-Bacab dios de la lluvia, de la vida. Tucurbalam (R)
[y no Tecumbalam}: Brujo Búho (R): el Búho es el ave de la noche, de la muerte.
5. Vukub Cakix: Principal
Guacamayo (R); el guacamayo es el ave del fuego solar, del sol. Hunahpu:
Maestro Mago. Xbalanqué: Pequeño [Joven Segundón] Brujo, Brujito (R).
6. Zipacná:
Sabio Pez-Tierra (R). Es el Cipactli [palabra que no es
náhuatl] de los mexicanos, el Pez Primordial metamorfoseado en
Tierra [Cf. Libro de Oro y Thesoro indico, etc.]; esto le acerca al antiquísimo
Tla-loc "Terrestre" de México. — Cabrakán: Gigante de la
Tierra (R). Ciertos americanistas, habiendo leído Cab
"dos" o "cuatro", y R'akan "pierna" [que es el
símbolo fonético], en lugar de Rakan "gigante", han llegado a
desconcertantes divinidades de 2, 3 y 4 patas. Cabrakán es el nombre teóforo de
los sismos. — Chimalmat: [La] Que se torna Invisible por
encantamiento (R) o [La de
la] Abertura [¿Boca? ¿Vagina?]
vuelta Invisible (R). Esta última traducción, que la emparienta,
como epíteto, a Chirakán Xmucané, conviene mejor a esta madre de dioses. Tierra
que una asimilación a la mexicana [?] Chimalman "Portadora de
Escudo", madre unas veces de Quetzalcohuatl, otras de Huitzilopochtli.
7. Hun Hunahpu: Supremo
Maestro Mago (R). Algunas páginas dan al hijo el nombre de su
padre.
10. Yacalic:
Fundación.
11. Hun Munahpu: este nombre
está aquí en su lugar. Vukub Hunahpu: Principal Maestro Mago (R). — Hun Batz:
Maestro Mono (R); El Batz es un gran mono aullador. Hun Chuen: Maestro Mono; el
Chuen, más pequeño que el Batz, es definido como: Babuino, en algunas listas de
nombres; para simplificar, traduzco: Maestro Simio (R). — Batziyalo (R) y no
Bakiyalo [la tz ha podido leerse como k en el manuscrito
antiguo, sea que dicho sonido haya sido
representado por la doble letra española, sea sobre todo que lo haya sido por
el signo especial, de sonido muy semejante, llamado cuatrillo con coma; este
último caso es probable, pues un MS., de Brasseur, según creo, de la Biblioteca
Nacional de París escribe Baquiyalo, y la qu es la transcripción habitual del
cuatrillo ordinario, signo que puede reemplazar en el texto al cuatrillo con
coma simplemente si la coma se borra]: Paridora [o Dadora; según algunos Vocabularios
fragmentarios: Amamantadora] de Monos (R). — Voc, Vac: Gavilán; ave ofiófaga,
mensajera de los Maestros Gigantes. — Xibalbá: Lugar de la Desaparición, del
Desvanecimiento, de los Muertos. Para la comodidad de la lectura, conservo en
la traducción del Popol Vuh la palabra quiché, muy frecuente. Xibalbá
es uno [probablemente el primero inventado de los tres lugares de ultratumba;
es el subterráneo Mictlan de los mexicanos. — Hun Came: Supremo Muerto (R).
Vukub Came: Principal Muerto (R). — Xiqiripat: no propongo sino muy
hipotéticamente la traducción "Extiende Tullidos", no osando
reproducir la de "Fardo de Sangre" que hallo en una de mis notas muy
viejas, de la cual no puedo encontrar el origen. Cuchumaquiq: Reúne Sangre. —
Ahalpuh: Hacedor de Abscesos. Ahalganal: Hacedor de Ictericia. — Chamiabak:
Varilla de Huesos. Chamiho-lom: Varilla de Cráneos. — Ahalmez: Hacedor de
Traición (R). Ahaltogob: Hacedor de Infortunio. — El texto dice aquí: Xic
"Gavilán", pero más lejos pone: Quiqxic: Gavilán de Sangre. Patán:
Opresión, Fardo (R).
12. Tacur: Búho. Los
cuatro Búhos de Xibalbá son Ahpop-Achi "Consejeros de los Varones", y
son los mensajeros de los dos grandes Jefes de los Muertos [Cf. los Búhos,
enviados de la suprema pareja divina de Mictlan en los sacrificios
humanos]. Se les verá también hacer de sacrificadores, y después, de
encargados por los dioses celestes de castigar ciertas faltas. — Chabi Tucur:
Flecha Búho. Hurakán Tacur: Maestro Gigante Búho (R); también aquí el jeroglífico
habitual "Una pierna" \R'akan] ha perturbado los sesos de los
americanistas, y no se le ha concedido más que una pata a ese pobre búho.
Cakix Tucur: Guacamayo-Búho o Búho de Fuego, puesto que el guacamayo es el ave
del fuego solar. Holom Tucur: Cabeza-Búho. — Nimxor Carchak: Juego de Pelota
Ornado con Gran Frontón (R). No se ve bien qué papel desempeñarían aquí la
Ofrenda y el Cenicero de que hablan Brasseur y otros. — Nuzivan-cul: Barranca
Cantante Resonante (R). — Cuzivan: Barranca Cantante (R). Quiqia: Río de la Sangre
[o de las Razas]. — Ri Gekabe: El del Camino Negro. — Gekuma Ha: Mansión
Tenebrosa. — Zaki-Tok: Blanco Pedernal: es el cuchillo de los sacrificios de
Xibalbá; por eso hay en el texto la chanza sobre el "juego punzante".
Un autor, obsesionado por el Infierno cristiano, se pregunta si ese pedernal no
es la "piedra de fuego" de ese lugar un poco ardiente. — Xuxulim Ha:
Mansión de los Calofríos (R). — Balam Ha: Mansión de los Jaguares. — Zotzi-Ha
[Escrito Zotzim-Ha en el párrafo 20]: Mansión de los Murciélagos. Jaguares y
murciélagos eran muy a menudo animales simbólicos [Cf. diversos códices] del
mundo subterráneo, del país de los Muertos. — Chayim-Ha: Mansión de Obsidiana,
de las Armas. — Pucbal-Chah: Juego de Pelota de los Sacrificios (R). Leo Pucbal en
lugar de Pucbal del texto. La omisión de esta cédula ha hecho, hasta ahora,
enterrar a los Magos en un cenicero, en donde, dice gravemente un autor, se
echaban las cenizas infernales.
13. Xquiq:
La de la Sangre. Para simplificar la lectura me limito a llamarla: Sangre. Quiq
da lugar a juegos de palabras, a veces embarazosos, del texto, porque
significa: "sangre, savia, raza, progenie, vida, etc.; pelota para el
juego, y la goma elástica con la cual está hecha, etcétera".
14. Chahal Echa: Guardián del
Alimento. — Xtok: La de la Lluvia; probablemente es el doble femenino del dios
Tohil, "Pluvioso" o Hun Tot, "Suprema Lluvia", del cual se
hablará más lejos. Xcanil [o Xganil]: La del Amarillo [Maíz Maduro], de la
Madurez; posible forma femenina de Avilix, "Sembrador", otro dios
tribal de los quichés. — Xcacou: La del Cacao; aun cuando no se haya hablado de
cacao en este campo, se comprende la invocación a esta diosa porque muy a
menudo se asociaba el cacao como alimento al maíz. Para acercar, como quisiera
un autor, a esta diosa al tercer dios tribal, Hacavitz, "Volcán", de
la tríada nacional, sería preciso cambiar Xcacou en Xgag, "La del
Fuego", pero no veo ni la utilidad ni las bases de ese proceder; en tal
vía se puede ir demasiado lejos.
16. Xmucur; Paloma Torcaz. ¿Es
éste el ave-símbolo, el jeroglífico fonético de Xmucané? [Algunos autores han
relacionado en México Xomotl, "Pato", con Oxomoco [palabra que no es
náhuatl], dios mexicano correspondiente a Xmucané]. — Xan: Mosquito; aquí
aparece formado de un pelo de Maestro Mago, y es su espía.
17. Uq: Piojo. —
Xpek: Sapo, en lengua quiché; Tamazul: una especie de sapo, en lengua náhuatl
[Tamazollin]. ¿Ha sido tomada de los mexicanos la pequeña leyenda o hay más
bien aquí una influencia hispano-mexicana? Creo más bien que el autor ha
querido designar un sapo de especie particular, cuyo nombre quiché ignoraba.
Para simplificar la lectura traduzco Tamazul por Batracio. — Zakicaz: Blanca
Víbora (R).
18. Molay: Congregados.
Traducción propuesta por Brinton por analogía [Molay-Ik: vientos congregados,
Huracán]; quizás: pájaros vivos en grupos numerosos, pero ¿cuáles? Por lo
demás, pueden ser irreales y, en este caso, simbolizar la tempestad.
Quiqrixgag: Garras Sangrientas. Quiqr: Dientes Sangrientos.
20. Teuh Ha: Mansión del Frío;
lo mismo que Xu-xulim Ha: Mansión de los Calofríos. — Hachi Gag: Mansión del
Fuego. — Chaki-Tzam; Punta [¿Pico?] Seca o Victoriosa [?]; animal desconocido,
que quizás sea real.
21. Tiz Coc: Tortuga Acorazada.
— Umul: Conejo.
22. Xulú: Adivino. — Pacam:
Descubridor (R). — Xhunahpu: Joven Maestro Mago, nombre dado durante algunas
páginas a Hunahpu; éste era quizás su nombre exacto.
23. Vinak-Car: Hombres-Peces.
Brasseur dice: "nombre de una especie de pez del país", el
tlacamichin [igual sentido] de los mexicanos, el cual, dice Sahagún, es un gran
pescado de mar, ictiófago. — Puhuy: Búho, "de largas orejas", añade
Brasseur. — Cux: suerte de comadreja. — Iboy: Armadillo. — Xtzol: Ciempiés de
América [venenoso]. Chitic: Zancos. [Cf. Landa y Códice Troano]. Esos bailes
mágico-religiosos, acompañados de canto y de música, se ejecutan todavía.
24. Ahmak: Los del Mal. [Ahmac,
nombre del 16° día cakchiquel, significa Búho Pescador]. Ahlabal: Los de la
Guerra. Ahbiz: Los de la Tristeza, del Enfado. — Ahmoquen: Los de la Miseria. —
Ahtzo: Los de la Enemistad. Ahtucur; Los de los Búhos. — Nicah Ha: Centro de la
Mansión. — Qazam-Ah: Cañas Vivas. — Cha-tam Uleu: Tierra Allanada.
25. Paxil: Edificios sobre
Pirámides [truncadas] [en lenguas quiché y huasteca]. — Cayala: Mansión [o
Agua] de los peces. —Yac: Zorro. Utiu: Coyote. Qel; Cotorra. Hoh: Cuervo.
26. Balam Quitzé: Brujo del
Envoltorio (R). Sacerdote-brujo encargado del "envoltorio" sin
costura visible, tlaquimilli de los mexicanos, conteniendo un objeto sagrado y
de gran potencia mágica, la Fuerza Envuelta descrita más lejos. — Balam Agab:
Brujo Nocturno. — Mahucutah: General de los Guardias del Botín (R). No propongo
sino muy hipotéticamente esta interpretación, que sólo se apoya en la descomposición:
Mah: [botín, robo, raptar, amontonar] u-cu [guardar] tah [general de un
ejército] y en que por dos veces la Recordación Florida le trata de
"general"; podrían hacerse otras descomposiciones e interpretaciones
diversas. Para simplificar, escribo en el texto "Guarda-Botín".
Brasseur dice: "Nombre Señalado". Podría traducirse: "El que
conquista [o quien reúne] los muros". En cakchi, Cutan significa
"día". — Iqi-Balan: Brujo Lunar.
27. Zaka-Paluna [en
lugar de Caha-Paluna: Cf. "Título de Totonicapán" (R)]: [La de] la
Blanca Mansión del Mar (R). — Chomiha: [La de] la Mansión de los Bogavantes;
esta última traducción la emparienta con Zaka-Paluna, y por esa causa me parece
preferible a [La de] la Hermosa Mansión. — Tzununi-ha: [La de] la Mansión de
los Colibríes. — Cakis-ha. [La de] la Mansión de los Guacamayos. — Ah-qixb: Los
de las Espinas [de la Escarificación de la lengua, de las orejas, etc.]. —
Ah-qahb: Los del Sacrificio, de la Ofrenda. — Chipi Manauac: Huella del Muy
Sabio (R). Desde hace mucho tiempo he dicho que la leyenda mexicana de
Na-nahuatl fue tomada de la civilización maya y que primitivamente ese nombre
no era mexicano, sino que venía de la raíz maya-quiché Na
[Nao, Naua], que implica la sabiduría mágica, la ciencia; la duplicación de la
primera sílaba no es más que un plural de excelencia. El Nanahuatl de Sahagún,
el Nanauac del Libro del Consejo, son pues, simplemente, los Muy Sabios, los
Magos por excelencia. [Cf. los Nanahualtin: magos propiamente dichos]. En
México este dios pertenece [Cf. Historia de Culhuacán y de México]
a un grupo muy antiguo de divinidades que
comprende también a, Tlaloc, Hueyte-cuhtli,
Quetzalcohuatl etc., grupo anterior a los nahuas. La leyenda del Buboso convertido en
sol ha nacido en parte del jeroglífico fonético "Buboso" [Nanahuatl],
que representaba al dios manchado de pústulas rojas. Digo en
parte, porque aquí el lenguaje se desvió antes que la escritura. En
país quiché, de las gentes
enfermas de bubas se dice: "hacen su Galel", "hacen
su Tepeu", "su Ahau". Ahora bien: Galel es "Eminente",
una alta dignidad de la tribu; Tepeu es "Dominador", uno
de los epítetos de los dioses supremos
y una función social; Ahau es el título de todos
los jefes. Ximénez ha querido ver en esto una teoría indígena sobre la
poligamia como productora de enfermedad; otros ven una
ironía ["enfermedad de ricos"]; la cosa es más simple: es
la comprobación de que el paciente
lleva una vida inactiva, sentado o acostado, como un
jefe [Cf. la palabra "Aristoffe" [de
"aristócrata"], sífilis, en argot francés]. Esa relación
muy indirecta entre dicha
enfermedad y los jefes fue probablemente causa de la
confusión en el lenguaje y después en la escritura, hecha primero por los mayas
y en seguida por los mexicanos, entre los bubones y el mago supremo, de donde
salió, como a menudo sucede, un mito etiológico posterior y falso. ¿Es Nanauac
el Sol, como lo es
Nanahuatl en su leyenda
probablemente no azteca? La expresión Huella de Nanauac y al instante después
la de Esplendor de Nanauac, hacen creerlo. — Raxa-Nanauc:
Esplendor del Muy Sabio (R). —Tulan:
"Lugar de la Abundancia" [véase más atrás]
y Zuyva: "Barranca", pertenecen
quizás a otra leyenda que Vukub Pek: Siete
Grutas y Vukub Civan: Siete Barrancas. En
ciertos autores. Zuyva parece ser el nombre del
cielo supremo; en tal caso,
Tulan Zuyva sería el Lugar de la
Abundancia del Cielo, quizás "el Lugar de la
Abundancia en donde están los dioses" de los Anales de los Cakchiqueles.
28. Tohil. Pluvioso (R). —
Avilix: Sembrador, Cultivador (R). — Hacavitz [en cakchiquel, Gagavitz, con
empleo de una letra especial, el "tresillo", para las dos G; es el
compañero de Zactecauh: Blanco Montón, Ventisquero (R).]: Monte Rojo, Monte de
Fuego, Volcán (R). — Nicah Tagah: Centro de la Llanura.
30. Zotzila Chamalcan, escrito
más adelante Zotzilha Chimalcan, Zotzila, Zolzilha: [Gran] Mansión de los
Murciélagos. El texto y las representaciones [cerámica, Códices, etc.] del dios
Murciélago indican bien que su imagen, su símbolo, es este quiróptero habitante
del mundo subterráneo, del mundo de la noche; gran número de sus glifos
contienen el signo Akbal "Noche, Casa, Casa de la Noche"; aquellos en
los cuales Akbal está reemplazado por Kin "Sol, Día", ¿se
relacionarán con este Murciélago de la Muerte enviado por los celestes"
Maestros Gigantes? Puesto que el primer nombre significa "[El de] la
[Gran] Mansión de los Murciélagos", parece que el segundo debería
concordar con él. Una hipótesis casi inadmisible, que no se apoya sino sobre el
paralelismo, consistiría en suponer que se trata aquí de dos dioses distintos.
Si la ortografía de la segunda palabra es Chamalcan, la rectificación
Chaomal-ca, "Hermosa Serpiente, Serpiente de la Fertilidad", de
Brinton, parece muy preferible a la traducción "Flecha de Obsidiana Untada
de Amarillo" que ha sido relacionada con la Chay Abah, "Piedra de
Obsidiana", de los cakquicheles, porque algunos se obstinan en tomar por
una divinidad, erróneamente, a esta piedra luciente en cuyos juegos de luz la
tribu leía los oráculos, los mensajes de los dioses. Descomponiendo las
palabras por sílabas se puede errar muy fácilmente; por tanto, no propongo de
ninguna manera "Zopilote [Malkan] de
Obsidiana" o "Zopilote Hablador". Si la ortografía es Chimalcan,
creo que es preciso traducir: "Serpiente que se torna invisible [por
encantamiento]" y quizás [aunque es dudoso] hasta: "Que se torna
invisible para el Cielo"; esta invisibilidad conviene a un representante
del mundo subterráneo, del mundo de la noche; por lo demás se verá a un enviado
de Xibalbá, un murciélago, volverse súbitamente invisible.
31. Pixab: Consulta, Consejo. —
Cagchequel: Fuego Salido [por fricción] de la madera; alusión a la leyenda del
párrafo 30. Hay otras etimologías. — Cholochic Abah, Bokotahin Zanaieb: Piedras
Arregladas, Arenas Arrancadas [Levantadas]: ¿Vado natural o artificial?
32. Euabal Civan: Barranca del
Escondrijo. — P'Avilix: En [casa de] Sembrador. Pa Tohil: En [casa de]
Pluvioso.
33. Aquí aparecen
dioses animales [¿totems?]: Coh: Puma; Balam: Jaguar; Zochol:
Víbora, y las venenosas serpientes Qanti. — Zaki Qoxol; Blanco Entrechocador
[Koxol: entrechocar violentamente] (R), el "Hacedor de Fuego".
Según los Anales de los Xahil, era un juego natural, terrible, destructor. El P.
Coto lo asimila al temido fantasma llamado Hombre de los Bosques por los mayas
y los cakchiqueles, y Salonge por los españoles. — Hun Toh: Suprema Lluvia.
35. Pazilizib:
Bandas Envolventes (R), conteniendo el amuleto, reliquia, símbolo, paladión,
etc., de la tribu.
36. Chi R'Atinibal
Tohil: En el Baño de Pluvioso. Aguas calientes según el Título de
Totonicapán; nombre actual de una fuente a seis leguas al S. O. de Cubulco. —
Xlah: Deseable (R). —Xpuch: Agradable (R).
39. Ahauab-Queh: Símbolo de los
Jefes (R), y no Rey Nacxit". Podrían multiplicarse los ejemplos: En su
Historia de las Cosas de la Nueva España [L. 1. c. 19], Sahagún, hablando de la
fiesta ofrecida por los mercaderes-espías de México al dios Yacatecuhtli
"Jefe de los Viajeros", no hace más que nombrar a Nacxitl y le
atribuye cuatro hermanos y una hermana; algunos de estos nombres me parece que
tienen sentidos tan poco admisibles que no puedo ver en ellos, como en el de
Nacxitl, más que una deformación mexicana de palabras pertenecientes a otras
lenguas, apelativos de divinidades tomadas a otros pueblos por los viajeros.
Debo hacer notar que la América Media no parece haber conocido mucho los
nombres teóforos de hombres, ni, en realidad, de funciones. Otra sugestión:
¿Tendrá Nacxit estrechas relaciones con Nanauac-Nanahuatl? Debe advertirse que
Sahagún designa, en el fondo, al mismo lugar de origen bajo el nombre de Tulan
y bajo el de Xocotitlan, "Lugar abundante en frutas". Creo, pues,
poder terminar diciendo que los mayas creían en un Edén original llamado Tulan,
"Lugar de la Abundancia", el cual tenía por dios principal un
kukulcan, un "Poderoso del Cielo", el sol, uno de cuyos nombres era
Nacxit, "Pedrerías-Gemas". Los mexicanos adoptaron esta creencia;
conservaron a la vez los sonidos Tulan [que representaron por el símbolo
fonético "Lugar de las Espadañas"] y Nacxit, y el sentido Lugar de la
Abundancia que expresaron aproximadamente por Xocotitlan; en cuanto a Kukulcan,
leyeron "Quetzalcohuatl" en su lengua, el antiguo símbolo fonético
maya "Emplumada Serpiente".